Por Jaime Torres Torres
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular
Hace un año la salud de José Antonio Rivera, cariñosamente conocido como Tony Mapeyé, estuvo muy quebrantada.
Una operación de corazón abierto, complicada con una neumonía, alarmó a los miles de amigos que el folclorista puertorriqueño ha cultivado durante su militancia en las luchas culturales y sociales de Borinquen.
La misma gente que se embelesa contemplando sus ejecutorias en el cuatro de cuyo traste se incorpora, como un signo

de resistencia patria, nuestra monoestrellada, se unió en un solo corazón orante por su pronta recuperación.
Un año después, como si evocara el título del elepé de su Orquesta Criolla Nacional Mapeyé, “Con el filo del machete”, Tony reanudó su incansable taller cultural, como siempre: ofreciendo lo mejor de su talento, local e internacionalmente, pues ya circula el disco que grabó en vivo en el Teatro Cuyás, en Gran Canaria, junto a invitados como Danny Rivera, Yeray Rodríguez, Beatriz Alonso, Javier Cerpa y Domingo Rodríguez “El Colorao”.
“Cuando un año atrás mi salud se vio tan comprometida, por un mal funcionamiento de la válvula aórtica, yo sabía que tenía muchos buenos amigos y me sentía igualmente querido por ellos, pero no tenía idea de cuántos eran y cuánto en realidad me querían. Tengo que destacar a mi familia, los compañeros del Grupo Mapeyé, amigos cercanos, esos que siempre están en la cotidianidad, pero también esos amigos que no necesariamente te conocen personalmente pero que aman las cosas que tú amas y valoran lo que uno hace por las cosas que ama”, dijo Tony en declaraciones exclusivas para la Fundación Nacional para la Cultura Popular.
Tony celebra en estos días el lanzamiento del disco “Grupo Mapeyé en Islas Canarias”, un doble compacto que documenta parte de la trayectoria de su agrupación y recrea la aportación de Danny Rivera al pentagrama con el disco “Alborada” y sus colaboraciones con el Trío Alpha IV de Jorge Hernández.
“Se logró armar, pese al poco tiempo que tuvimos, un gran espectáculo que fue del agrado del público. Para mí fue una experiencia maravillosa por la aceptación que tuvo, por la integración e interacción que se dio entre todos los artistas y en particular el especial interés que puso el personal técnico. Luego Christian Nieves se encargó de la edición y mezcla del disco”.
Una de las interpretaciones que más le complace es la versión que grabaron a tres voces en el cuatro de la danza “Recuerdos de Borinquen” de Luis R. Miranda. “Es de las danzas emblemáticas de nuestro País. Nunca había escuchado una versión igual a esa porque las que había escuchado eran a dos cuatros. Pero a trío de voces adquiere otra dimensión. Hay que reconocer el tremendo trabajo que hizo Modesto Nieves, armonizando voces en el cuatro”, detalló Tony, quien adelantó que Decimanía Inc. ya gestiona el lanzamiento en Islas Canarias.

“Este fundamentalmente es un disco de colección para la gente que le gusta atesorar cosas muy especiales”, afirmó.
Otro proyecto de grata satisfacción profesional y de gran envergadura en la carrera de Tony Mapeyé es su reciente colaboración con el tresista Pancho Amat en una serie de presentaciones que eventualmente desembocarán en el lanzamiento de la producción discográfica “Son de Cuba y Puerto Rico”.
“Fue una cosa extraordinaria. Fue la primera vez que Pancho visita el País. A Pancho le dieron la visa, pero al grupo que lo iba a acompañar no. Ya teníamos muchos compromisos. Aprovechamos, buscamos los músicos acá y reclutamos parte de la plantilla de Mapeyé, aparte de Christian en el cuatro y el trovador Christian Pagán, que también le gusta cantar boleros y guarachas. Armamos un repertorio todo de música cubana. Fue un junte con Pancho sumamente feliz. Es una persona jovial y buen conversador”, expresó Tony al agregar que ya tiene adelantada la mitad de la grabación en que se escucharán dúos de Pancho en el tres y de Christian Nieves en el cuatro.
Ciertamente, la experiencia de su quebranto de salud, según explicó Tony, le ha permitido aquilatar la aportación cultural de Mapeyé, que califica como “modesta”, y cuánto el pueblo la agradece. “Soy de los que piensa que cada acción que se realice, por modesta o pequeña que parezca, para la concreción de un objetivo, tendrá un efecto acumulativo para el logro del mismo. De esa misma manera se manifestó esa energía positiva que irradió el cariño de tantas personas a través de sus oraciones y buenos deseos. Ejercitando la oración como una herramienta indispensable para la fe. No me cabe la menor duda de que todo ello fue y continúa siendo piedra angular para mi recuperación. Te puedo asegurar que mi amor por mi pueblo, mi gente y la humanidad se ha transformado a una etapa superior, gracias a esa generosidad y cariño manifestado por tantas personas”, indicó Tony, quien también grabará un disco con composiciones inspiradas en el poder de la oración y su agradecimiento a Dios.
A inicios de este año don Tony Mapeyé fue objeto de un homenaje en el Festival de Claridad. En octubre del año pasado se le dedicó la Fiesta del Cuatro del Instituto de Cultura Puertorriqueña. El reconocimiento de Claridad, empero, tiene un significado especial: reconfirmó la útil eficacia de la cultura como arma poderosa en las luchas por la liberación de la nación puertorriqueña.
“La dedicatoria que se nos hizo en la cuadragésima primera edición del Festival de Apoyo a Claridad, además de la

emoción y la alegría que nos causa, fortalece nuestro compromiso de redoblar esfuerzos en el ingente objetivo de una patria libre y justa para todos los puertorriqueños. La cultura, como espina dorsal de la espiritualidad de las naciones, no puede verse apartada de los procesos económicos, políticos y sociales. De ahí que nuestro trabajo por 37 años haya sido de afirmación de nuestra nacionalidad. De los valores que nos definen y particularizan como puertorriqueños, en el concierto de las naciones del mundo. El trabajo cultural de las naciones, de los pueblos, hay que fortalecerlo para garantizar su sobrevivencia y su pleno desarrollo. Por eso la importancia de nuestro humilde aporte, junto a otros músicos, artistas plásticos, actores, arquitectos, poetas, escritores, investigadores, historiadores, educadores, artesanos, en fin, de todos aquellos que construyen y aportan sobre la base de nuestra espiritualidad nacional, para conservarla, promoverla y enriquecerla”, sostuvo.
El respetado cuatrista y trovador aclaró, empero, que a pesar de las agresiones de que ha sido objeto la nación puertorriqueña a través de la historia, y de las contradicciones del sistema que son evidentes en la cotidianidad social, los boricuas no han perdido su identidad.
“Aún sentimos y pensamos como puertorriqueños. Me atrevería a decir casi como un acto instintivo. Cuando asumamos, consciente y plenamente nuestra identidad, seremos capaces de construir la sociedad que queremos y necesitamos para todos los puertorriqueños. En ese esfuerzo incorporaremos todas las buenas ideas que otros proyectos sociales nos presten, adaptándolas a nuestra realidad”.
Incansable promotor cultural y comprometido colaborador de causas como la salida de la marina de guerra estadounidense de Vieques, en estos días a don Tony Mapeyé le ocupa otra causa igualmente meritoria: la excarcelación de Oscar López Rivera.
“Cada uno de los 33 años de su cautiverio, constituye una afrenta a la dignidad de nuestro pueblo y una vergüenza indeleble para el imperio opresor, que lo ha condenado por el delito de amar la libertad de su patria. Delito imposible, como lo calificó nuestro patriota Juan Antonio Corretjer, porque la sedición en la colonia es un deber patriótico. Oscar López Rivera ha venido a ser el preso político más antiguo de nuestro hemisferio. Yo creo que la causa por su excarcelación ha logrado aglutinar la voluntad del pueblo de manera palpable, gracias al trabajo incansable y consecuente de una serie de personas y organizaciones en Puerto Rico y los Estados Unidos principalmente, aunque debo destacar el auge internacional que ha tomado en los últimos meses. Hasta ahora lo que se ha recibido por parte del gobierno de los Estados Unidos es indiferencia y una falta de humanidad saturada de cinismo. No obstante eso, creo que es de suma importancia mantener el reclamo de su libertad y fortalecer todos los trabajos que se realizan en esa dirección. Oscar López Rivera se ha convertido en símbolo de dignidad y resistencia no solo para su pueblo sino para muchos que ven en él, un ejemplo a emular. Reclamamos y exigimos la libertad inmediata para Oscar López Rivera”.
La aportación de don Tony Mapeyé a la cultura del folclor campesino es vasta. Su cuatro siempre canta la Verdad. Conceptos en torno a la liberación de Vieques, a la Epifanía y la creación de un puente para acercar a los soneros de la salsa a la trova son parte de su valiosa contribución a la música.
También ha sido mentor de Christian Nieves Maldonado, el hijo de su amigo y compañero Modesto, como el cuatrista de mayor virtuosismo de su generación.

“Lo considero como un hijo y es sin duda alguna el cuatrista más destacado de su generación. Navegando en el líquido amniótico de la placenta de su madre Beatriz, comenzó a darnos muestras de su aptitud musical. Los que hemos sido testigo de su desarrollo musical, no podemos menos que sentirnos profundamente orgullosos y realizados de alguna manera, en su virtuosismo. Christian logra sincretizar de manera magistral, a mi juicio, las corrientes musicales tradicionales nuestras, con las corrientes experimentales contemporáneas logrando un sonido actual y único”.
Tony Mapeyé resaltó que cuando Christian aborda la música autóctona tradicional puertorriqueña la enriquece considerablemente. Y atribuye el virtuosismo de este joven a la semilla plantada por su padre Modesto Nieves, el Zurdo de Naranjito.
“En sus manos, lejos de escucharse intervenida, se escucha enriquecida; y la música más experimental, quizás un poco alejada de nuestro interés, porque somos de otra generación, nos resulta más cercana y familiar en sus manos. Esto es así gracias al talento y virtuosismo de éste artista. Pero pecaría por omisión si no reconozco el papel desempeñado por su padre Modesto Nieves Fuentes, en su formación y educación musical. Modesto, haciendo honor a su nombre, ha sido para Christian, padre, mentor y maestro y a mi humilde opinión es una de las grandes figuras de la historia musical de nuestro país. A Christian le auguro una presencia internacional sin precedentes, porque nacional ya la tiene y de forma arrolladora, por aquello de que “quien lo hereda no lo hurta” y “de tal palo, tal astilla”.
Don Tony Mapeyé es otro de los protagonistas del taller de Decimanía. Considera que las masas han reconocido la trascendental labor cultural de la entidad sin fines de lucro comprometida con la diseminación del folclor local e internacionalmente.
“A pesar de ser una iniciativa relativamente joven, ha logrado calar en el favor del público puertorriqueño. Retomando un tanto el concepto del Festival Musical Latinoamericano que se gesta a partir del primer viaje de Mapeyé a Inglaterra, Suiza y España en el 1985 y se plasma concretamente en el 1988 con el primer encuentro virtual de payadores e improvisadores y luego real, en el 1989; esta organización ha logrado realizar ininterrumpidamente siete ediciones de la Semana del Trovador con una notable presencia y participación internacional en cada una de ellas.

Pero su accionar no se ha limitado exclusivamente a esto, sino que además han publicado una serie de ediciones discográficas y bibliográficas de diversos poetas populares, como de agrupaciones de música tradicional, incluyendo al Grupo Mapeyé. Sus fundadores, Omar Santiago y Roberto Silva, integrantes activos de Mapeyé, sin duda alguna han rendido un sensible servicio al desarrollo cultural de nuestro pueblo a través de ésta organización, de la cual soy un entusiasta colaborador. Lo menos que podemos hacer, es brindarle todo nuestro concurso y apoyo para continuar la ingente tarea que se han autoimpuesto para promover, divulgar y fortalecer los valores de nuestra cultura”.
Un sueño que Tony Mapeyé espera que el Padre del Universo le conceda realizar es celebrar en 2018 su cumpleaños 70 y el cuadragésimo aniversario de Mapeyé, la Orquesta Criolla Nacional de Puerto Rico.
“Me parece que 40 años de trayectoria musical ininterrumpida merecen celebrarse. Definitivamente estamos planificando un evento que todavía no está del todo conceptualizado, pero adelanto que será algo muy digno de la ocasión”.