Por Jaime Torres Torres
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular
Es un proyecto periodístico que es fruto de la autogestión y de la vocación al servicio de las comunidades marginadas.
La cotidianidad la conectó con Carlos J. Cruz Quiñones, director del Centro Educativo Cultural Empresarial, y otros de los numerosos líderes cívicos, descubriendo que lo que falta en Loíza son herramientas informativas que contribuyan a disipar los estigmas que un sector de la prensa ha generalizado en torno a los ciudadanos del pueblo costero.

Así, tras una carrera en los medios, que incluye la Revista Vea, durante la dirección de Nelson del Castillo, Mara Clemente asumió la aventura de conceptualizar, editar y publicar la revista La Cacica Cimarrona, cuya circulación es bimensual.
“Este pueblo no tiene infraestructura. Cuando entro a la vida comunitaria de aquí, el primer asunto que llega a mi atención, a través de Pedro Recci y Edith Verdejo, es el asunto del conector de la PR-187. Loíza no tiene acceso a vías principales y por eso aquí no hay acceso a una calidad educativa y a servicios que Loíza se merece. Si aquí viene un tsunami, no tenemos un plan de emergencia. Así comprendimos que Loíza necesitaba un medio a través del cual podamos ir a la Legislatura y presentar nuestra realidad”, explicó la periodista Mara Clemente a la Fundación Nacional para la Cultura Popular.
La Cacica Cimarrona, nombre que acuña pensando más en el potencial de la mujer, es una revista que documenta lo positivo del acontecer loiceño, mediante historias culturales, comunitarias, educativas y de interés humano.
Es una manera de abonar a la autoestima de los residentes de Loíza, uno de los municipios marginados del País, con una de las tasas de pobreza y analfabetismo más altas. Es un foro para los amordazados y sin voz de la sociedad posmoderna.
“No es solo para el pueblo de Loíza, sino para los que nunca han desfilado por una alfombra roja o una pasarela. Es un periodismo que también evoca lo que somos como Puerto Rico”, agregó la emprendedora mujer que, además, ofrece talleres de periodismo a los niños y jóvenes del pueblo.

Si en el pasado algunos medios desplegaron titulares sensacionalistas sobre la sangre que se derramó en las calles del pueblo, desde la incursión de La Cacica Cimarrona, hace escasamente siete meses, lo que se derrama es tinta.
“Vamos a derramar tinta y nuestros jóvenes van a demostrar por escrito de qué están hechos. Y nuestros legisladores y medios nos van a conocer porque Loíza también sufre un discrimen educativo, en parte por la falta de acceso a las vías principales”, señaló la ex sargento de la Guardia Nacional.
Como parte de la agenda editorial de La Cacica Cimarrona, cuya impresión consiste de mil ejemplares que, por un donativo de $1.50, se consiguen en establecimientos locales como Quality Mart y próximamente en la Fundación Nacional para la Cultura Popular, se han publicado notas de Samuel Lind, Pleneros del Severo, Choco Orta, Tico Fuentes, La Tribu de Abrante, Marcos Peñalosa y otros destacados loiceños destacados en la cultura, la educación, la música, el civismo y otros campos.
Otra particularidad del periodismo de Mara Clemente es el pensamiento crítico y la promoción de la verdad. Una de las notas más valientes es la censura a los toques de bomba de Leroy Smith en Plaza Las Américas y el abandono de los recursos naturales de Loíza.

“Es una satisfacción espectacular. Me siento como la Esther bíblica, que la llamaron para hacer lo que tenía que hacer. Cuando empecé, consciente de que el pueblo la necesitaba, y vi las limitaciones, decidí hacerlo con lo que tenía y cómo lo tenía”.
La revista La Cacica Cimarrona se registró como una institución sin fines de lucro cuya misión es alfabetizar. “Por eso es que ofrecemos los talleres de periodismo”, dijo la autora del libro de cuentos “Paz para Carlitos”, que analiza el asunto del divorcio.
Mara explicó que, por lo pronto, la revista no publicará una edición digital. “La razón es que pensamos que, como nosotros tenemos Internet, todo el mundo lo tiene. No es así. Menos del 15% de la población tiene acceso. Este medio impreso es para los que no tienen despliegue en otras publicaciones”, aseguró Mara, quien en la edición de febrero abordará el asunto de los estragos del cambio climático en el litoral de Loíza.
La editora informó que para suscripciones le deben escribir a: HC-01, Box 8178, Loíza, Puerto Rico, 00772. Puede pagar por PayPal al acceder [email protected]. También la pueden seguir en twitter a través de CacicaCimarrona y en Internet por lacacicacimarrona.com.
Mientras, la sesión de fotos con la Fundación Nacional se efectuó en el Centro Educativo Cultural Empresarial, localizado en Villa Cañona, una de las comunidades estigmatizadas en Loíza.
Allí, gracias a fondos legislativos, alrededor de 25 niños conocen la riqueza cultural del pueblo mientras aprenden a leer, escribir y a usar computadoras, mediante tutorías y clases supervisadas que son libres de costo.

“La revista es un medio para que nosotros los líderes comunitarios podamos expresar cómo nos sentimos a veces. Parte de nuestra vida ha sido la marginación y La Cacica Cimarrona nos ha ayudado a llevar nuestros esfuerzos comunitarios a otros lugares”, dijo su director Carlos J. Cruz Quiñones, quien junto a sus colaboradores se esfuerza por mitigar los prejuicios hacia Villa Cañona.
Regresaremos la mañana del Día de Reyes, gracias al esfuerzo de la comunidad y a la colaboración de Abrante, para documentar la entrega de regalos a los niños.
Otro privilegio que conceden el periodismo y la vida misma para contemplar el rostro de la esperanza loiceña con su sonrisa más linda.