Por Gabriela Ortiz Díaz
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular
Bien se ha dicho que cuando la gente se une se facilitan los procesos para lograr un objetivo común. En 2013, Vanessa Rodríguez Ramos tuvo la iniciativa de querer formar un evento que conglomerara a más de una decena de artesanos rincoeños y del resto del País que se desbordaban en talento, pero no así en recursos monetarios para establecer un negocio propio. De ese deseo, con la colaboración de un sinnúmero de artesanos y con la ayuda del personal administrativo del municipio de Rincón, surgió “Rincón Art Walk”, una actividad comunitaria que auspicia el talento local, así como el extranjero.

Rodríguez Ramos nació en Puerto Rico, pero emigró junto a sus padres a New Jersey cuando tenía apenas ocho años de edad. Tras pasar gran parte de su vida en Estados Unidos, sintió necesario regresar a su país natal. Decidió asentarse en Rincón e inaugurar un espacio para vender artesanía. Luego de tantos percances para instalar el negocio y para que otros artesanos no pasaran por eso, quiso organizar un evento semanal que proveyera el espacio para que distintos artesanos comercializaran su mercancía. De esta forma, a través del arte, Vanessa aportaría al comercio local, al turismo interno y al sostenimiento de la cultura puertorriqueña.
Otros objetivos del evento que se han ido evidenciando a través de estos dos años son dar a respetar la producción artesanal local y, en cierta medida, erradicar la idea de que los extranjeros han invadido esa área del País. El concepto de “Rincón Art Walk” es reunir a distintos artesanos en la Plaza Pública todos los jueves desde las 6:00 de la tarde y acompañarlos con una propuesta musical y gastronómica local. A la iniciativa, también se han integrado los comerciantes que tienen tiendas alrededor de la Plaza.
La fundadora de este encuentro artístico y cultural detalló que hasta la fecha han logrado más de lo que se propusieron porque el junte de arte ha servido para: educar a los puertorriqueños y a los extranjeros sobre la historia nacional; difundir la artesanía como una práctica cultural ancestral; crear conciencia acerca de la necesidad de la unión para evolucionar como sociedad; establecer comunicación entre los artesanos y la administración municipal; unir distintas generaciones de artesanos; en fin, para crear el respeto y la admiración que se merecen todas estas personas que viven de lo que producen con su manos.

Vanessa, que al llegar de Estados Unidos pensó que había esperanza ante tanto abandono en el casco urbano de Rincón, dos años después de constituido el evento, afirma que “el arte es una forma de unir a la gente”. En ese sentido, aseguró que la idea de la actividad no es competir, sino hermanarse, confraternizar y enseñarles a los turistas y a los puertorriqueños que el arte debe ser prioridad porque en él está contenida la historia.
Por otro lado, según expresó Rodríguez Ramos, hay muchos artesanos de la región noroeste que dependen de su creatividad para vivir y no tenían un espacio fijo para exponerse. Para beneficio de ellos, la actividad se pautó para todos los jueves: “No hay balance entre la economía y el arte. Las recompensas (monetarias) de los artesanos eran por temporadas”, indicó.
La fundadora del evento expresó que con la unión se les ha hecho más fácil persistir. Al principio, como no contaban con el apoyo de la Oficina de Turismo de Rincón, el espacio que les habían asignado para el evento fue las aceras que rodean la Plaza. Pero luego de crear un grupo unido, factor que viabilizó la exigencia de lo que se merecían, ocuparon el espacio público de la Plaza. Vanessa sirve ahora de enlace entre la autoridad del municipio de Rincón y la ciudadanía. La comunicación que han sostenido para mantener esta actividad en funcionamiento ha posibilitado concienciar a la autoridad municipal respecto a que utilicen el poder que tienen para ayudar a los ciudadanos, según opinó la joven gestora.

Isleño Distribuye, comandado por Chagy Vargas, las marcas Ecofactoria artesanal y Cosmic Sole, entre muchos otros, son parte de los artesanos que se pueden encontrar en el “Rincón Art Walk”. Las propuestas musicales de Misa ‘E Gallo, Bajo la Luna (grupo de mujeres que mezclan ritmos folklóricos) y de Christian Galarza con la Bomba también han sido parte de esta iniciativa comunitaria que por dos años se ha mantenido firme.
Esta actividad es un ejemplo digno de todo lo que el arte es capaz de posibilitar: la unión entre personas, la educación y creación de conciencia de estas, el progreso económico de una comunidad, el entretenimiento familiar, y el rescate de la historia. Este próximo jueves, como todos los demás, el arte se desplegará en Rincón.