Divertida versión boricua de ‘Calendario’

Por Joselo Arroyo
Para Fundación Nacional Para la Cultura Popular

¿Lo harán de verdad? ¿Habrá truco? ¿Tú crees que se atrevan? Eran algunas de las preguntas que se escuchaban entre risas y complicidad por parte del público, deseoso de que comenzara la propuesta teatral para así disipar sus dudas y pasar un rato delicioso. Ciertamente al darse a conocer que “Las Chicas del Calendario” se presentaría en el teatro nacional, era inevitablemente hacer referencia al filme de Miramax de 2003, “Calendar Girls” y al desnudo artístico que incluye. Esta simpática y divertida historia; que relata la historia de un club de mujeres que para recaudar fondos para una entidad benéfica, decide en esa ocasión producir un calendario de desnudos artísticos, siendo ellas mismas las modelos; ha tenido varias puestas en teatro desde 2008. Finalmente en 2016 entrena en Puerto Rico en una adaptación de Lynnette Salas, la versión criolla de la propuesta.

La pieza fue dirigida por Emineh de Lourdes. (Foto Joselo Arroyo para Fundación Nacional para la Cultura Popular)
La pieza fue dirigida por Emineh de Lourdes. (Foto Joselo Arroyo para Fundación Nacional para la Cultura Popular)

Al llegar a la Sala de Drama René Marqués, del Centro de Bellas Artes de Santurce el pasado domingo, nos encontramos con la sala llena a capacidad con un público mixto que disfrutaba – tatareando y hasta bailado sentados – al ritmo de la música propuesta por la producción a modo de “pre- set” antes de comenzar la pieza. El público estaba seguro que iba a pasar una tarde divertida y aprovechaba cada elemento en la sala.

Justo antes de comenzar salen frente al telón Marian Pabón y Lizmarie Quintana a recomendar que apagaran los teléfonos móviles, exhortación que terminó siendo un paso de comedia bien ejecutado, entre el exceso de formalismo de Marian y la informalidad pícara de Lizmarie, el público disfruto de una nueva manera el conocido “apaguen sus celulares” y terminó hasta repitiendo a coro junto a Lizmarie es estribillo establecido por ésta. Un introito muy divertido que serviría de antesala a la presentación que estaba presta a comenzar.

Desde que sube el telón comienzan las carcajadas al ver la sede del club de mujeres de Guanica, en el cual se encontraban: Cordelia González (Anita), Linnette Torres (Lola), Ángela Meyer (Elsie), Lizmarie Quintana (Celia) y Camille Carrión (Rut) tomando una clase de zumba dirigida por Marian Pabón (Tina). De inmediato entra Suzette Bacó (Marie) y anuncia que el nuevo calendario para recaudar fondos, que tradicionalmente hace el club de mujeres, tendría como tema; el Bosque Seco de Guanica. Luego hace su entrada el esposo de “Anita” el siempre bromista “Juan Sotomayor” (Raymond Gerena). “Juan” para contar a su esposa acaba de llegar del médico en donde le confirman lamentablemente que tiene cáncer. Así continúan las escenas y las ambientaciones de la escenografía, a cargo de Gregorio Barreto, marcando el paso de los meses a través de las distintas festividades, que organiza y participa el club de mujeres. Llega Doña Miguelina Morciglio (Velda González) una elegante dama cívica con la que “Marie” intenta todo el tiempo congraciarse, a ser jurado en las distintas competencias. Un suceso inesperado les lleva a decidir hacer el calendario con desnudos artísticos, siendo ellas mismas las modelos. Y entre pianos, panes, futas, tejidos, café y flores, nuestras chicas posan desnudas. Con cada pose, el público en la sala, aplaudía a las actrices en reconocimiento y aprobación por su valentía. Hecho que desemboca en una recaudación del calendario que supera las expectativas.

La pieza es un reflejo perfecto de la realidad, entre lo “agridulce” y “serio-gracioso”, por lo tanto, con acierto y

simpatía la directora Emineh de Lourdes, vuelve a presentarnos un trabajo completo, demostrando que la creatividad y diversión no está desligado de lo profundo, trascendental y conceptual. También se disfruta la mano de la directora al fusionar a favor de la puesta, los demás departamentos de diseños para que todos trabajen a unificados. Unas luces alegres, coloridas, simbólicas y en momentos “cómplices” de Lynnette Salas, nos dirige el punto focal hacia donde debemos o no debemos ver, sobre todo en el momento tan esperado de la sesión de fotografía, algo completamente esencial en este tipo de montaje. Una creativa y multifuncional propuesta escenográfica de Gregorio Barreto, transforma el espacio escénico en la casa sede del club de mujeres, en el área de exterior de la colina donde se reúnen las amigas y en el estudio de grabación del comercial.

Elenco de la producción "Las Chicas del Calendario". (Foto suministrada)
Elenco de la producción “Las Chicas del Calendario”. (Foto suministrada)

El diseño de vestuario, a cargo de Alba Kercadó, jugó a favor de las actrices, reforzado la identidad individual de cada personaje, a la vez que también en ocasiones contribuía a los chistes visuales de la obra; la estampa del “nacimiento de Navidad” fue hilarante. Se integraba también a la propuesta y reforzaba la personalidad de cada personaje, el maquillaje y peinado a cargo de Bryan Villarini. Las manos sabias de Aidita Encarnación, se hacen palpar en la oportuna y divertida dirección vocal, así como las de Jose “Chenan” Martínez, con su toque creativo y acertado en la banda sonora. La utilería a cargo de Migue Rosa, fue precisa y muy útil sobre todo para la escena de la sesión de fotografías, en la que los elementos de utilería fueron imprescindibles y comodines. Cabe señalar otro aspecto que no suele ser reseñado, la regiduría de Tania Zaí, funcionó con la precisión de un reloj suizo, pues en este tipo de montaje, que involucra desnudos, es completamente necesaria la perfecta ejecución entre la luz y la sombra, sin desentender los demás elementos técnicos.

En cuanto a las actuaciones se reafirma el dicho que “no hay pequeños personajes”. Sin importar qué tipo de personaje, ni cuánto tiempo estuviera en escena, la ejecución era perfecta, acertada e integrada en función de la puesta. Tal fue el caso en esta ocasión con: Raymond Gerena, Gerardo Ortiz, Madelyn Ortiz, Fernando Tarrazo y Ulises Rodríguez. Fue una delicia volver a ver a Velda González de nuevo en las tablas, y pasearse con su gracia, talento y ejecución que siempre la ha distinguido. Suzette Baco, de igual manera supo pincelar para ofrecernos un personaje que odiamos y nos reímos con la misma intensidad. Un elenco compuesto de distintas generaciones, no siempre luce bien al integrarse y este no fue el caso. Pues el elenco por completo estuvo a la altura y más de las necesidades de cada personaje. Dando por supuesto especial distinción a todas las “chicas” que asumieron el reto del “destape” y no limitándose a ese aspecto, además nos brindaron unos trabajos serios, comprometidos, acertados y excelentemente ejecutados. Para Ángela Meyer, Camille Carrión, Cordelia González, Marian Pabón, Linnette Torres, y Lizmarie Quintana; ¡Bravo! y mis respetos a todas estas actrices de semejante calibre.

Al finalizar la pieza con mucha alegría escuchamos a la producción confirmar que se abre el tercer fin de semana. Luego de una “ovación de pie” de toda la sala, a la salida del teatro, por iniciativa de la producción a cargo de: Re- Evolución inc., y Casa Productora inc., con la colaboración de Corporación Teatro Latino y Teatro Caribeño inc., se encontraba personal de la Fundación de Cáncer y Salud de Puerto Rico, recogiendo donativos para poder continuar brindando sus servicios. De este modo no solo podías sentir empatía o lastima por los pacientes de cáncer y sus familiares, sino que también podías llevarlo a un aspecto práctico y funcional haciendo algún donativo, para que tu contribución y deseo llegue a donde realmente hace falta.

Recomendamos no perderse esta excelente experiencia teatral que puede disfrutar en familia. “Las Chicas del Calendario” una divertida comedia en la que se enaltece la hermosura de la mujer a cualquier edad y con cualquier tipo de cuerpo; a la vez que refleja los prejuicios, personas y enfermedades, que son parte de nuestro diario vivir y mostrarla sin tapujos. Ese es el desnudo más importante. Definitivamente, un calendario boricua para la historia.

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