Por Gabriela Ortiz Díaz
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular
El pasado jueves, la librería del Instituto de Cultura Puertorriqueña (ICP), ubicada en Viejo San Juan, fue sede para la presentación oficial del libro “Puerto Rico: Museo al aire libre”. Aunque fueron muchos los responsables de esta documentación del arte del mural realizado en espacios públicos del País, el principal investigador fue el periodista Marvin Fonseca, quien en este catálogo expone la historia del muralismo en el País, además de registrar el arte urbano y el grafiti, expresiones que han tomado auge a nivel nacional en la última década.

La actividad de presentación incluyó una exhibición de 80 fotografías, las cuales forman parte del libro, elaborado entre enero 2014 y enero 2016 y publicado bajo la editorial del ICP.
Un conversatorio entre los artistas David Zayas y Sofía Maldonado, y el actual director del Programa de Artes Plásticas del ICP, Abdiel Segarra, fue la dinámica escogida para tratar el tema del muralismo en Puerto Rico: cuestionarse cómo ha cambiado la manera de exponer arte, cuál es el rol del artista al manifestarse en determinada comunidad, cómo las comunidades han recibido el arte en las paredes de sus entornos, entre otras inquietudes.
Antes de que Marvin Fonseca se dirigiera al público convocado, el presentador de la actividad comentó que “la crisis de talento no la estamos experimentado porque aquí hay talento de sobra y para exportar. Este libro es una gran evidencia de que el talento está en donde quiera que miremos alrededor de la Isla”.

En ese sentido, Fonseca expresó que “uno de los propósitos del libro es que las personas puedan darse la vuelta por todo Puerto Rico” para que distingan los murales. Este catálogo está dividido en dos partes: la primera, es el producto de entrevistas que Marvin hizo a diferentes artistas muralistas para conocer qué concepción tienen de su arte; la segunda, es una muestra fotográfica de los murales de Puerto Rico con un breve relato histórico de cada uno. Toda esta información está contenida en más de 300 páginas y 900 fotografías.
Fonseca decidió que era importante documentar los murales para perpetuarlos, ya que son obras que pueden desaparecer repentinamente o ser vandalizadas: “un 20 por ciento de los murales que recoge el libro ya no existe y es por el hecho de que son piezas efímeras”, comentó.
Luego de los recorridos que realizó Fonseca para capturar los murales, encontró que no había alguno ni en Moca ni en Las María, sin embargo en municipios como Guánica, San Juan, Luquillo, Culebra, Carolina, Arecibo, Barceloneta, Rincón, Caguas, Vieques y Salinas halló gran cantidad de piezas al aire libre.

Otro de los datos importantes que obtuvo Marvin con su investigación es que “en los pueblos fuera del área metropolitana se mantiene una línea temática tradicional dedicada a resaltar figuras emblemáticas y temas socio-culturales, mientras que en el área metropolitana se presentan temas más libres y contemporáneos”, acordes con el arte urbano que se ha practicado en esa zona como consecuencia de iniciativas como “Los muros hablan” y “Santurce es ley”.
El panelista Abdiel Segarra compartió con los presentes las aportaciones que hace a la esfera de las artes plásticas la publicación de “Puerto Rico: Museo al aire libre”. Según él, este libro llena un vacío en la bibliografía de arte puertorriqueño, y reconoce el trabajo de artistas que están fuera del panorama de la tendencia porque el investigador se sale de San Juan y va de casería para documentar el fenómeno en todo el País.

Continuó argumentando Segarra que el libro es un “documento a tiempo”, que captura la urgencia de recopilar ahora la práctica del muralismo. También, este catálogo promueve el que se repiense cuáles son los espacios del arte y el que se reestablezca qué constituye un museo.
A través de este trabajo bibliográfico, Marvin Fonseca legitima el trabajo que una generación de artistas ha hecho en Puerto Rico y con eso, aprueba la idea de que el muralismo ha sido un puente entre el arte y la sociedad.