Por Joselo Arroyo
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular

Se define como “tinto de verano” al vino que es diluido con gaseosa o refresco con sabor a limón para ser servido como sobremesa en los meses calurosos. Y precisamente este es el título y la imagen que nos quiere traer la autora y directora, Dra. Anamín Santiago, en su más reciente obra de teatro -y libro- sobre la situación política de izquierda en Puerto Rico.
La obra “Tinto de Verano” se presenta en el Ateneo Puertorriqueño como parte de su 38vo. Festival de Teatro. Es esta una puesta en escena completa que incluye en su historia: música en vivo, proyecciones de vídeo, canciones y bailes. El texto nos habla sobre la situación colonial de Puerto Rico y como la izquierda ha estado bastante “aguaita”- término de la autora- enfrentando la misma.
En su trama la obra nos trae a una profesora universitaria llamada Elia Dones quien, junto a su ex esposo, pertenecieron a cuadros políticos clandestinos para la construcción de la república socialista. En el proceso reciben críticas y el matrimonio se disuelve porque él pierde la mente. Elia se cansa de la política y pide una tregua. Sus compañeros en la causa le piden que este verano trabaje para ellos investigando, a lo que en un principio se niega pues ya ha perdido demasiado en esta lucha y está cansada. No obstante, decide hacer la tarea donde Dones encuentra las dos cosas que busca, el placer de investigar por lo que cree, utilizando sus encantos, sexualidad y atractivo además de enterarse por cómo va a venir la republica asociada o la colonia mejorada.

Entre gatilleras, caribeñas, socialistas y revolucionarias esta puesta intenta mostrar la cara de la militancia femenina en la lucha por un ideal de cambio. Firme en su punto de vista, la autora pone ante los espectadores una parte de la historia -que todos deben conocer- de la izquierda nacional y cómo a pesar de los esfuerzos no logra las metas anheladas.
Contrario a la metáfora de la premisa, que plantea un mundo de contradicciones, el montaje de la pieza teatral es sólido en su planteamiento. Ante un gran elenco, compuesto por actores profesionales y en formación del Conservatorio de Arte Dramático del Ateneo Puertorriqueño, unos seis espacios escénicos distintos esparcidos entre el público presente del Teatro, muchos cambios de vestuarios y pelucas y un formato de duración de tres actos, la ambiciosa propuesta no resulta simple ni “aguaita”.
La también directora utiliza como espacio escénico casi toda el área destinado al encuentro para que el público pueda sentirse dentro de la trama. Lleva a los actores a momentos de interpretación muy profundos y de mucha energía. La interesante propuesta escenografía de Wanda I. Nieves, Willie Pérez y Ariel Quiñones, utilizan recortes de periódicos de noticias para lograr un fondo de edificios en blanco y negro con algunos detalles en color rojo. Esta misma plástica la integra el vestuario de Claudia Sevilla, quien también estuvo a cargo del maquillaje y pelucas. Una atinada iluminación, de manos de Verónica Rubio y Christopher Rubio, enfatiza las áreas de acción en su momento y deja en penumbra lo que es necesario ver de esa manera.

Las actuaciones resultaron bien logradas, cumpliendo con su encomienda tanto en momentos de humor como dramáticos. Así permeó el derroche de intensidad y energía que palpamos en la función del pasado domingo. Dentro de ello se destacó la participación de la también dramaturga y directora, Alina Marrero quien es esta ocasión nos mostró sus dotes de actriz y nos regaló una “Anhelo Burgos” divertida e intensa y en completo dominio escénico. También se destacó la participación de Lenis Oropeza como “Elia Dones” y Rocío Moreno como “Gitana”. Además, uno de los mejores momentos de la velada fue la intervención de los “tres bufones” (El Guasón, Pinocho Rivera y Mr. Magoo) que con su “programa de radio” arrancaron muchas carcajadas del público presente.
En resumen la producción – intensa y extensa – plantea sin temor las inquietudes de su autora. En un país de tantas contradicciones, los puntos de vista e inquietudes políticas de Anamín Santiago quedan aquí para la posteridad.
“Tinto de Verano” continúa este fin de semana en el teatro del Ateneo Puertorriqueño con funciones viernes y sábado a las 8:00 pm y domingo a las 5:00 pm.