Por Jaime Torres Torres
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular
En medio de tantas noticias negativas, el contrabajista y compositor puertorriqueño, de fama mundial, Eddie Gómez será la atracción principal hoy de un concierto vendido a su capacidad en la sala Barbican, como parte de la programación del EFG Jazz Festival de Londres, Inglaterra.

Gómez se unirá al compositor Simon Bainbridge en el estreno mundial de una obra que consiste de movimientos de música clásica y jazz. Eddie será acompañado por el reconocido conjunto Britten Sinfonia, que dirigirá Kristjan Järvi.
En declaraciones exclusivas para la Fundación Nacional para la Cultura Popular, Eddie narró su encuentro con Bainbridge. “Simon asistió a uno de mis conciertos, se me presentó y me dijo que estaba interesado en componer una pieza para mí en la que yo sería el solista con el acompañamiento de orquesta. Él es un compositor clásico contemporáneo, pero muy abierto a colores diferentes. Le dije que sí. El reto y la idea me parecieron muy interesantes. Me habló de hacerlo en el Barbican en Londres, como parte del festival de jazz. Será el estreno de la pieza, principalmente clásica y mi aportación viene del mundo del jazz”, dijo desde Londres el legendario Eddie Gómez.
También interpretará la composición “La Creation du Monde” de Darius Milhaud y el arreglo de Claus Ogerman del estándar “Symbiosis” del pianista Bill Evans, con quien tocó hace más de 40 años. “Es un concierto medio clásico y medio jazz. Voy a tocar la pieza ‘Symbiosis’ que grabé con Evans en los 70”.
Mientras, tras sus discos más recientes, “Further Explorations”, junto al pianista Chick Corea y el baterista Paul Motian, y “Per Sempre”, grabado en Bolona, Italia, y distribuido en 2012 por BFM Jazz, Eddie ha participado como invitado en alrededor de una decena de grabaciones.
“El disco con Chick ganó tres Grammy. Eso es lo más reciente. Tengo otros proyectos como artista invitado. Lo que estoy trabajando ahora son conceptos más sinfónicos y a trío, que vengo con un disco nuevo porque mi corazón está con el jazz y con mi trío”.
Su disco “Per Sempre”, un concepto de “smooth jazz”, música europea y las fusiones del jazz y lo clásico que se

identifican como “third stream”, lo grabó con un quinteto de músicos italianos que encabeza junto a Marco Pignataro, quien lo reclutó como profesor residente del Conservatorio de Música. “Marco fue el que me invitó al Conservatorio. Tenía la idea de grabar con Marco y los músicos italianos. Hicimos varias giras por Europa. Es una grabación que tiene sus raíces en el jazz y en diferentes ondas, pero lo que fluye es una muy particular”.
Uno de sus sueños discográficos es combinar el idioma del “straight ahead” con la música popular puertorriqueña, enfocando hacia la obra de Sylvia Rexach y Noel Estrada. “Me gustaría hacer una grabación de melodías de Puerto Rico, específicamente de Sylvia, y selecciones como “En mi Viejo San Juan”, que me encantan. Pero no la he podido realizar. Estuve en el Conservatorio, pero ya no tiene fondos para tenerme como profesor residente.
Desgraciadamente, yo que estaba por hacer ese proyecto, lo he tenido que poner en espera porque ya no estoy conectado con el Conservatorio. Pero hace mucho tiempo pude hacer algo parecido con Lucy Fabery”.
Aunque Eddie Gómez es un músico caribeño, el tambor ha estado ausente en su discografía. Aún no descarta incursionar en el jazz latino con la intensidad a que está acostumbrado el público mundial.
“Crecí escuchando salsa. Aunque en mi música no hay tambores, yo los escucho en mi corazón porque los llevo en la sangre”, dijo en entrevista con este periodista.
Eddie Gómez se abrazó al contrabajo cuando cursaba la secundaria. Y despertó al jazz en 1959, al unirse a la banda juvenil del Newport Festival. Nunca imaginó que mientras estudiaba música clásica en Julliard tendría el privilegio de tocar con la banda del clarinetista e icono de la era del swing, Benny Goodman.
Así comenzó la historia del puertorriqueño Eddie Gómez, hijo de Santurce que ha recorrido el mundo tocando con

maestros del jazz como Rufus Jones, Marian McPartland, Gerry Mulligan, Chick Corea, Hank Jones, Freddy Hubbard, Gary McFarland, Paul Bley y otros.
De sus andanzas jazzísticas, hay dos que son muy significativas, en particular por lo mucho que, emocional y afectivamente, representan para su vida: su encuentro con el pianista Bill Evans y su amistosa relación con el polifacético Charles Mingus.
Durante 11 años Gómez tocó con el trío de Evans, a quien recuerda como su padre musical. “Con Bill empecé a entender lo que es un artista y comprendí lo sutil del arte musical”.
Al contrabajista Charles Mingus lo conoció en el club niuyorquino Bradley’s, lugar que frecuentaba. Fascinado con su talento, Mingus le pidió que lo sustituyera en su grupo.
“Mingus se sentaba en una esquina a escucharnos. Una noche me invitó a la grabación del lp “Me, Myself & I”. Estaba muy enfermo y más que un reemplazo, para mí fue como hacerle un homenaje. Era nuestro ídolo, era un icono”, recordó Eddie, de 71 años.
Después de colaborar con Mingus, Eddie fue uno de los fundadores de Steps Ahead, agrupación con la que recorrió Europa y Japón, país que en 1970 visitó con el trío de Bill Evans.
Eddie se ha presentado en Japón más de setenta veces. Es su mercado más importante. Allá toca y mercadea sus grabaciones. Fruto de sus viajes a dicha plaza es su grabación “Live In Japan”, realizada en vivo hace más de una década en Genova, Fuji-eda City, junto al baterista Jimmy Cobb y el pianista Stefan Karlsson.
“Live In Japan” es un viaje por el sentimiento y el swing del jazz “straight ahead”, en el que Eddie desplegó su virtuosismo y respetable técnica con una serie de ejecuciones como acompañante y solista, acudiendo a veces al arco y a “scats” que amplían la dimensión del trío.
“Polydor lo lanzó”, indicó este estudioso de la música de Miles Davis, John Coltrane y Sonny Rollins.
Eddie Gómez regresará a Puerto Rico para celebrar la Navidad junto a su inseparable esposa Carmen y sus amigos.

“Siempre regreso porque es mi Patria. Antes, iba más a menudo, más que nada, por mi mamá. Pero ella falleció. También iba por mi compromiso con el Conservatorio. Pero ya veremos lo que sucede más adelante”.
Antes de concluir la entrevista, Eddie lamentó los recientes actos terroristas en París, Francia, un mercado que visita regularmente y donde se presentó durante el verano pasado.
“Sufro mucho por la gente que muere y atraviesa por este momento, que somos todos de alguna forma. Sufro también por las respuestas de venganza. Para atacar el problema uno tiene que conocer un poco de la historia. Uno no puede aceptar las acciones de esta gente, pero se tiene que conocer al enemigo para entender cómo piensa. El ataque no debe ser con bombas. Uno tiene que ser más específico. Al atacar a un país entero, como responden los países, se hacen más daño que al mismo enemigo. Es triste cuando estas cosas pasan, sobre todo en sitios donde uno se siente seguro. Eso es parte del terror que siembran los fundamentalistas radicales”.