Por Gabriela Ortiz Díaz
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular
Por ser una imagen emblemática de la puertorriqueñidad y por tantos años como aliada apasionada de la bomba, en el 2010 Samantha Brown, conductora estadounidense de programas de televisión como Travel Channel, entrevistó a Tata Cepeda con motivos de difundir el trabajo de la bailaora a través de uno de los más importantes medios de comunicación de la actualidad.
Hace unos días volvió a repetirse esa historia cuando el equipo de trabajo del programa de televisión “Local Eye”, transmitido en Los Ángeles, California, grabó el esplendor de Tata Cepeda y de los integrantes de Gracimá en los predios del Catillo San Felipe del Morro. Así, la bomba que profesan con entusiasmo formará parte de una nueva temporada del programa, que busca capturar figuras representativas de las culturas de distintos países, además de personas que se dediquen a distintos quehaceres dentro de esas culturas, según indicó la productora asociada de la compañía puertorriqueña que sirvió de conexión entre Tata Cepeda y el equipo de “Local Eye”.
Luego de grabar solamente a la Mariposa de la Bomba, como se le conoce a Tata por uno de sus destacados piquetes, en la sede de su escuela en el segundo piso de la Fundación Nacional para la Cultura Popular, hicieron tomas de la ejecución de las manos sobre los barriles. Después, grabaron cuatro números, entre ellos un yubá y un holandé, interpretados por el grupo Gracimá completo y con la hermosa vista del mar que se presencia desde El Morro.
Los integrantes de Gracimá que participaron en esta especial grabación fueron: Ián Maldonado, Mía I. Rivera, Carie

Martínez, Glorimar González, Ivonne Rodríguez, Joshua R. Guerra, Lourdes Hernández, Manuel Ayala, Mario Cepeda, Maritza Polanco, Natalie Salas, Nydia González, Thalía Liz Guerra, Santos Benítez, Tanya Aponte y Félix de Jesús.
Ha habido exponentes de la bomba puertorriqueña que a través de la historia han despegado este género musical del suelo nativo para exhibirlo en foros internacionales; que se han comprometido con la autogestión de propagar estos ritmos y bailes ancestrales que constituyen parte del folklor de nuestro pueblo; que continúan con el legado de los pioneros de la bomba puertorriqueña e inclusive, crean nuevas fusiones rítmicas estudiando, integrando y respetando la base.
Definitivamente, hay que incluir en esa lista de gestores de la bomba a Margarita “Tata” Cepeda, quien lleva 45 años como bailaora profesional, la que fundó y dirige la Escuela de Bomba y Plena Doña Caridad Brenes de Cepeda y quien también lidera el grupo de baile y percusión Gracimá. Desde esas tres facetas de su vida, que bien se unen gracias a los ritmos que llegaron a ella por sus abuelos, Don Rafael y Doña Caridad, Tata Cepeda ha contribuido por años a la permanencia del género en la cultura puertorriqueña.
La nieta mayor de Don Rafael Cepeda convierte cada espectáculo que presenta en la manifestación viva de lo que siente por la bomba porque son reales sus convicciones: “soy negra puertorriqueña del siglo presente. Mi negrura la expreso a diario a través de mi arte, a través de lo que amo y me apasiona: mi Bomba Puertorriqueña, nuestra Bomba. Lo hago respetando lo que aprendí de mis abuelos en el seno familiar, resaltando la belleza de nuestra cultura, transmitiéndoles el orgullo que siento a miles que admiran el trabajo incesante que realizo, e innovando para que las generaciones presentes y futuras se identifiquen y sientan el deseo de conocer la riqueza de la herencia de nuestros antepasados”.
Complacidos salieron los productores del programa norteamericano por haber podido capturar con sus cámaras el contraste de las murallas del Morro y las coloridas faldas de las bailaoras: las primeras, impregnadas de la terrible historia esclavista de nuestros ancestros negros, y libremente danzantes las segundas. Aunque el cielo estaba gris y las nubes cargadas de agua, el sonido de los cueros, las voces que como eco retumbaron entre los muros, y los pasos precisos de cada bailaor y bailaora brillaron en aquella estampa que se exhibirá en televisión a través del programa “Local Eye” a principios del año entrante.