Gloria a todas las manos de todos los hombres y mujeres que trabajaran/ porque ellas la patria amasaran./ Y gloria a las manos, a todas la manos que hoy trabajan/ porque ellas construyen y saldrá de ellas la nueva patria liberada!/ ¡La patria de todas la manos que trabajan!/ Para ellas y para su patria, ¡Alabanza! ¡Alabanza! (Juan Antonio Corretjer)
Por Alina Marrero
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular
Las trullas de Víspera de Reyes del Colegio de Actores de Puerto Rico (CAPR) para los compañeros de la tercera

juventud, la edad de oro, se han convertido en una tradición nacional. Cada cinco de enero, los colegiados responden a la convocatoria con sus guitarras, panderos, guiros, maracas, palitos, voces y, sobre todas las cosas, corazones, para llevar la alegría de las Fiestas a quienes hicieron aportaciones con sus sobresalientes talentos y acciones en nuestro radio, cine, televisión y teatro.
El punto de reunión de este año fue el 5to piso del Teatro Victoria Espinosa, donde se ubican las oficinas del CAPR. La primera parada fue en la casa de la actriz, académica, dramaturga y directora, Dra. Victoria Espinosa, y su compañero de vida, el director de cine y escenógrafo, Luis Maisonet, en Hato Rey.
La fiesta comenzó desde antes de llegar al hogar que comparten estos dos maestros de las artes escénicas, por lo que la vecindad también disfrutó del regalo. “Vicky” y “Maiso”, así son conocidos por sus allegados, abrieron las puertas de su casa para recibir las voces y guitarras de Luis Enrique Romero, Jerry Segarra y Moncho Saldaña, respaldadas por las voces, instrumentos musicales y algarabía de José Martínez Vidal, Anamín Santiago, Edgar Quiles Ferrer, Wilma Crespo, Alondra Lugo, Libertad Lugo, Aida Santiago, María del Carmen Muñiz, Samuel Kalep Otero Ramírez, Luis Pedraza Leduc, Reinaldo Santana y Áurea Caez. De repente, en el mismo medio de la jarana, Espinosa, profesional reconocida en el ámbito internacional y activista destacada, quien a sus 94 años de edad mantiene envidiable vitalidad, interrumpió para ofrecer un discurso. Esto no es novedad, Victoria siempre tiene algo que decir y nunca es superficial. En esta ocasión, el rescate de nuestra nación ante la crisis, tanto económica como de valores humanos, fue el tema que hilvanó su tesis. “Tenemos que recuperar nuestro País, tomar la Nación en nuestras manos, no voy a morir sin ver que esto pase”, manifestó con el mismo ímpetu de toda su vida, “los artistas tienen que construir su propio futuro”. El discurso de Vicky, el cual se convirtió en diálogo, fue celebrado por promesas de acción y coronado por las canciones festivas.

De Hato Rey, la trulla siguió la ruta que los llevó a la casa de la primera actriz Iris Martínez, en Miramar. Martínez, quien fue la primera presidenta de CAPR, también ha dedicado su vida al activismo político y de derechos humanos, y recibió a los colegiados como si fueran miembros de su propia familia. De Miramar, la trulla partió hacia el hogar de la actriz, dramaturga, directora y cantautora, Brunilda García, ex presidenta de CAPR, quien en esos momentos salía para una cita médica, pero eso no le impidió disfrutar y cantar el número que le interpretaron.
La próxima parada fue en Río Piedras, en el hogar donde vive la primera actriz y libretista Mercedes Sicardo, quien esperaba a sus compañeros junto con su hija menor, Ana María Marrero Sicardo. Cuando escuchó la música y vio a los trovadores entrar en su habitación, sus ojos brillaron y dejó escapar la hermosa sonrisa que todavía mantiene. Se sabía todas las canciones.
En un conmovedor gesto que surgió con naturalidad, la trulla hizo una ronda por las habitaciones y dependencias del hogar. Los inquilinos, ya fuera sentados o desde sus camas, cantaban y movían sus manos, muy entusiasmados. “Esto tiene que seguir hasta que amanezca”, dijo una elegante dama en silla de ruedas que lucía un sombrero color de rosa, largas pantallas de perlas y muchas pulseras. Animados por aquellos a quienes animaban, los miembros del Colegio de Actores de Puerto Rico re fortalecieron el ímpetu y tuvieron una sorpresa que recibieron como un significativo regalo de Reyes, encontraron a la maquillista Carmen Andino en uno de los comedores del hogar. Andino, quien vive en el hogar, fue la maquillista de WAPA TV por muchos años y se le recuerda por su personalidad extrovertida y festiva. Al reconocerla, los trovadores la rodearon, y la agasajaron.

En la ruta de salida del hogar, las canciones finalizaron en el estacionamiento. En el trayecto, tuvimos la oportunidad de conversar con Luis Pedraza Leduc, coordinador del Programa de Solidaridad de la Unión de Trabajadores de la Industria Eléctrica y Riego (UTIER). Solidaridad tiene como misión ayudar en la transición de las agrupaciones que se encaminan a formar sindicatos, etapa en la cual se encuentra el Colegio de Actores de Puerto Rico en estos momentos. Mientras conversábamos, Anamín Santiago, presidenta del CAPR, hacía una nueva convocatoria para llevarles felicidad a otros compañeros de la tercera juventud, y nos detuvimos a escucharla. Como en Puerto Rico la Navidad se celebra hasta que terminan las fiestas de la calle San Sebastián, no es extraordinario que se forme una parranda el 12 de enero. Ese día, se reunirán en las facilidades del CAPR a las tres de la tarde, desde donde saldrán a visitar a la primera actriz Sandra Rivera, y a Brunilda García. Esperan poder visitar también a la primera actriz Elsa Román.
Santiago expresó: “Quiero exhortar a los colegas de matrícula que visiten a nuestros compañeros de la tercera juventud. La alegría más grande nos la dieron hoy con sus rostros de agradecimiento y sus sonrisas. Aunque algunos no puedan recordarnos específicamente, de aluna manera sí saben quiénes somos, se nota en sus miradas, y significa mucho para ellos que les demostremos que son importantes y no los olvidamos”.
Visiblemente emocionada y agradecida por las vidas de todos los hombres y mujeres que han sembrado sus semillas en el quehacer de las artes representativas en Puerto Rico y hoy disfrutan de su tercera juventud, de la edad de oro, la presidenta del Colegio de Actores de Puerto Rico se despidió citando, con licencia poética, un verso del poema Oubao Moin de Juan Antonio Corretjer: “Gloria a las manos que trabajaron. ¡Alabanzas!”