Por Jaime Torres Torres
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular
A pesar de su juventud, el tenor boricua Fabián Robles ha brillado en el ‘bel canto’ como intérprete del repertorio lírico, acumulando una experiencia extraordinaria en la representación de roles estelares en óperas de gran trascendencia histórica y cultural, como “Otello”, “La Bohéme” y “Don Pasquale”.
Ahora, en lo que perfila como otro paréntesis en su agenda de trabajo en la música académica, Fabián se prepara para presentar el recital “Homenaje a la Danza Puertorriqueña”, el próximo domingo, 22 de noviembre, en el café-teatro de la Fundación Nacional para la Cultura Popular, en la Calle Fortaleza en el Viejo San Juan.
En mayo pasado, en la coyuntura del XXV Festival de la Danza, celebrado en Mayagüez y organizado por Luciano Quiñones, Fabián interpretó el repertorio que llevará a la Fundación, acompañado por el pianista y estrecho colaborador Julio Suárez.
“Es un lugar más íntimo, mucho más accesible para la gente de acá y se nos ocurrió presentarlo acá, aparte de que estamos pensando ver si hay alguna forma de hacer una grabación porque, como he dicho, hay danzas grabadas instrumentales y otras grabadas por voces femeninas, pero en voces masculinas son muy pocas”, dijo Fabián en entrevista telefónica.
Su interés en el concierto –y posteriormente en la grabación- es abordar la diversidad del repertorio de la danza puertorriqueña.
Así como en la balada Serrat grabó “Penelope” y Nino Bravo la balada “Noelia”, en nuestra danza trascienden obras

como “Margarita”, “Laura & Georgina” y “Violeta”.
“Son danzas con nombres de mujer y tenemos otras que son más alusivas a la Patria y a la nostalgia, como “Recuerdos de Borinquen”, “Verde luz” y “Perla del Caribe”, y otras como “Vano empeño” de Juan Morel Campos que cubren el periodo clásico”, dijo Fabián.
“Es un género que tiene características europeas clásicas y vertientes más puertorriqueñas y típicas. Esa mezcla yo la encuentro súper interesante. Y la mayoría de las letras dan énfasis a la belleza de la mujer puertorriqueña o a la tierra, dos amores que para mí van de la mano”, añadió.
El tenor alberga la inquietud, igualmente, de promover la danza entre las nuevas generaciones porque se trata de un repertorio rico, acumulado a través de dos siglos.
“No se pueden cubrir todas, pero aunque la gente no las conozca el repertorio de danzas es infinito. Son 200 años de composición, pero lamentablemente no todo es conocido. El Círculo de Recreo de San Germán se ha encargado con el Instituto de Cultura de hacer un estudio musicológico de las danza. Muchas están en los archivos y ahora hay que sacarlas a la luz. Eso es parte de lo que estamos intentando promover porque es una parte de nuestra cultura que la gente debería conocer”.
Tradicionalmente, la danza se ha asociado con el piano, pero eso no significa que, por ejemplo, resulte un reto para Fabián interpretarlas con otro acompañamiento, tal vez con violín y cuatro, como quisiera en la función de la Fundación.
“Muchas son compuestas para piano […]. La cuestión del acompañamiento, obviamente, es por una consideración de presupuesto. Con el piano es más abarcador, pero estamos gestionando incluir un cuatro y un violín. El cuatro es un instrumento que donde quiera que uno lo ponga, bien tocado, suena bien. En danzas patrióticas, como “Recuerdos de Borinquen”, cae como anillo al dedo. En las clásicas, como las de Morel, el violín le daría un toque más de salón”.
Otro desafío, por la naturaleza de la danza festiva y romántica, es el balance entre su fraseo o expresión y el despliegue de su registro vocal. Una melodía como “Tú vives en mi pensamiento”, obra de Eladio Torres popularizada por Danny Rivera, no exige el rigor de la canción de arte.

“No requiere el rigor o el virtuosismo de muchas cosas de ópera que por el tipo de voz que tengo, de un tenor lírico y tenor agudo que canta muchas cosas de coloratura, del bel canto, que técnicamente son difíciles, este tipo de repertorio no requiere un gran despliegue vocal, pero todo tipo de música tiene cierto tipo de dificultad en un modo u otro. En el caso de la danza lo que he encontrado es que cada parte se repite y mentalmente se requiere mucha concentración. Vocalmente, el reto para mí es mantenerme en el registro central grave en que fueron compuestas. La danza es un género que requiere mucha interpretación en el fraseo y los matices”.
Después de su “Homenaje a la Danza Puertorriqueña”, Fabián Robles quisiera más adelante, tal vez para febrero, Mes del Amor, presentar un recital de sus versiones de los éxitos de Nino Bravo y José José.
“Posiblemente, incluso, en la misma Fundación, que se presta para eso porque tiene esa intimidad que provee una atmósfera súper buena y el público que aprecia ese tipo de música, que es lo que más importa”.