Por Gabriela Ortiz Díaz
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular
“El flamenco para mí es lo más grande, es pasión, explosión, fuego. Tiene un embrujo que enamora”, expresó Ana del Rocío, la ‘Voz flamenca de Puerto Rico’, como la apodó su padre Antonio Carmona, guitarrista y cantaor flamenco natal de Cádiz.
Además de su padre, otras grandes influencias para Ana del Rocío son: “la Paquera de Jerez, que tenía una de las voces más privilegiadas y flamencas; el cantaor Antonio Mairena; Lola Flores, que es un ídolo y un espejo para mirarme; Rocío Jurado, Rocío Durcal y José Merced, ahora mismo uno de los más grandes cantaores en España”. Además, Paco de Lucía, a quien tuvo la oportunidad de conocer en España y el gran guitarrista flamenco Tomatito, con el cual compartió en Puerto Rico.
Desde pequeña estuvo rodeada de este género musical pues además de su padre, su mamá, la bailaora Zulma Deli, tenía una academia de baile de flamenco. En la adolescencia, empezó a cantar profesionalmente de la mano de Carmona. Pero más que tener la vena musical, Ana del Rocío ha estudiado a fondo el género y siente placer escuchando exponentes de flamenco para nutrirse de ellos.
El flamenco “hay que estudiarlo con mucho respeto y disciplina. Yo no me considero cantaora porque le tengo mucho respeto a eso, pero digo que soy una cantante aflamencá”.

Esa autodenominación, precisamente, se justifica con el hecho de que es una puertorriqueña que ejemplifica la herencia española de nuestra cultura. La joven cantaora expresó sentirse encantada con lo que representa: “a mí me encanta porque me gusta tener la mezcla. Obviamente, estoy orgullosa de ser puertorriqueña, pero como desde niña he tenido el flamenco en mi casa, esto es lo que da espíritu a mi alma”. Por cierto, un fragmento de la letra de una sevillana recoge muy bien la mezcla que Ana del Rocío se encarga de manifestar y que tanto atrae al público que va a sus espectáculos: “bajo el cielo de Borinquen está la herencia de España”.
Además de vivir un tiempo en España, en 2011 y en ese país organizó un espectáculo que tituló “Dos raíces, dos culturas” en el que justamente adaptó las letras de un sinnúmero de compositores latinos a los diferentes estilos del flamenco.
Este domingo 13 en la sede de la Fundación Nacional para la Cultura Popular, Ana del Rocío volverá a cautivar a su público con “Encuentros”, velada musical en la que reinterpretará a la luz del flamenco a grandes compositores de América como por ejemplo Bobby Capó, Rafael Hernández, Federico Méndez y temas como “Achilipú”, popularizado por El Gran Combo de Puerto Rico. La acompañarán durante la actividad los bailaores de flamenco Walter David Bodden y Nikole Muller; los músicos Lolo El Andaluz, John Lix Feliciano y Edgardo Martínez, y los invitados especiales el tenor Fabián Robles y el guitarrista Antonio Carmona.
La música es su profesión y “el escenario para mí es un lugar indescriptible. Yo soy un poquito más tímida en la cotidianidad de la vida, pero me adentro al escenario y se me olvida todo, la magia se hace”, comentó ilusionada por esta próxima presentación que tendrá. “Siempre que se haga algo porque te sale del corazón, no se hace difícil la gestión”, continuó afirmando la joven que ha sabido sobrellevar la etiqueta de artista independiente.

De este modo, ha cantado en numerosos tablaos flamencos en el extranjero y ha producido eventos como “Pasión, romance y embrujo” el cual llevó a cabo en 2010 en el teatro Raúl Julia del Museo de Arte de Puerto Rico junto a los artistas Antonio Carmona, Emilio Ruiz, Brenda Hopkins y desde España, Israel Paz. Actualmente, la artista se presenta en distintas salas del País con sus espectáculos “Bohemia Flamenca” y “Suspiros de España y América”.
Luego de una exitosa presentación el pasado abril en el Café-teatro Punto Fijo de Bellas Artes de Santurce, espectáculo muy significativo para ella porque fue el debut como solista, y tras la publicación de su primera producción discográfica, “Rumbole”, “siempre vuelvo a la Fundación por la gestión cultural que aquí se hace y porque es un lugar íntimo, de más contacto con el público y donde la magia es especial”.
Así, mientras espera el lanzamiento de su segunda producción, el próximo domingo se entregará al flamenco en este escenario del Viejo San Juan, lugar que la ha acogido varias veces y que es el idóneo para compartir la felicidad de la música.