Por Alina Marrero
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular

El Círculo Puertorriqueño de Dramaturgos y Dramaturgas Siglo 21 (CPueDD21), tuvo su primer encuentro con el público recientemente en la Plaza Palmer del Municipio de Caguas, con la colaboración de la Universidad del Pueblo y la Tertulia del Reloj. La exitosa actividad, que comenzó con unas palabras de bienvenida de Janet Fernández Jordán, representante de la Universidad del Pueblo, se trató de la lectura dramatizada de varios textos teatrales.
“El propósito primordial es llevar la dramaturgia puertorriqueña a nuestra gente, que conozcan nuestro teatro, sus formas, preocupaciones, mientras disfrutan de un espectáculo abierto y gratuito”, dijo sobre el evento la actriz, productora, directora y dramaturga, Anamín Santiago. “Dentro del Comité Timón de CPueDD21”, continuó, “funjo como enlace del Colegio de Actores de Puerto Rico, quien a raíz de una petición del dramaturgo José A. Jorge en su pasada Asamblea 2014, es responsable de apoyar el desarrollo de este movimiento de escritura teatral, respetando su autonomía”.
Santiago informó que, dentro de todas las preocupaciones recogidas por las diferentes tendencias y facciones que componen CPueDD21, el CAPR impulsa que se realicen actividades de lecturas teatrales en los espacios abiertos y centros culturales de todo el País, para ir creando un nuevo público asiduo a nuestro teatro.
La dramaturga señaló: “Esta iniciativa busca construir desde la base de nuestro País, trabajo continuo para todo el equipo de trabajo que implica la producción teatral. El pasado viernes 19 de junio se inició en la Plaza Palmer de Caguas la construcción de esa zapata. El liderato de la Universidad del Pueblo y la Tertulia del Reloj,
organizaciones de base cagueña que nos acogieron, manifestaron que solo una actividad del fallecido alcalde William Miranda Marín había logrado sobrepasar la asistencia de ese viernes. El entusiasmo de nuestro público con las lecturas teatrales fue tal que al final, cuando una dramaturga invitó a dos personas del público a leer su texto, la respuesta fue inmediata. Dicho cierre trascendió nuestros planes, las lecturas habían calado hasta tal punto que el público ya se sentía parte de ellas”.
Las lecturas de los textos teatrales esa noche fueron de estilos variados: el socio drama, el sainete popular, el pastiche-cómico, la ópera, el drama político, el drama existencialista-simbólico, unidos por el lazo del “cuestionamiento a los poderes actuales como fuerza”, conforme Anamín Santiago, y la citamos: “Actores, actrices y sus dramaturgos dejaron que el eros teatral propio amalgamara a todos los asistentes convirtiendo el evento en vitalidad sonora, física, liberadora y prometedora. Importante señalar que compañeros dramaturgos llegaron a la actividad a apoyar como público, es decir llegaron a escuchar a sus colegas pulverizando el yo y colectivizando las raíces de nuestra escritura dramática”.
En medio de la actividad se llevó a cabo una sesión deliberativa, donde el público fue testigo de cómo los profesionales de la escritura dramática tomaron la decisión de cuándo y dónde será la próxima reunión. “Se añadió el convite como fin de fiesta. Así que entre piscolabis y bebidas pudimos recoger y compartir, fuimos felices”, concluyó Anamín.
Por su parte, el dramaturgo José A. Jorge, del Comité Timón de CPueDD21 tuvo elogios para este encuentro en el corazón del llamado “Nuevo País”.

“Fue una oportunidad extraordinaria para estar en contacto directo con el pueblo en un espacio abierto y compartir impresiones, ideas y sugerencias para el desarrollo y divulgación de la nueva dramaturgia puertorriqueña del siglo 21. La asistencia del público fue excelente. Los dramaturgos y dramaturgas tuvimos el privilegio de dialogar directamente con la gente y aprendimos que el pueblo necesita más de este tipo de experiencias especiales, donde las dinámicas que surgen son muy diferentes a las que se experimentan en una sala de teatro. Definitivamente es algo que debe repetirse y llevarse a otras plazas”, apuntó el escritor.
Por su parte, el actor, director, actor, compositor y dramaturgo Gil René Rodríguez, del Comité de Lecturas Dramatizadas de CPueDD21, destacó el espacio utilizado para la ocasión.
“Una plaza pública: La de Caguas; una Universidad: La Universidad del Pueblo; una ocasión singular: el Primer Encuentro de CPueDD21 en una valiosa gestión cultural; un hallazgo sorprendente: la Dramaturgia es un alma letal (mata el aburrimiento, la desinformación, la soledad), y a la vez invita a la colaboración, a la educación, a la tertulia, a la diversidad. Todas y todos los que nos convocamos allí podemos dar fe de que “CPueD” colaborar en cualquier espacio, con las voces del lugar, yo creo que en la Plaza Palmer nuestro Círculo ha encontrado un ‘21nico’ hogar”, sentenció.
El dramaturgo Ricardo Magriñá, del Comité Timón, indicó que aunque se asocia el término literatura con cuento, poesía, novela y ensayo, la dramaturgia siempre es vista como otra cosa. “El abrir estos espacios para dar visibilidad a los dramaturgos es fundamental para cambiar esa percepción en el imaginario colectivo. Además, ofrece un espacio de gran importancia para la presentación de nuevos textos. Debido a que en nuestro País, existe un canon dramático tan fuerte y tan emblemático (René Marqués, Francisco Arriví, Manuel Méndez Ballester, Alejandro Tapia y Rivera) a veces puede parecer que la dramaturgia empezó y terminó con ellos. La nueva dramaturgia, en la década de 1980, pudo afirmar su existencia y reclamar un espacio. Sin embargo, los dramaturgos posteriores nunca, o muy pocas veces, han unido esfuerzos para reclamar un espacio”.
Dijo Magriña que, entre las presentaciones, se incluyó una ópera de José Solis Corp Mora (¨La danza de la eternidad¨), una obra de teatro obrero de Olga Vega Fontanez (¨Temporada Baja¨), la adaptación de un cuento breve de Gabriel García Marquez (¨El drama del desencantado¨) de Steven Osorio, estudiante de noveno grado. Juan “Sonny” Falú presentó ¨Trabao tú-sainete 1¨, una pieza que cuestiona hasta qué punto la burocracia puede complicar la vida y Anamín Santiago, con su fragmento de “Vaivén de una Dramaturgo y un Travesti”, expuso el proceso creativo de cualquier autor.
“Yo presenté el drama histórico ‘Palenque en llamas’ el cual forma parte de la Trilogía de las Raíces Insurrectas (junto a ‘Agüeybaná el Bravo’ y ‘Los cañones de San Cristóbal’). Del mismo modo, Camila Rodríguez presentó ‘Clausura’, una pieza que explora las dificultades de la comunicación entre parejas y las penurias de mantener una relación exitosamente. ‘Clausura’ fue leída por dos personas voluntarias entre el público”, concluyó Magriñá.

Los colegas de las letras se mostraron conmovidos y emocionados con el éxito de esta primera actividad. Pero con los pies muy puestos sobre la tierra, están prestos para el maratón que implica esta significativa empresa, convencidos de que provocarán encuentros, visitarán municipios, impulsarán publicaciones, aportarán al crecimiento de la industria teatral puertorriqueña.
Ciertamente, el proceso del teatro comienza con la dramaturgia y esta dramaturgia depende del autor. Pero si bien los dramaturgos de todos los tiempos, en todos los países, se caracterizan por ser valientes y arrojados, los nuestros están en la vanguardia de un momento histórico que clama por cambios positivos y acción.
El Círculo Puertorriqueño de Dramaturgos y Dramaturgas siglo 21 (CPueDD21) comenzó a funcionar este año, desde la primera convocatoria en Corralón de San José el 24 de enero, y pretende difundir y fortalecer la dramaturgia en Puerto Rico al llevarla hasta el pueblo.