Por Gabriela Ortiz Díaz
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular

La gira de 12 días por diferentes ciudades de España para presentar cinco funciones en teatros, selló el éxito de la delegación del Departamento de Drama de la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras que, con la ejecución de la reciente obra del dramaturgo puertorriqueño José Luis Ramos Escobar, “Terror y miserias del tercer milenio”, bajo la dirección del profesor Edgar García, representó al País en el extranjero.
Esta obra, la cual tuvo su estreno en septiembre 2015 con 13 funciones en el Teatro de la UPR-RP, fue escogida por los organizadores del reconocido Festival Universitario Internacional de Santiago de Compostela para exponerse en mencionada ciudad. A partir de esa primera función en Galicia el 17 de febrero, los artistas puertorriqueños Gabriela Saker y Luisra Rivera, estudiantes avanzados del Departamento de Drama de la UPR-RP, presentaron la pieza en otros cuatro centros culturales importantes de España: en la ciudad de Almagro, en el Teatro de la Escuela Superior de Arte Dramático (EOLIA) de Barcelona, y en Madrid, en el Teatro del Arte en Lavapiés y en la Universidad Complutense.
“Terror y miserias del tercer milenio”, obra en la que los dos actores interpretaron a los seis personajes que se incluyeron en las tres historias que narra la pieza, explora las dificultades sociales, psicológicas y emocionales de nuestro diario vivir. “Esta obra tenía mucho hibridismo en términos culturales porque tenía personajes que nos representan en todas nuestras complejidades como puertorriqueños: las idiomáticas, las de comportamiento, las de las interacciones sociales, las de los retos de educación”, enfatizó García. La misma logró excelentes críticas y reseñas a nivel nacional e internacional gracias al montaje, el guión y la actuación.

El director puntualizó sobre las observaciones que la cotizada actriz Rosa Galindo le hizo en Barcelona acerca de la obra: “Algo bien importante fue que ella no percibía el distanciamiento de estos personajes tan puertorriqueños, sino que, como catalana, comenzó a sentirse parte de ese mundo actoral. Se impactó porque Cataluña tiene un sistema bicultural como el de aquí. La obra, que es bien puertorriqueña en su hablar y en su presentación, pasó a tener una conexión emocional e intelectual con la actriz, la cual sintió que los temas que se trabajaron la sacudieron”.
Edgar García, quien además de ser el director de la pieza es profesor y director ejecutivo del teatro del primer centro docente del País, comentó en entrevista para la Fundación Nacional para la Cultura Popular sobre cómo ha impactado ese logro al Departamento de Drama y a la escena teatral puertorriqueña, sobre la acogida de la pieza en suelo español, además, sobre los logros de este Departamento, y de la postura personal acerca del teatro nacional de la actualidad.
En primer lugar, estas presentaciones que tuvieron en España impactaron al Departamento porque los estudiantes en formación tuvieron que crear un material nuevo, una pieza de la que no tenían referente alguno. Eso pulió a estos artistas emergentes que representan al Departamento y que se perfilan como profesionales de las tablas que no le tienen miedo a crear a partir de lo desconocido y a que el público los valide por ese acto.
Además, “Es importante que se represente lo que Puerto Rico está formando en términos de entrenamiento teatral y dramatúrgico, que se presente lo sofisticado que es nuestro sistema en la UPR, que los estudiantes actores que participan puedan ver lo complejo y completo que es el entrenamiento acá y lo competitivo que es”, afirmó.

Por otro lado, esta excursión fue beneficiosa para el País porque la obra se expandió hacia lo internacional. La responsabilidad que tuvo la delegación de mostrar tan importante pieza de Ramos Escobar fuera de Puerto Rico condujo a que “nuestro nombre resonara muchísimo” en España. Observé cómo los jóvenes actores no se limitaron a nuestras costas; entendió también que “podemos sacar trabajos que tengan resonancia y que sean importantes, y que no todo tiene que quedarse aquí por el mero hecho de ser isla”, indicó García.
“Es una falacia eso de que no se va a entender afuera, más allá de la diáspora, lo que sucede en el País. En la obra se exhibieron “regionalismo y comportamientos bien del puertorriqueño y aprendimos que no hay que tener miedo a presentar eso tal cual”. Precisamente, porque los españoles pudieron identificarse con las situaciones plasmadas en la obra fue que todas las funciones – en Almagro, Barcelona, Galicia y Madrid – despertaron reacciones en los espectadores.
“En Almagro interesó particularmente la última parte de la obra, esa en la que un maestro de escuela intermedia le reclama a una banquera la incautación de su casa. La gente del público reaccionó durante la actuación de esa parte”. Según expresó García, al final de la función se acercó un grupo para comentar que se identificaron con lo visto porque, precisamente, ellos eran parte de un movimiento que estaba en contra de los embargos de casas.

No obstante, “En Barcelona y Galicia fueron los lugares que más arraigo tuvo la obra. En Galicia fue impresionante la recepción porque el movimiento estudiantil en la Universidad de Santiago de Compostela es bien similar al nuestro aquí. Ahora mismo, los estudiantes se están organizando para luchar por derechos de educación y acceso, al igual que en Puerto Rico. O sea, que ese primer cuadro de la obra en donde un estudiante secuestra a una profesora para reclamarle unos derechos de educación accesible resonó un montón en ese grupo de espectadores de Galicia”.
El hecho de que “Terror y miserias del tercer milenio” se haya presentado trece veces en la UPR y cinco en diferentes ciudades de España es uno de los logros del Departamento de Drama del recinto riopedrense, entre otras cosas, porque “es bien importante para que los muchachos vean que lo que están haciendo en su entrenamiento artístico no queda en nada”.
El director Edgar García concluyó la entrevista manifestando que en la actualidad el teatro profesional está llevando obras a diferentes puntos del País y que se está desarrollando un balance entre la exposición de temas superficiales y temas que, como los de la obra escrita por Ramos Escobar, retratan la complejidad de nuestra contemporaneidad.