Monin@s con historias, clave y colorido

Por Jaime Torres Torres
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular

Hay salser@s que llevan al Sonero Mayor en el corazón y en la muñeca de su brazo derecho.

Bailan, sudan y brindan con él; lo huelen, besan y miran a cada minuto, al acostarse y al despertar; en la oficina o la playa; durante un aguacero o una tarde de sol.

Maelo y su inolvidable “ecuajey” los acompaña en un brazalete diseñado y cocido con mucho colorido por la multifacética mujer Gloribel Delgado Esquilín.

La obra aludida es parte de las creaciones de su Mundo Monino, en cuyos muñecos y brazaletes con historias la

En su proceso creativo Gloribel Delgado usa y recicla materiales como corbatas en sus artículos. (Foto Jaime Torres Torres para Fundación Nacional para la Cultura Popular)
A través de sus brazaletes Delgado transmite mensajes de bienestar e identidad. (Foto Jaime Torres Torres para Fundación Nacional para la Cultura Popular)

comunicadora y periodista integra la costura, el arte y la literatura, entre otras expresiones artísticas.

“Maelo es sabrosura, es el Caribe. Hacer a Maelo es conectarme con la africanía, pero con la salsa, el remeneo, las caderas… Maelo es una fiesta”, explicó Glori, quien nació un 13 de mayo, día en que falleció el Sonero Mayor.

Después de estudiar Periodismo en Nueva York y España, Glori trabajó como reportera en varios medios nacionales, además de maestra y como relacionista profesional.

Como le suele suceder a no muy pocas personas, hubo un momento en que necesitó hacer una introspección para encontrarse y armonizar consigo misma.

Inmersa en un proceso de fortalecimiento de su autoestima, su amiga Nora González le sugirió que se hiciera una muñeca y le escribiera. Y así nació Lola, quizás su alter ego porque a Glori la apodan Lola.

“Dejar el periodismo y meterme a artista no es un proceso fácil ni que tampoco fluye perfecto porque hay momentos en que uno se pregunta por qué está ahí. Hubo un montón de subes y bajas emocionales. Y mi amiga me dijo que le contara mis cosas a Lola”.

Se reconectó con su niña interior y descubrió que debía jugar. Su explicación es la mar filosófica. Hoy afirma que su niña es la verdadera artista. “Si estás muy sesudo o intelectual, o si se piensa mucho en racionalizar las cosas, el arte creo que no fluye. Fluye desde un lugar lúdico, donde juegas y te das permiso a hacerlo bien o mal. Si se entra en el arte para que todo sea perfecto, no se tiene éxito”, recordó Glori, quien estudiaba Cine en Buenos Aires, Argentina, cuando optó por el arte como lenguaje de su nueva expresión.

Desde entonces, cada muñeco tiene su historia. Glori cuenta que Lola nació el 8 de marzo de 2012, Día Internacional

(Foto Jaime Torres Torres para Fundación Nacional para la Cultura Popular)
La cultura popular y sus personajes emblemáticos forma parte de su quehacer en el arte. (Foto Jaime Torres Torres para Fundación Nacional para la Cultura Popular)

de la Mujer, por lo que no repara en aclarar que es feminista y que, como ella, le gusta bailar, viajar, leer cuentos y defender a las nuevas generaciones.

Sus manos e intelecto le han impartido “vida” a alrededor de 400 muñec@s. Algunas nacieron de sus vivencias o de la tela que los origina, tal el caso de Monono, la representación de la esperanza en medio de la adversidad porque lo hizo de un pedazo de seda que encontró días después del terremoto que en 2010 devastó a Puerto Príncipe, Haití, a donde se trasladó como voluntaria para ofrecer ayuda humanitaria.

“De ese pedazo de tela hice a Monono y el cuento tiene que ver con Haití. Encarna la esperanza. Tuve la alternativa de ir como periodista o como voluntaria. Y me preparé para encontrar belleza dentro del caos. Encontrarme un pedazo de seda fue una confirmación. En medio de lo más feo se puede encontrar seda”.

De Monono, nacieron los Moninos. Y uno de ellos es el insigne compositor Tite Curet Alonso, que diseñó en forma de cojín y exhibió en la Feria del Libro en Perú.

El texto que acompaña la obra del autor de “Las caras lindas” suena a clave y entraña saoco.

“Don Tite: Cocolo, poeta y hombre de pueblo. Don Tite Curet Alonso fue el antropólogo sin títulos que retrató a su gente. Compositor, escritor y buen cuentista, don Tite narró la historia de su país en miles de letras inmortales. Sus canciones de salsa pasaron de garganta en garganta, de piel a piel, de vellonera a vellonera. Sus letras reproducen a un Puerto Rico que se menea en medio del calor y el caos, en medio de la fiesta y el tapón, de la risa y el junte de razas. Símbolo indudable de la gente sencilla, de ese Puerto Rico antillano, rumbero, patriota, buena gente, de un país más poderoso de lo que se ve”.

Otra “Monina” del mundo de colorido y clave de la niña que se rebela en Gloribel Delgado Esquilín es un extraño personaje cuya religión, es el baile y su templo, el club nocturno. Su nombre es Gloria Saoco, representa a su mamá y la artista expone en un fragmento de su semblanza literaria que:

“Es fiesta, salsa y guaguancó. Gloria Saoco siempre está lista para la rumba, para vestirse como diosa y salir a la pista a mostrar lo que mejor sabe: menear el esqueleto”.

Así, con la conjugación e integración de la costura y el bordado, el arte, la poesía y el periodismo literario, sus búsquedas espirituales, su conciencia ambiental y su alma de niña errante y traviesa, Glori se ha inspirado en Óscar López Rivera, Luisa Capetillo, Mariana Bracetti, Julia de Burgos y otros personajes históricos, anónimos, cotidianos e imaginarios, como Sargazo y Catalina, cuyas imágenes recrea en muñecos, cojines, pulseras y brazaletes.

“Reescribo micro cuentos, con mi reinterpretación de quiénes son ellos”, afirmó la artista, creadora de alrededor de

En su proceso creativo Gloribel Delgado usa y recicla materiales como corbatas y retazos de tela. (Foto Jaime Torres Torres para Fundación Nacional para la Cultura Popular)
En su proceso creativo Gloribel Delgado usa y recicla materiales como corbatas y retazos de tela. (Foto Jaime Torres Torres para Fundación Nacional para la Cultura Popular)

250 personajes.

Su materia prima son encajes, pedazos de telas, incluso de Senegal y Australia, y corbatas que le han regalado o que sencillamente, impulsada por su compromiso con la conservación del medio ambiente, reúsa y recicla. “Algo que para alguien era basura yo lo voy a resignificar y se va a convertir en algo que solo esa persona va a tener”.

Su celo por el ambiente lo personifica Manca Franca, una sirena grande en cuyo estómago tiene la osamenta del pez impreso, mediante un grafiti, en uno de los tanques que desde hace casi seis décadas deslucen y contaminan el litoral de la Playa Flamenco en Culebra.

“Es la historia de la sirena de Culebra que está infectada y se está empezando a morir. Y los bebés no tienen eso. Ellas salen del agua a pedir ayuda. La idea es que las ayudemos a limpiar el fondo del mar y a sembrar corales, donando dinero a una fundación que hay en Culebra, esas sirenas no tienen el pez”.

En las ferias de artesanías, la persona que se detiene frente a la mesa de Glori se expone a una experiencia didáctica que disfrutan grandes y chicos.

Desde Borinquen, sus muñecos han llegado a Finlandia, Perú, España, Canadá, México, Argentina y Estados Unidos. La artesana, licenciada en Fomento Industrial, los promueve por Facebook y los jueves los tiene al alcance de los turistas en Casa Arturo Somohano en el Viejo San Juan.

Su meta a corto plazo es publicar un libro sobre su obra. “La historia de cómo comenzó mi proyecto a través de un

diario de viaje. Será un libro de arte; un libro objeto, que tú lo abras y tenga tela. Quiero invitar a la gente a ‘jugar’, que entiendan el proceso creativo, que conozcan mis vivencias en Argentina, Perú, Haití y Puerto Rico y vean cómo de unas bolsas de basura que encontré en la calle terminé con una empresa”.

En la ruta de la autorrealización, rodeada de gente con “buenas vibras” y con la creatividad brotando a raudales, Glori se siente feliz. Se reencontró en la sencillez de un arte integral en que palpita la vida misma.

Con sus manos ha revestido la guerra con la paz; la fealdad con la belleza; las tinieblas con la luz, las pesadillas con las quimeras y el mal con el bien.

Su Mundo Monino ya no es suyo. Es de muchos y está al alcance de todas y todos. La única condición es despertar al niñ@ interior y permitirle jugar y jugar, en serio.

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