Por Jaime Torres Torres
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular
El 2016 inicia con una noticia muy relevante para la música puertorriqueña, tras el lanzamiento ayer de la producción “Sinfonía No. 3: La Salsa” del compositor boricua, orgullo de Vega Baja, Roberto Sierra.

De fama mundial, con un premio Grammy y varias nominaciones en la corriente clásica, Sierra celebra que la compañía discográfica Naxos, de proyección internacional, estrene su división latina con el cedé “La salsa” que grabó en vivo con la Orquesta Sinfónica de Puerto Rico, bajo la batuta del director chileno Maximiano Valdés.
En declaraciones exclusivas para la Fundación Nacional para la Cultura Popular, el laureado compositor, pianista y arreglista recordó que la obra “Sinfonía No. 3: La Salsa” fue creada en 2005 y grabada por las orquestas sinfónicas de Milwaukee y Miami, pero la versión de nuestra Sinfónica le complace sobremanera, ya que superó sus expectativas.
“Esta grabación es prodigiosa en el sentido de que nuestra Orquesta verdaderamente, y lo digo yo que he escuchado muchas orquestas, en esta grabación para mí está tocando al nivel de lo mejor que hay por ahí. No lo digo por puertorriqueñidad ni falso orgullo, sino que lo digo por conocimiento de causa y efecto. Ya la grabación recibió una magnífica crítica en Argentina. El impacto inicial ha sido muy positivo. Fue una inmensa labor en términos de esfuerzo y recursos de parte de los músicos y la Administración para sacar este proyecto”, dijo Roberto Sierra, horas antes de viajar a Alemania para presenciar el estreno de su “Concierto para Saxofón y Orquesta”.
El título de la sinfonía, “La Salsa”, alude a la música popular, expresión que, según afirmó, ha sido –y es- un elemento muy importante en su desarrollo como compositor.
“Escribo dentro del ámbito contemporáneo en lo que respeta a lo que llaman música clásica. Creo que son nombres confusos, pero hay que usarlos porque hacen referencia a cosas específicas que nosotros conocemos”.
Sierra se especializa en el manejo de la abstracción musical y de lenguajes no tonales, pero el mundo popular siempre se percibe en su obra. Sierra estuvo expuesto a los sonidos de la Fania All Stars, Ismael Rivera, Héctor Lavoe y La Lupe, que son parte de su bagaje musical.
“Sea de forma directa e indirecta, estos lenguajes se traducen en mi música, a veces más puros y directos, y en ocasiones más transformados. El primer movimiento de la ‘La Salsa’ básicamente es el motivo del tumbao de la salsa tradicional y eso está claro y lo percibe cualquiera. Los gestos melódicos salen del mundo de la salsa, encajonados dentro de un tratamiento estricto del género sinfónico”.
La composición consiste de cuatro movimientos: “Tumbao”, “Habanera”, “Danzas” y “Jolgorio”. En el tercero, titulado “Danzas”, se advierten citas o referencias a Juan Morel Campos.
“Se escucha la cita directa de ‘No me toques’. Esta sinfonía para mí es un compendio de elementos. Yo hice dos sinfonías anteriores, de lenguajes más abstractos, pero en la tercera quise traer todo lo que para mí es importante dentro de mi visión de la música puertorriqueña. La salsa, como expresión popular; el elemento expresivo de la habanera, que es casi como un bolero; las danzas, como elemento del siglo XIX y finalmente el jolgorio, que tiene ese aire de plena y bomba al final”.

El compositor aclaró que no es salsa sinfónica al estilo de Gilberto Santa Rosa. “Esos son arreglos, esto es una composición. Esto es otro acercamiento. No son arreglos de música popular traducidos a salsa, sino que es una cosa que me inventé y creé. El primer movimiento es en forma sonata. Es estrictamente clásico. Estoy mezclando dos mundos que no existían juntos. Es una forma híbrida que se transforma en otra cosa. Uno no se puede limitar a esto u a lo otro”.
Su fascinación por la abstracción se remonta a los años en que dirigió el Departamento de Actividades Culturales del Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico y canalizaba su creatividad e inquietudes en el programa “Música Nova” que transmitía Radio Universidad. la obra “La Salsa
“Si ese tipo de programa no se hace hoy día es una pena. A la distancia de tres décadas, eso estaba muy presente desde mis inicios de mi carrera como compositor profesional. Soy puertorriqueño. Estoy representando los sonidos nuestros y del profundo Caribe”, explicó Sierra al revelar que en febrero será distribuido otro disco con sus obras para piano que incluirá títulos como “Boleros” y “Montuno”.
“Dentro de la idea de este mundo de abstracción, de repensar el género y convertirlo en algo distinto, pero que sigue arraigado a mis raíces puertorriqueñas, de mi memoria de mi vida en Puerto Rico, creciendo y escuchando toda esa música. En mi niñez en Vega Baja, de la misma manera que escuchaba música clásica por WIPR, del Festival Casals, a la misma vez escuchaba la música de la Fania y las velloneras”.
Movimientos como “Jolgorio” y la composición “El baile” revelan reminiscencias de aquellos tiempos en que se nutría de la música.
“Los ritmos son enfocados en el ritmo de bomba, pero claro no es mi intención hacer una bomba tradicional. Lo que hago es revestir de un nuevo lenguaje estas células rítmicas. Igualmente los giros melódicos tienen mucho que ver con la música que escuchaba en las velloneras. Diría que hay una gramática y una sintaxis muy específica de la música popular. Eso es lo que he estado estudiando y recordando a la vez. Es lo que observo y analizo en forma de escrutinio. Luego lo utilizo transformado”.

Sierra aclaró que no cree en “la falsa división” entre música clásica y música popular. Para él la música es simplemente música. “Esos son barreras convenientes que más bien responden al mercantilismo que a otra cosa. Son las etiquetas que se ponen para enfocarse a cierto tipo de público. Las etiquetas para mí resultan cuestionables, sobre todo cuando aluden a estratos y clases sociales y económicas. Eso lo considero sospechoso. Creo que cuando uno escucha la salsa en su mejor momento, en los años 70 y 80, no tiene nada que envidiarle a un cuarteto de cuerdas. De hecho, quizás el cuarteto de cuerdas sí tiene que envidiarle a esos combos por la manera en que tocaban esa música, por esa forma tan absolutamente precisa, conectada a la médula de su lenguaje musical y en una continua y espontánea creación. A veces lo popular es mejor que lo clásico”.
En el concierto del disco “La Salsa”, grabado en la Sala Sinfónica Pablo Casals entre el 10 y el 13 de septiembre de 2014, la soprano Martha Guth interpreta su composición “Beyond The Silence Of Sorrow” de 2002.
“Es una voz muy lírica, muy linda. Es un ciclo de canciones que no está tan arraigado en el folclor y la música popular, por el texto más bien”.
En torno a su asociación con Naxos, Roberto Sierra destacó que es una de las disqueras más importantes del Mundo, cuya distribución es universal.
“Acaban de lanzar Naxos en español precisamente con mi grabación. A mucha honra, están utilizando mi grabación”, concluyó el prestigioso compositor boricua que regresará a Puerto Rico para el estreno en el Festival Casals, el día 20 de febrero, de su composición “Sinfonía No. 5: Río Grande de Loíza”, basada en el poema de Julia de Burgos.