Por Jaime Torres Torres
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular
Hace alrededor de 25 años, cuando acompañaba a Luisa de los Ríos y al payaso Miki en un programa infantil y se desempeñaba como director musical de Carmita Jiménez, Braulio, El Puma y otros cantantes, José Negroni no imaginaba que, con la entrada del tercer milenio, se establecería en el jazz.

El pianista es uno de los finalistas boricuas en la categoría del jazz latino en la decimosexta ceremonia de premiación del Grammy Latino que el 19 de noviembre se celebrará en el MGM Grand Garden Arena, en Las Vegas, Nevada.
Con la producción “Negroni Piano Plus 9”, el artista obtuvo su tercera nominación al Latin Grammy, tras aspirar al fonógrafo de oro en 2005 con el disco “Piano/Drums/Bass” y en 2012 con “On The Way”.
“A esta producción le tengo mucho amor porque es la primera que hago en Puerto Rico. Es un regalo de Dios esta nominación porque la gente que vota es gente de la industria, que en vez de ser apasionados como el público, son más fríos y el reconocimiento, el aprecio y la alegría son mayores. Y eso te da energía para seguir hacia adelante”.
“Negroni Plus 9” es un concepto de dúos con intérpretes como William Cepeda, Charlie Sepúlveda, Humberto Ramírez, Rafael Valencia, su hijo Nomar, Leo Quintero, el Dr. Ed Calle y, como invitados en las selecciones vocales, el tenor César Hernández y el grupo de voces a capella NOTA, que integran Edgar Ríos, Craig Cacciola y Juan Elí Díaz.
Negroni grabó nuevas versiones de estándares como “Caravan” de Juan Tizol & Duke Ellington, “El día que me quieras” de Gardel & Lepera y “Take Five” de Paul Desmond, junto a composiciones originales de William Cepeda, como “Danza sentimental”, y de su autoría, como “Francisca”, inspirada en su señora madre.
“Grabamos en el estudio del ingeniero Harry Aponte, que es un excelente pianista también. Y tiene un gran piano Yamaha, un gran piano de concierto, y lo hicimos en su estudio con varios invitados. Para mí es un disco de mucho valor”, dijo Negroni a la Fundación Nacional para la Cultura Popular.
Negroni, quien se ha presentado en dos jornadas del Puerto Rico Heineken Jazzfest y no descarta regresar pronto para una presentación del disco “Plus 9”, distribuido por Sony Latin, incursionó en el jazz poco después de establecer su domicilio en Miami. A preguntas de la Fundación, confesó que hace 20 años no se proyectaba en el jazz.
“Para nada. Lo tocaba, pero sin ninguna seriedad como tal. Estaba como director de artistas y tocando piano.

Esto surge cuando me mudo a Miami en 1995, que mi hijo Nomar estaba terminando sus estudios en Berklee y él mismo me dijo por qué no hacíamos un trío y así comenzamos”.
No demoraron mucho en componer y ensayar el repertorio de su primer cd “Naturaleza”. Así, Negroni’s Trio fue firmado por Universal Music Latino y el ejecutivo Eddie Fernández, un gran amigo suyo, curiosamente también nominado este año al Grammy Latino con el cd “Jazzeando”.
“Para mí es una alegría impresionante porque Eddie es un gran amigo y un gran ser humano. Una persona que le gusta ayudar a todo el mundo. Un gran profesional como músico y como artista. Tanto me alegré por mi nominación como por la suya”.
Su proyección en el jazz no ha exigido esfuerzo mayor porque Negroni siempre escuchó a los grandes pianistas de la tradición, como Bill Evans, Oscar Peterson y Chick Corea, su mayor influencia como jazzista y con quien algún día le encantaría grabar.
“El dominio del instrumento estaba por mi experiencia en la música clásica y todo el taller. Cuando hice el segundo álbum “Piano/Drums/Bass”, que estuvo nominado al Grammy Latino, decidí tomar la cosa en serio. El pequeño éxito que ha tenido el Negroni’s Trio, que ya tiene nueve producciones, es que la fusión entre clásico, ‘world music’ y jazz ha gustado, aunque no pienso que soy pianista de jazz como tal. Soy un pianista que interpreta melodías y tocamos nuestras composiciones”.
Hoy, tras dos décadas de taller en el jazz, José Negroni define el género como “exquisito y exótico”. “Por el elemento de la improvisación; porque la gente no sabe qué es lo que viene”, explica el artista que considera que la expresión ha perdido la rigidez de antaño y hoy se expone a la influencia de otras corrientes musicales.
“Los jazzistas ya comprenden que tienen que mezclar su música con detalles más comerciales para llegar a todo el público. El público es brillante e inteligente. Nosotros hacemos música para el público. Las grandes figuras del jazz, incluyéndome pero sin ser grande, nos hemos dado cuenta de la necesidad de música comercial, copiando de lo que hacen los rockeros, los raperos y del mundo comercial para que no muera. Si los jazzistas se quedan en su esquina, como genios y dioses, se puede acabar. Es lo que sucede con la música clásica, que antes era intocable. Hoy día los grandes directores y solistas de las orquestas sinfónicas hasta hacen chistes en los conciertos para que el público se involucre”, abundó Negroni, quien a los 13 años fue discípulo de Papo Lucca.
Con nueve discos grabados, distribuidos mundialmente, José Negroni es un buen ejemplo de que la crisis en la

industria discográfica es relativa; quizás más de carácter estratégico y creativo.
“Lo que ha pasado con las ventas del cd, para mí la culpa la tiene la misma industria. No es el público que ha dejado de comprar. Creo que se quedaron muy sentados en la silla. Esto cuando mis amigos de la industria lo lean se van a reír porque saben que es verdad o me van a odiar con cariño porque se quedaron sentados y dejaron que todo el mundo trabajara por su cuenta. Ellos mismos hicieron la promoción de que los discos no se venden. Yo no me monto en el carro de que las cosas están malas en la industria. Sigo trabajando, con mis altas y bajas, sigo grabando mis discos y los vendemos en los conciertos”, dijo el pianista que durante una década dirigió la división editorial de la multinacional Sony.
José Negroni, quien estará en Las Vegas entre el 17 y 20 de noviembre, concluyó con una exhortación a sus colegas: nunca limiten su creatividad.
“A los músicos, que sigamos bien pa’lante y cada día grabemos más, que es lo que se queda para toda la vida”.