Por Jaime Torres Torres
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular
Es la leyenda de Rafael Scharrón.
Reconocido como un innovador del género de las voces y las guitarras.
Cuando se habla de música de tríos, Scharrón es digno de un gesto de reverencia.
El conocedor Pablo Marcial Ortiz Ramos, autor del libro “Los Tríos en Puerto Rico”, documentó que Scharrón “es sin duda alguna el requintista de más hondo calado en la historia de la música popular de Puerto Rico”.

Afirmación indiscutible que Ortiz Ramos sustenta al recordar que, al margen de la influencia de Alfredo “El Güero” Gil, glorioso requintista de la trilogía azteca Los Panchos, Scharrón desarrolló un sonido muy peculiar e impuso un estilo original en la primera guitarra y revolucionó la escena de los tríos cuando en 1982 organizó Voces de Puerto Rico, junto a Cheíto Cruz y Tatín Vale (pronto sería sustituido por Junior Nazario), escribiendo un nuevo capítulo en la historia del género al convertirse en el primer trío de voces y requintos.
Don Rafael Scharrón, quien en 1950 se incorporó a Los Antares de Felipe “La Voz” Rodríguez, es una leyenda del pentagrama popular de América, cuya trayectoria incluye páginas de gran lustre junto al Dúo Pérez-Rodríguez, Trío Vegabajeño, Cheíto González, Julito Rodríguez y Johnny Albino, entre otros.
Días atrás la Fundación Nacional para la Cultura Popular lo entrevistó en la coyuntura del espectáculo “Serenata a Rafael Scharrón” que el próximo domingo, 10 de julio se celebrará desde las 3:00 p.m. en el Museo de Arte de Puerto Rico en Santurce.
Esa tarde tocarán y cantarán para él el Dúo Quique & Rafa Taboas, Chabela Rodríguez, Orquesta Nacional Criolla Mapeyé, Zoraida Santiago, Trío Los Cancioneros y los Caribbean Tenors.
“Este homenaje es muy especial para mí porque son amistades y compañeros que quiero mucho. Se han empeñado en hacer este reconocimiento que me siento tan honrado y emocionado que me faltan palabras para expresar lo que siento porque también el pueblo me sigue respaldando. Mi trabajo lo he realizado con todo el corazón y mi alma”, dijo Scharrón, oriundo –como expone Ortiz Ramos en su libro- del Barrio Hoyo de San Sebastián y fruto de una familia de músicos pues su padre don Emilio tocaba el cuatro y su madre María Alicea cultivó la composición mientras su hermano Mario es considerado un virtuoso del cuatro, instrumento nacional que nuestro entrevistado también domina.

A los 83 años y con los quebrantos de salud que se asoman con la edad, Scharrón sigue tocando su requinto y cuatro. Explica que al desenfundar su instrumento y colocar su mano izquierda sobre el diapasón siente que se transporta a un lugar sublime.
“Salgo de lo terrenal, como que me espacio. Mis padres me enseñaron que había que hacer las cosas bien siempre y con dignidad, buscando la altura y la perfección, conforme a lo que esté a mi alcance”.
Son casi siete décadas de consagración a las cuerdas porque su trayectoria despegó en San Sebastián. A San Juan llegó en 1950, incorporándose a Los Antares de Felipe Rodríguez, siendo coprotagonista del éxito “La última copa” en 1952.
Con un promedio de 600 canciones grabadas, según reveló a este medio, Scharrón tocará el requinto en el homenaje del 10 de julio.
“Todavía toco, pero tengo una presión en el corazón un poco fuertecita. No puedo hacer mucha fuerza, pero puedo tocar sentado. Tengo que controlar las emociones. No puedo caminar mucho por el desbalance”.
Scharrón, considerado un patriota que se ha inspirado en las luchas de Puerto Rico por su liberación, reconoce que la presente coyuntura de la Junta Federal de Control Fiscal y la bancarrota del País es muy dolorosa.
“En esta época, como estamos, es fuerte. Hay que vivir con esas cosas y adaptarse a ellas. Eso de la junta es un atraso. No hay palabras. Es un retroceso a la edad de piedra”, opinó Scharrón, quien le ha dedicado composiciones a Óscar López Rivera, Eugenio María de Hostos, Julia de Burgos y otras figuras identificadas con el nacionalismo.

“Mi alma se quedó en San Sebastián porque donde se nace de ahí siempre uno será. Le he dedicado varias composiciones a mi pueblo”, subrayó.
Don Rafael, quien después de Voces de Puerto Rico organizó el Trío Taboas-Scharrón, especializado en canciones patrióticas, ve el género de las voces y las guitarras como uno de resistencia porque ya no goza del respaldo de la radio, medio que impulsó la popularidad del movimiento de los tríos no solo a nivel local, sino internacional.
“Las serenatas y las flores son una expresión genuina. La música de tríos también. Pienso que se mantiene. Pero ya la radio no la toca. Gracias a la radio el género de los tríos se consolidó en las décadas de 1950 y 1960. Todas las emisoras tocaban nuestra música. Hoy día ha cambiado, aunque son pocas las que la tocan hoy. No se le ha dado continuidad a las agrupaciones para hacer un camino. Hoy fulano toca con aquel y con el otro. No hay identidad. Ya no es como antes”.
Rafael Scharrón, a quien el historiador Pablo Marcial Ortiz Ramos le atribuye ser uno de los primeros músicos que tocó el requinto con cuerdas de metal y pajuela, tiene muy presente a los compañeros que se marcharon a la serenata eterna.
De Felipe “La Voz” Rodríguez, Scharrón recordó que fue “un gran compañero, muy trabajador, que tuvo un éxito apoteósico en Puerto Rico y Nueva York”.
“Cheíto González es otro de los grandes. Es la persona que más lindo ha cantado en esta Isla. Tenía una modulación y una voz natural. Uno no sabe cómo lo hacía, pero era expresión totalmente. Era una escuela para los cantantes”, rememoró el virtuoso requintista al elogiar igualmente a Julito Rodríguez.
“Yo tuve muy buenos compañeros. Siento mucho cariño y respeto por todos”.
Antes de finalizar la breve entrevista, don Rafael Scharrón agradeció a este medio y clamó a Dios por bienestar para la nación puertorriqueña.
“Comparto un abrazo y espero que mejore nuestro querido Puerto Rico. Debemos pedirle a Dios que nos acompañe porque necesitamos mucha ayuda”.
Los boletos para el espectáculo “Serenata a Rafael Scharrón” están a la venta en Ticket Center (787-792-5000).