Rafi Monclova ‘saluda’ y reflexiona

Por Jaime Torres Torres
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular

Se distingue por una trayectoria dorada de cinco décadas como cantautor, compositor y productor.

Sus obras, reconocidas con los premios más prestigiosos de la industria, han sido grabadas por Olga Guillot, Carmita Jiménez, Marco Antonio Muñiz, Gilberto Santa Rosa, Domingo Quiñones, Víctor Manuelle, El Gran Combo y otros reconocidos intérpretes.

Monclova escribió originalmente el tema navideño "A saludarte vengo" para Los Hispanos. (Foto Javier Santiago / Fundación Nacional para la Cultura Popular)
Monclova escribió originalmente el tema navideño “A saludarte vengo” para Los Hispanos. (Foto Javier Santiago / Fundación Nacional para la Cultura Popular)

Como instructor de canto y voz, ha sido fundamental en el desarrollo de decenas de cantantes, aparte de que, hoy por hoy, es recordado como uno de los artistas más exitosos del espectáculo en el circuito de cruceros y hoteles.

En la presente temporada festiva, el nombre de Rafi Monclova adquiere resonancia porque es uno de los compositores del disco “Navidades en mi pueblo” de Chucho Avellanet.

El compositor aportó a la producción del intérprete mayagüezano la canción “A saludarte vengo” que todo parece indicar que se convertirá en uno de los estándares navideños de las postrimerías del Siglo XX en Puerto Rico.

En declaraciones exclusivas para la Fundación Nacional para la Cultura Popular, Monclova dijo que nunca compuso inspirado en la Navidad hasta que Gilberto Santa Rosa le solicitó una canción para Los Hispanos.

“Por mi mente nunca pasó la idea de componer cosas de Navidad. Siempre admiré a El Topo, pero nunca lo asocié con la Navidad. En realidad siempre critiqué mucho que la música criolla puertorriqueña se escuchara solo en Navidad”, narró Monclova, un admirador de Chuíto el de Bayamón, con quien conversó decenas de veces, descubriendo que su música se encajonaba en la Navidad.

El doble sentido y la música “cunetera”, según la describe, se apoderaron de la industria en el umbral de la década de 1980. Algo decepcionado, se mantuvo al margen de la expresión, hasta la mañana en que Gilberto lo llamó y pocos días después le entregó “A saludarte vengo”.

“Él deseaba una canción para Wisón Torres, que tuviera sentido cristiano de lo que debe ser la Navidad y quisiera algo que pudiera sonar en radio. Me senté a trabajar e hicimos ese número pensando en la mentalidad de Wisón en realidad, no en lo que me hubiera gustado a mí hacer de Navidad”.

La encomienda de “A saludarte vengo”, ante un papel en blanco, exigió un poco de imaginación. Tras la primera frase, que versa “Es Navidad”, el resto de la letra, que no es muy compleja, fluyó con facilidad.

Rafi comparte con Chucho y Roberto Angleró en "Navidades en mi pueblo". (Foto Javier Santiago / Fundación Nacional para la Cultura Popular)
Rafi comparte con Chucho y Roberto Angleró en “Navidades en mi pueblo”. (Foto Javier Santiago / Fundación Nacional para la Cultura Popular)

“Uno se sienta con un papel en blanco y en realidad no se sabe qué va a salir. Hay cosas que me asustan. Una vez Gilberto Santa Rosa me pidió un número de salsa para su papá y su mamá. Yo me pregunté: ¿cómo se trata eso? De repente, surge una frase después de unos acordes al piano, que se junta con otra y llega la idea central”, explicó Monclova al añadir que la versión de Chucho, en comparación con la original, no experimentó cambios significativos, excepto el arreglo para metales de Aidita Encarnación, productora de “Navidades en mi pueblo”.

“Es una canción delicada que se hizo pensando en el pesebre, en Cristo y los conceptos cristianos, que tan importante son para Wisón. Para mí quedó muy fina y si la tuviera que hacer ahora le quitaría un pedazo y le pondría un poco más de jolgorio. Y la siguen y siguen tocando”.

Mientras, la carrera de Rafi Monclova, según reveló a la Fundación Nacional, atraviesa por una etapa de poca actividad. Los cambios registrados en la industria del disco han paralizado el negocio de la composición, además de que se ha sentido foco de discrimen por edad.

“Lo último lo hice con Sony Discos y decidieron que no querían un compositor de 65 años de edad. Curiosamente el día antes en que se enteraron que tengo esa edad, el nuevo director editorial de ellos recibió mis números y me felicitó. Y me indicó que debo seguir usando al cantante que grabó el demo. Y le contesté que el cantante soy yo. Esa noche me llamó y me preguntó la edad. Cuando le dije 65, respondió: ‘ese es el problema de esta compañía. Eso yo lo vengo a cambiar. Nosotros no podemos estar con compositores de 65 años’. Y ahí me cancelaron el contrato. Pero Gilberto y El Gran Combo han seguido grabando mis números en la salsa, pero esta va camino a ser música del ayer. Ya este negocio se fue al suelo”.

Otra experiencia desalentadora ocurrió con la disquera de Sergio George, cuando produjo el primer disco como solista de Charlie Aponte, titulado “Una nueva historia”.

El ex cantante de El Gran Combo le solicitó cinco composiciones que gustaron mucho. Ejecutivos de la disquera llamaron a Monclova, pero con una oferta que lo desencajó: compartir el 50% de las regalías.

“Pregunté por qué el 50%. Y me dijeron que querían ser coeditores porque iban a invertir en la promoción y que se iba a generar mucho dinero. Pues dije que no y me sacaron los cinco temas. Luego Charlie me llamó lamentándose. Se ha llegado al momento en que ahora, con el poco trabajo que cae, se presentan estos individuos a meter la mano donde no la tienen que meter”, reveló Monclova al asegurar que otros compositores también se exponen a esta difícil situación.

"Ayer y hoy" es la más reciente grabación de Rafi Monclova. (archivo Fundación Nacional para la Cultura Popular)
“Ayer y hoy” es la más reciente grabación de Rafi Monclova. (archivo Fundación Nacional para la Cultura Popular)

Esas y otras experiencias Rafi Monclova las documentará en un libro sobre su vida artística. Además, como la composición es su vida, parte de su talento lo ha canalizado a través de la grabación “Ayer y hoy” que, en una edición especial, ha colocado en establecimientos como Viera Discos.

“Me di el gusto de hacer una serie de canciones que se habían quedado porque quizás no le gustaban al cantante, pero a mí sí. Y las he grabado porque son buenas. No las quise dejar tiradas en una esquina. Son las canciones que más me han gustado y que yo sentía que debía cantar”, indicó Monclova, quien no descarta presentar un recital de sus composiciones inéditas.

Tradicionalmente, la canción de excelencia nunca caducó y la edad de los compositores no fue un criterio de peso a la hora de valorar su talento, cuyas obras trascendían épocas y generaciones. La música simplemente era música. Mas, a su entender, la industria perdió su norte con la irrupción de la era digital.

“Itunes rompió el disco y trajo otra vez el sencillo, por lo que ya la compañía no podía vender 13 o 14 números. La gente te baja por Internet el que desean y el resto se queda sin utilizar. Cambió el formato. También los programas electrónicos de producir música. Ya no necesitas un violín porque lo tienes todo. Son sonidos reales y eso le hace un boquete bien grande a los músicos. Ya no se usan músicos para nada. Lo otro es que si tengo un disco de El Gran Combo, en mi oficina todo el mundo lo tiene porque se comparte, aparte de la cantidad de lugares piratas que aún hay en Internet”.

El cantautor grabó en la década de 1970 para el sello RCA en México. (archivo Fundación Nacional para la Cultura Popular)
El cantautor grabó en la década de 1970 para el sello RCA en México. (archivo Fundación Nacional para la Cultura Popular)

Rafi Monclova no mira al futuro con optimismo. Insiste que es imposible recuperar la bonanza de antaño, cuando recuerda que hubo cantantes que vendían 500 mil unidades de un disco y ahora, escasamente, mueven 10 mil.

“Cuando tienes a un David Bisbal que tiene que dejar de grabar porque nadie le compra nada, es por algo. Lo que sostiene la industria es el concierto. Es simple como hacer un sencillo, pegarlo con mucho dinero en promoción y se prepara la gira. Hoy se graba para presentar las canciones en concierto”.

Semanas atrás Quique Talavera lo invitó a un simposio en el Conservatorio de Música, junto a Cucco Peña, José Negroni y otras personalidades de la industria. ¿El título? “El día que la música murió”.

“Lo hicieron para que los muchachos tengan una idea de lo que van a encontrar en sus vidas. Les dije que son muy crueles. Pero hay una verdad: todos estamos conscientes de que la música, a nivel del negocio, murió. No lo digo yo, lo dice mucha gente. Ocurre en el mundo entero”.

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