Por Jaime Torres Torres
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular
Los grandes exponentes de la salsa también se han inspirado en la figura del padre.
Contrario a la temática maternal, que generalmente enfoca la orfandad y la ausencia, el contenido de la obra paternal es más social y urbana, narrando sus compositores las vicisitudes de la pobreza como rémora para garantizar un mejor bienestar para la familia.
El drama del padre desempleado o de un oficio humilde que se las ingenia para llevar el sustento a su hogar fue abordado con sensible elocuencia por el prolífico Tite Curet Alonso.

Primero en la tragedia del pescador [Rubén Blades había abordado este tema precisamente en “El pescador” del lp “De Panamá a Nueva York” que en 1970 grabó con Pete Rodríguez] que en “Estampa marina”, del disco “Estampas” de 1979, perece ahogado desafiando las inclemencias del tiempo y al año siguiente en la historia de “Juan Albañil”, del álbum “Sentimiento tú”, en que recrea imágenes como la de los niños que le preguntan a su padre por qué no pueden entrar a los edificios que, con sus callosas manos, ayudó a construir.
“Juan Albañil, pero dile a tus hijos
que en el cemento no hay porvenir…”
El propio Tite, en “Lamento de Concepción”, que Roberto Roena y su Apollo Sound estamparon en el lp “El progreso” de 1978, narra la miseria que en no pocas instancias es resultado de la lucha de clases.
“Como si nada en la vida le importara
Concepción eleva la vista al Cielo
Como si el mundo se le cayera encima
Concepción contaba su desconsuelo.
Y decía: ‘hay niños que mantener”
Yo tengo el mismo derecho de vivir”
Estas composiciones de Tite fueron precedidas por el impacto de “Pablo Pueblo”, compuesta en 1970 por Rubén Blades e incluida como carta de presentación en su disco “Metiendo Mano” con Willie Colón, grabado en 1976 y distribuido en 1977 por Fania. Uno de los soneos versa:
“Mira a su mujer y a los nenes,
y se pregunta hasta cuándo”.

Posiblemente, Rubén es el exponente salsero más consecuente en el cultivo de la temática que nos ocupa. En la secuencia del álbum mencionado arriba incluyó “Fue varón “, celebración de la paternidad. Y en 1980, en el disco-drama “Maestra vida”, enfoca en el tema de la paternidad, particularmente en “Carmelo, después” y en “El nacimiento de Ramiro”.
“Nació mi niño, mi niño, nuestro niño
¿Quién lo creyera? Que después de haber andado
tanta esquina correteando tanta hembra
iba yo a salir papá”.
De hecho, en el cedé “Amor y control” Rubén, esta vez con Son del Solar, retomó el tema del padre desplazado en “Adán García”, una tragedia urbana conmovedora que, en tiempos neoliberales, se repite por doquier.
“El último día en la vida de Adán García
Lo halló como to’ los otros de su pasado:
Soñando ganarse el gordo de la lotería
Los hijos y la mujer durmiendo a su lado”.
Y, al presente, en su nuevo cedé “Son de Panamá”, aborda el tema del padre maltratador en la composición “En esa casa”, grabada con la Orquesta de Roberto Delgado.
Cabe recordar que en 1978, Perico Ortiz quemó las ondas radiales con “Julián del Valle”, cuya letra –interpretada por Rafael de Jesús- expone el dilema del padre que emigra, dejando a su familia.
Influenciado también por la sabia de Blades, Luis Soto –nos recordó el historiador Heriberto Sanabria- la compuso para el álbum “Súper Salsa”.
“Un 10 de noviembre fue que salió
Julián del Valle, de Puerto Rico con planes
de otras tierras conocer.
Y le dijo a su mujer: ‘Negra, no te me embeleses
en término de tres meses, verás que voy a volver”.

Nada más con la obra de Blades y Tite se puede estructurar un buen programa radial para los melómanos que disfrutan de apreciar la sociología de la salsa.
Pero el tema de la paternidad en la salsa pica y se extiende.
El recientemente fallecido Ismael Quintana es recordado por “Jessica”, grabada en el elepé homónimo con The Group de Ricardo Marrero. Ismael celebró la dicha de ser padre de una niña.
“Por fin llegaste, tanto que yo te anhelaba
rogando que te encontrara mi alegría y felicidad.
No me fallaste… Con la bendición de Dios
mi muñequita ideal, ya llegaste Jessica…
Si cuando te vi, se levantó mi esperanza
y una rosa y su fragancia me llenaron Jéssica.
Observarte a ti es mirar al paraíso
el efecto de un hechizo tú tienes mi Jessica”.
El tema del humor también ha caracterizado las canciones inspiradas en la paternidad. Sonora Matancera, Justo Betancourt y Truco & Zaperoko grabaron “No se lo diga a papá” (“que tiene novia hermana”); Andy Montañez “Voy a ser como papá” (“aunque no quiera mamá”); Celia Cruz y Willie Colón popularizaron la bomba “A papá” (“cuando venga papá, yo le voy a contar a papá, lo que tú me hiciste a mí, detrás de la empalisá”) y El Gran Combo la bomba con rap “Me lo contó tu papá” del disco “Latin Up”, entre otras.
Pero en el disco “Siete” de El Gran Combo, en la voz de Andy Montañez, no se olvida el éxito “Vagabundo” de R. Giraldez. Es el clamor del padre que no desea ver a su hijo fracasar.
“Que mi hijo no salga vabagundo
Vagabundo que no
Que no pase por mares tan profundos
Como los pasé
Vagabundo que no…”

También en la década de 1970, inspirada en la parábola del Hijo Pródigo, en el larga duración “Reconstrucción” de 1976 Richie Ray & Bobby Cruz grabaron “Juan en la ciudad”.
“Dijo Juan un día a su papá:
‘dame lo mío, no quiero esperar,
yo me voy a la gran ciudad
quiero la vida gozar’.
Hijo mío, allá hay mucho mal.
Vicios, mujeres, envidia, traición…
Quédate no vayas allá, pero Juan no lo escuchó”.
No faltan clásicos como “Mi viejo” de Piero que, tras el éxito de Danny Rivera, más adelante Oscar D’ León incorporó a la salsa. Igualmente, “Los zapatos de mi viejo” fue grabada por Andrés Jiménez “El Jíbaro” e Ismael Miranda y por la Sonora Ponceña, entre otros. Incluso, de grata recordación es el bolero “Así era mi padre” de Bobby Capó, inmortalizado por Gilberto Monroig, quien junto a su hijo Glenn grabó “Vivo orgulloso de ti”.
Además, el año pasado la salsa se hizo eco del Alzheimer con la composición “Algo le pasa a mi héroe” que Víctor Manuelle dedica a su padre.
“Algo le pasa a mi héroe, algo le pasa.
Tan solo veo un vacío en su mirada
Algo le pasa a mi héroe, no dice nada.
No repite las historias que me contaba.
Algo le pasa a mi héroe, ya no repite
mi nombre, no lo recuerda”.

En la cosecha salsera de las pasadas décadas no faltan temas controvertibles como el padre que discrimina contra su hijo por ser homosexual, historia que el autor Omar Alfanno aborda en “El gran varón”, popularizada por Willie Colón.
Pero el propio Colón se acercó en el elepé “Corazón guerrero” de 1983 al asunto del divorcio en la balada “El hijo y el papá”.
“Ven y ayúdame a empacar
Ya son las 6:10. Me tengo que marchar
No la vuelvas a deshacer
Volveré el día 3, no te pongas a llorar.
Muchas cosas te traeré. Hazle caso a mamá.
Las hojas vuelven a caer, verano rápido se fue.
No hubo tiempo esta vez,
pero en el próximo verás
Que tú y yo y mamá iremos juntos a veranear…”
Orientada más al arrepentimiento por los errores cometidos por un padre con su familia, Raphy Leavitt se despidió con la composición “Mi espina”, que grabó Carlitos Ramírez en el cedé “¡Hasta siempre!”
“¿Quién me quita el dolor?
¿Quién me sana esta herida?
Si dentro del corazón clavada llevo mi espina.
Caramba, que equivocado y que ignorancia la mía
De creerme dueño y amor de mi mujer y familia.
Yo andaba desorientado, me daba una buena vida
Y hoy me siento destrozado, perdí lo que más quería”.
Con esta muestra, como este medio hizo el pasado Día de las Madres, confirmamos una vez más la trascendencia de la salsa como el género que mejor expresa los sentimientos del pueblo.
El legado de sus exponentes está ahí, documentado y perpetuado en decenas de grabaciones dedicadas a la paternidad desde distintas perspectivas. Tristemente, la radio convencional no las divulga porque sus programadores no las conocen.
A todos los padres, ¡felicidades en su día!