“Soy solo un pájaro perdido
que vuela desde el más allá
a confundirse con un cielo
que nunca más podré recuperar”.
Astor Piazzola
Por Alina Marrero
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular
A pesar de que su reseñista y mentora, la Dra. Myrna Casas, le recomendó que titulara su nueva novela “Pájaros perdidos”, relacionada con la letra de un tango de Astor Piazzola, Luis Daniel Estrada Santiago insistió en el título “…y fuimos dos” (Ediciones Borboleta con carátula de Héctor López), relacionado con otro tango. Sobre este particular y otros detalles, nos enteramos en la presentación del libro de Estrada, realizada recientemente en Punto Fijo de Bellas Artes.

Luis Daniel nació en Bayamón y estudió en la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras, donde completó una concentración en Drama. Es también productor de teatro y dramaturgo. Entre sus obras de teatro, sobresalen “Caty la oruga”, “El error”, “El paquete de mi marido” y “De allá y de acá”. El dramaturgo también se destaca como libretista de televisión y cine.
Estrada Santiago publicó su primera novela en 2007, “La viuda de Rafael” se grabó para televisión argentina como una miniserie de 13 capítulos y fue televisada por la TV Pública (Canal 7) en el mismo país. La miniserie “La viuda de Rafael” fue galardonada con el Premio Lola Mora a la mejor ficción del año en la televisión argentina. Aunque el autor no escribió los libretos para televisión, si hizo la adaptación de su novela para teatro, la cual estrenará en Argentina próximamente.
Después de “La viuda de Rafael”, Luis Daniel Estrada publicó su libro de crónicas “En el sur encontré mi norte” y “Eterno fugaz”. La presentación de la cuarta novela de este escritor, “… y fuimos dos”, transcurrió a casa llena en un ambiente alegre donde imperaron las preguntas informales de los asistentes y el diálogo. Por supuesto, no podía faltar el toque de teatralidad.
Para comenzar, y ambientar, una pareja de varones bailó un tango, con la elegancia y sutiliza erótica que siempre se desprende de este sensacional género. Como lo describiera Jorge Luis Borges en su memorable poema: “El tango crea un turbio pasado irreal que, de algún modo, es cierto”. La noche tuvo un excelente punto de partida.
Después de la emoción, Estrada se dirigió al público para agradecer y manifestar lo que deseaba para su noche. “Quiero que sea diferente, que sea informal, que se sientan que están en familia”, manifestó. Después, procedió a leer el primer capítulo, o primera parte, de su libro, gesto que encendió curiosidad.

El primer capítulo de “… y fuimos dos” corre en primera persona. Se trata de una reflexión a larga distancia donde Manuel se dirige a Fabricio sin que exista la comunicación directa entre ambos. Manuel está en Puerto Rico. Fabricio, en Argentina. De inmediato entendimos que la novela aborda una historia de amor entre dos hombres que fue excepcionalmente erótica e intensa. Pero no revela más. La novela está divida en tres partes: Un año después, Un año antes y Un poco después. La historia real se desarrolla en “Un año antes”, que es la parte más larga. En tal sentido, podríamos decir que “Un año después” es el prólogo, y “Un poco después”, el epílogo. Esa noche no se nos fue revelado mucho más, pero no hizo falta.
Con la tranquila firmeza que la caracteriza, la Dra. Myrna Casas se colocó en el escenario al lado de Luis Daniel. “Es mi hijo”, dijo Casas del autor; “le tengo un gran cariño, entre nosotros existe una amistad de muchos años”. Existe, de hecho, entre ellos, la relación más importante y gratificadora que podemos tener, la relación del mentor y el discípulo.
Señaló sobre la novela la Dra. Casas: “Luis Daniel Estrada Santiago domina el minucioso estudio de sus personajes. Da vida de manera tan creíble a Manuel y a Fabricio. Nos parece haberlos conocido en algún momento de nuestra vida”.
Casas, contó que cuando se fijó en el talento de Estrada fue a través de una obra suya que estaba en cartelera en el Centro de Bellas Artes, “Caty la oruga”, primer texto dramático que escribía el autor. Myrna se sintió tan favorablemente impresionada con la obra, que se acercó al dramaturgo y le dijo: “Tú tienes talento para escribir”. Esto motivó a Luis Daniel, quien siguió escribiendo cuentos y relatos, y se los pasaba a su maestra para que le diera su opinión. Myrna Casas, plasmó una trayectoria del trabajo de Luis Daniel Estrada y tuvo palabras de elogio para su primera novela, de la cual fue reseñista.

La Dra. Casas estableció un paralelo de “… y fuimos dos” con “Lady Chatterley’s Lover” del escritor inglés D. H. Lawrence, por el explícito lenguaje erótico descriptivo que no deja lugar a la imaginación. Después, reveló detalles de la historia que encendieron todavía más curiosidad: “Odón, amigo de Manuel, y Paloma, amiga de Fabricio, surgen claros en sus roles de ese o esa con los que contamos los afortunados. Aquellos que ríen nuestras alegrías y lloran nuestras penas”.
En el afán de complacer al novelista y hacer de la velada una informal y amistosa, Casas comenzó a conversar con Estrada. “Esta novela tiene también estructura de guión, con esta novela añades un nuevo valor al discurso de la actual narrativa puertorriqueña”, le dijo. Además, le comentó que, a diferencia de “La viuda de Rafael”, “… y fuimos dos” no está salpicada de humor. El comentario provocó que el novelista hablara sobre su proceso, uno que depende de la inspiración, pero enmarcado en ardua disciplina.
“En ‘La viuda de Rafael’ busqué el humor por disciplina. La historia es muy triste, hacía falta el humor. En esta nueva novela no hay tiempo para el humor, tampoco lo necesita. La historia es profundamente intensa”, explicó Luis Daniel Estrada.
Myrna Casas se dirigió al público y preguntó si había algo que deseaban saber. ¡Por supuesto! Queríamos que nos contaran la novela. Esto provocó carcajadas y colaboró con el intercambio que se dio después con el público “¿Qué pasa en la novela? Lo sabrán cuando la lean”, respondió Luis Daniel. Las preguntas que se levantaron volvieron a motivar al autor a revelar su proceso. “Lo primero que hago es delinear los personajes, entonces me siento a escribir. En el proceso, hay que escoger y corregir”. Estrada reveló sentirse muy cómodo con la novela porque, distinto al teatro, todo depende del autor, pero le gusta escribir teatro y lo conoce bien.
Myrna Casas, quien es dramaturga y directora de teatro, manifestó que prefiere ser dramaturga y que es muy difícil hacer teatro en Puerto Rico. También reveló que “no le gustan los autores vivos cuando dirige”. No obstante, dirigió la última obra de Luis Daniel Estrada, “De acá y de allá”, y catalogó la experiencia como estupenda, porque Estrada, quien conoce bien el proceso de un montaje, es un dramaturgo flexible. Ambos autores estuvieron de acuerdo en el pensamiento de que los montajes teatrales aportan al texto.
La noche de novela resultó ser muy teatrera. Entre los presentes, se encontraban las actrices Lillian Hurst, Xiomara Rodríguez, Sandra Teres, Sara Pastor y Marilyn Pupo, la diseñadora de vestuario Gloria Saéz, el actor y empresario Noland Otero y la diseñadora de luces, Toni Fernández, entre otras personalidades y amigos. Cuando terminó la ceremonia todos estaban sonreídos y complacidos. Entre la sangría, la buena conversación y la algarabía no se querían ir de Punto Fijo. El novelista estuvo muy atareado firmando libros hasta el momento final. La presentación de la novela “… y fuimos dos”, tal como el autor deseó, resultó ser novedosa, amena y familiar.