Por Gabriela Ortiz Díaz
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular
La letra de una de las canciones más emblemáticas de la carrera de Raphy Leavitt indicó el final de una tradicional misa de bendición. El pasado miércoles, La cuna blanca”, que se ha convertido en himno de despedia, fue el obsequio para muchos otros compañeros del ámbito cultural y artístico, que al igual que el fundador de la Orquesta La Selecta ese día, partieron hacia la eternidad durante los pasados 12 meses.
Desde el fallecimiento de la cantante puertorriqueña Carmita Jiménez en 2010, todos los años a principios del mes

de agosto, la Fundación Nacional para la Cultura Popular invita a la comunidad en general a congregarse en la sede para conmemorar las vidas de todos los que han impulsado el propósito de la Fundación: promover el quehacer cultural en el País. De hecho, esta celebración eucarística también tiene la intención de festejar el inicio de la Fundación, que este año cumple su decimonoveno aniversario.
Las voces melodiosas del coro San José, dirigido por Lucecita Soler, ofrecieron los cánticos religiosos durante la ceremonia, Padre Jimmy Casellas impartió la misa y allegados a los artistas fenecidos asistieron al compartir religioso.
Antes de comenzar los actos ecuménicos y para resaltar la participación de los que llegaron a la misa esa noche, el director de la Fundación, Javier Santiago, comentó: “lo que hay es un sentimiento, no importa la cantidad de personas que nos hayamos reunido en esta noche”. Agregó que “la cultura es el vehículo para trabajar por este País” y que “el recuerdo de los que vamos a poner en oración es parte de lo que mueve a esta Fundación”.
Santiago recordó, especialmente, a la cantante y actriz Lucy Fabery, quien fue la primera que cantó en la noche de

apertura de la Fundación hace ya casi dos décadas. Además, a la joven cantautora Ivania Zayas, quien “utilizó de taller la Fundación” y quien siempre pensó en esta sede sanjuanera para realizar sus proyectos de autogestión cultural. Se les rindió homenaje, también, al camarógrafo Ángel “Junior” Torrealba, el trovador Luis Miranda “Pico de Oro”, los productores Migdalia Mercado y Carlos “Topy” Mamery, el cantautor Humberto González, el primer actor Braulio Castillo padre, el actor y líder comunitario Juan Luis Sánchez Parrilla, el músico Iziquiel Quiñones, el comediante Alex Soto, el vice alcalde de Mayaguez Francis Santiago del Río, el poeta y religioso Padre Darío, la periodista Asunción Cantres, el propulsor de cine Carlos Madera Zegarra, el cantante Julio Ángel, el promotor deportivo Ramiro Martínez, la estilista Rosita Mendoza, la actriz Alicia Bibiloni, la coreógrafa Gilda Navarra, el rapero Israel Perales Ortiz (Mexicano), el líder comunitario Afi Casellas y la amiga de la Fundación, Belén Fidalgo.
Por su parte, Padre Casellas comentó sobre la importancia del arte en una sociedad, de lo que provoca y evoca la

música, de que los cantantes, a través de sus voces, plantean lo que el pueblo quiere expresar. Enfatizó en que, como la Fundación tiene un compromiso con el pueblo y realiza una magna labor cultural, “en este lugar se respira armonía, arte y paz”.
Como complemento a la tradicional misa, una dinámica que resalta lo que en vida sintieron, expresaron o hicieron los que trascendieron al escenario eterno es la repartición al azar de un sobre que contiene un papel con una cita que identifica a cada uno de los difuntos. Tan pronto el padre ofrece la despedida, todos los que tienen sobre pasan al frente a leer los recuerdos convertidos en palabras.
El cierre de la cita de Ángel Darío Carrero, mejor conocido como “Padre Darío”, leía: “…Cuando regresé se había borrado. Se había ido. Quedaba la sombra de una huella: el poema”. Definitivamente, la huella de estos que hoy no están en el plano terrenal ha quedado plasmada en el legado artístico del País.
Las demás expresiones que se recordaron al finalizar la misa fueron las siguientes:
“Tomé la decisión más difícil de mi vida. Vendí todo y grabé bajo mi propio sello diusquero. Hicimos 5,000 copias.

Sólo vendimos 400 y los que me sobraron los guardé en el pasillo de mi apartamento. Aprendí a mercadear y comencé con el mercado directo cantando en las tiendas González Padín, New York Department Stores, Sears, Woolworth, Moscoso, Pueblo… Lo demás es historia de rencuentro con la música romántica y el bolero”.
Julio Angel
“No podemos dar el brazo a torcer. Tenemos que continuar nuestra música. Y seguí desarrollándola para beneficio de los que vienen en el futuro; para que la puedan disfrutar y conocer a plenitud”.
Raphy Leavitt
“Tengo la misión de hacer que la gente heterosexual vea que nuestro trabajo es un arte que se respeta. Quizás algún día yo tenga un programa de televisión, a lo Sunshine Logroño, y a nadie le importará qué soy”.
Alex Soto
“Soñar no cuesta nada. Yo he soñado tantas cosas y las he hecho realidad… pero no para mí”
Ramiro Martínez
“Me encanta trabajar con la juventud pero cada día es más difícil. La juventud no puede ir al ensayo porque tengo ‘tengo la novela o un comercial’. Si el comercial te paga y el ensayo no, pues se va para el comercial porque les da lo mismo que quede bien o mal. No tienen amor a lo que están haciendo. Y de eso, se trata el arte”.
Gilda Navarra
“En Río Piedras había una emisora, la WWWW, que en un programa de aficionados llamado Cante Usted, animado por

Arturo Correa, al ganador le daban su propio espacio para cantar. Fui a participar, pero conociendo lo estricta que era mi madre, Doña Petra, me puse Ercilia García como nombre para competir. Gané. Y el día del mentado debut, el destino me jugó una carta marcada. Doña Petra venía en carro público para Río Piedras; el chofer tenía puesto el radio en la WWWW: Ercilia comenzó a cantar: El metal de voz ya venía y Mother me reconoció. No había terminado la canción cuando la pisicorre llegó justo al frente de la emisora. Y lo demás… ya saben qué pasó.
Lucy Fabery
“Por lo menos, en la trova jíbara sé que hay un trabajo hecho y eso me hace sentir bien. Los hermanos Morales hicieron su parte y yo he hecho la mía para conservar el canto decimal. Y para beneficio del País, sé que hay quienes continúan esa aportación”.
Luis Miranda “El Pico de Oro”
“Hice pocas novelas en la televisión porque soy arisca, nunca me gustó que me estuvieran tocando, ni en escena. Por eso siempre me incliné más por trabajar en la radio, porque me siento más cómoda realizando mi labor. Participé en muchas novelas radiales y trabajé muchos años en WKAQ Radio”.
Alicia Bibiloni
“Me han molestado mucho las injusticias del mundo. Bien adentro de mí, late una preocupación fuerte porque me duele ser parte de lo que soy parte; de los daños al medio ambiente, la pobreza y la explotación”.
Ivania Zayas
“No me lo van a creer, pero yo volví con todo un equipo de barbería para atender a los varones, ya que tenía experiencia en recortes masculinos. Pero mi esposo me dijo que no podía estar vigilando el negocio para evitar que algún cliente me faltara el respeto, así que tuve que dejar esos planes e instalar un salón de belleza más tradicional, dedicado al corte femenino”.
Rosita Mendoza
“Hacer telenovelas por hacerlas no me interesa. Quiero hacer buenas telenovelas que tengan buen presupuesto. Adaptar la historia a la época que vivimos como se ha hecho con historias en Venezuela. Que la mujer se identifique con la persona que ve en la pantalla. La mujer es más inteligente de lo que la hacen ver en algunas historias”.
Migdalia Mercado
“La fe nunca se pierde y pa’lante hasta la muerte. De aquí no me voy y eso lo sabe todo el mundo. Estoy preparado para morir. Cuando estás preparado para irte de este mundo tienes que tener la conciencia limpia. Por eso, mi estado anímico es de mucha serenidad”.
Ángel “Junior” Torrealba
“Si no te conocen como artista, te conectan con el bajo mundo. Pero soy incapaz de juzgar un libro sin leerlo. No pienso remover los tatuajes porque son mi testimonio… Dios es mi dios y yo soy su príncipe”.
Israel Perales Ortiz (Mexicano)
“Una mañana iba caminando por la playa (el mar es mi más sagrado refugio), llevaba en la mano una rama grisácea bellamente curtida por las sales del mar. Me detuve, contemplé el escenario marino y dije para mis adentros: ‘el mar, refrigerio imposible’. Luego comencé espontáneamente a escribir sobre la arena. Leí lo que había escrito. Di vueltas como alrededor de alguien vivo que palpita. Fui corriendo al auto, busqué un papel y un lápiz y, cuando regresé, se había borrado, se había ido, quedaba la sombra de una huella: el poema”.
Ángel Darío Carrero (Padre Darío)
Es muy apegado a su familia. Y en la tradición de los Barrymore, los Fonda y los Bridges, los Castillo emulan a su padre, quien se ve en ellos y en la profunda fe que lo guía. Vive su religión en su ser y en su fervor… Y da gracias a la vida por los hijos que le dan eternidad.
Recordamos a Braulio Castillo Padre
Afi, como gustaba que lo llamaran, fue vecino de la calle San Justo, en Viejo San Juan: sencillo, alegre, tranquilo, solidario, amigo de todos.Técnico de Informática de profesión. Laboró, entre otros, para organizaciones sin fines de lucro, la Asociación Misionera Capuchina(de la Orden de Frailes Franciscanos Capuchinos, donde pertenece su hermano sacerdote, fray Jimmy Casellas). Su compromiso como voluntario de Hogar Padre Venard, proyecto comunitario en apoyo a personas sin hogar, en la calle San Francisco, le ganó el respeto y el cariño entre la población que deambula por los alrededores sanjuaneros.
Recordamos a Afi Casellas