Por Gabriela Ortiz Díaz
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular
Durante el 12mo Festival Internacional de Mimo y Teatro Físico en el Caribe, mimos de Polonia, Francia, Ecuador y Puerto Rico demostraron el arte de la mímica en sus diferentes estilos: clásico, contemporáneo y experimental.
Este junte internacional anual existe gracias a Polimnia, compañía puertorriqueña que fundó el Festival en 2001 y

que, para mantener vivo el arte del teatro físico y del mimo corporal en el País y el Caribe, ha cumplido vehementemente con objetivos como: darle exposición al talento nuevo nacional e internacional, llevar el arte del mimo más allá del estereotipo de una cara blanca y romper con las barreras del lenguaje y la incomunicación verbal entre pueblos y continentes.
Precisamente, la pantomima es un género dramático que se enfoca en representar una historia sin la intervención de diálogos ni palabras habladas; aquí las expresiones, gesticulaciones y movimientos corporales le permiten al espectador comprender la narración. Por eso, a través de los movimientos se desdibujan las fronteras que marcan los diferentes lenguajes del mundo.
Pero, si al descodificar los lenguajes hablados se producen múltiples interpretaciones, al presenciar un espectáculo de teatro físico y mímica corporal, los espectadores tienen aún más libertad para descifrar diversos significados.
Como un banquete preparado con los mejores manjares, los mimos participantes de esta duodécima edición del Festival sirvieron un menú variado que solo esperaba por la degustación e impresión de cada uno de los asistentes a las funciones, presentadas el fin de semana pasado en la sala Carlos Marichal del Centro de Bellas Artes de Santurce.
Los primeros en exponer una de sus obras fueron los actores del Taller Polimnia, que con el estreno de “Bachiana” fueron haciendo embocadura en el público para que continuara divirtiéndose con el surtido de estilos, temas, vestuarios, coreografías y temas musicales de ambientación próximo a aparecer en escena. Este número, conceptualizado por el director y fundador de Polimnia, Iván Olmo, está inspirado en “cómo la forma del cuerpo y un elemento visual pueden crear una ilusión mágica en el espectador”.
La flexibilidad de los cuerpos de Kamyr Pérez, Janyl Rodríguez, Prestón Matos e Iván Olmo en conjunto con el vestuario confeccionado por Milagros de Lourdes Gerena y la música, original de Bach y modificada para el estreno por Vanessa Mae y Andy Hill, marcaron la apertura de una hora y media comandada por los cuerpos.
Los ocho minutos de duración de “El encuentro”, pieza de 2010 de la compañía ecuatoriana Tercer Cielo, representaron el primer aperitivo de la cena. Con acierto, los mimos Luisa Mercedes Cuesta y Martín Peña mantuvieron al público interesado en la narración de la historia de dos personajes que vivieron una experiencia de amor en la tierra y se encontraron tras la muerte. El manejo de las luces, el vestuario, el maquillaje y la selección de la música fueron elementos claves en esta segunda participación de la noche. Aquí, los movimientos al unísono de los actores, el juego repetitivo de escondérsele uno al otro y la dificultad que ellos mismos creaban para besarse provocaron la risa del público.

Un segundo aperitivo fue el que trajeron de Polonia Józef Markocki y Bárbara Gadomska, ambos integrantes de la compañía Teatr Formy fundada en 1996. “Pearl Diver” (2015), como se titula la pieza, es la historia de un hombre que va remando por el mar y, tras una zambullida, se encuentra con unas perlas. La narración de lo que sucedió con esas piedras preciosas incentivó la imaginación de los espectadores. Aportaron a ese propósito el juego de luces que simulaban agua y los gestos y movimientos de Markocki.
Una entrada principal de esta cena artística fue, sin dudas, la intervención de los franceses Sara Mangano y Pierre Yves-Massip, fundadores de la compañía M-M. ‘Les Aimants’ (Los amantes) es un concepto de 15 minutos en el que la mímica corporal está intrínsecamente atada a la danza contemporánea, a la habilidad de dar volteretas, a la comunión de ambos cuerpos, al contacto humano entre los mimos, a vestuarios opacos y escenografía tenue, en fin, a un ambiente afrancesado que envolvió al público en esa relación amorosa que querían proyectar los actores.
Tras un receso de 15 minutos, regresó al escenario Teatr Formy esta vez con la pieza jocosa “Only You”. Este trabajo fue representativo de la diversidad de interpretaciones que fomenta una obra artística entre los receptores. Luego de ese número, aparecieron nuevamente Sara Mangano y Pierre Yves-Massip con la pieza “Remanence”, un concepto que transportó al público a un universo poético compuesto por la compenetración, sincronización y armonía de los cuerpos, que entre las pisadas, parecían unirse en uno.

La segunda presentación de Ecuador amenizó el banquete teatral. En palabras de la compañía Teatro del Cielo, “Dos Almas” es un montaje en el cual “los cuerpos de dos seres humanos se convierten en esencia que hacen visible el mundo interno que los une. Es un dúo de amor que nos envuelve en un manto artístico de intensas sensaciones que consagran instantes de inolvidable perfume visual”.
Luego de esta sublime actuación, respaldada por el juego de luces tenues y vestuarios pálidos, el postre del encuentro internacional fue el estreno de “El hilo de la memoria”, conceptualizado por Iván Olmo e interpretado por Polimnia. Entre la tristeza que manifiesta la condición de Alzheimer, una paciente se debate entre los escasos recuerdos de una persona muy querida para ella, la comunicación epistolar con esa persona, la rudeza de una condición médica que la va consumiendo y la fortaleza que deben tener tanto el paciente que lucha contra el Alzheimer como sus cuidadores.
De esta manera, culminó el espectáculo y el 12mo Festival Internacional de Mimo y Teatro Físico en el Caribe. Llenos de imágenes de cuerpos transformados en poesía, se despidieron todos los actores agradecidos por la oportunidad que ofrece el Festival de compartir el arte de la mímica y de intercambiar culturas.