Por Gabriela Ortiz Díaz
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular
El nacimiento de las flores se iguala a la invencibilidad de una convicción y a la trascendencia de un legado. Como se levanta el tronco del duradero árbol de Guayacán, así reclamó ‘Isabelita’ Rosado Morales la puertorriqueñidad. En homenaje a la vida de la resistente nacionalista y a la defensa inquebrantable por la patria que por décadas comandó, la Fundación Casa Albizu le dedica la exposición colectiva “Isabel Rosado: Flor de Guayacán”, que estará abierta hasta el próximo 28 de agosto del año en curso en la sede de la Casa Aboy en Miramar.
Más de 30 artistas plásticos manifestaron la inspiración que les provocó la gestión libertaria de Isabelita en 50

obras realizadas con lienzos, pinturas, barro, madera de guayacán, entre otros medios. La instalación, que comprende dibujos, fotografías, afiches y esculturas, exhibe además objetos que le pertenecieron a ella tales como: su sillón, la mesa en la que hacía sus escritos, varias fotos y su Virgen de la Monserrate. La misma muestra se organizó previamente el pasado abril en el Museo del Fortín del Conde de Mirasol en Vieques.
La líder falleció el pasado 13 de enero de 2015 a sus 107 años de edad, luego de luchar incansablemente por sus ideales patrióticos desde que ingresó al nacionalismo en 1937. A partir de esa época, se entregó en cuerpo y alma a los procesos revolucionarios nacionales e internacionales, como fue el caso del enfrentamiento con la marina norteamericana en Vieques.
Isabel Rosado nació en el barrio Chupacallos de Ceiba en 1907. Dedicó su vida a la educación, el trabajo social y al activismo político a favor de la independencia de Puerto Rico.
Influenciada por los acontecimientos de la masacre de Ponce, Isabelita desarrollo un ferviente deseo de combatividad. Así, se convirtió en integrante del Partido Nacionalista de Puerto Rico, fue seguidora y compañera militante de Pedro Albizu Campos y cumplió 11 años de condena carcelaria. En otra ocasión anterior a esa, había cumplido 15 meses en prisión en la época de 1950 a raíz del levantamiento que ordenó Don Pedro en contra del Gobierno de los Estados Unidos y de la aprobación del Estado Libre Asociado de Puerto Rico, condición política que aún impera en el País.
Los acontecimientos más notables de ese movimiento decretado por Albizu Campos ocurrieron en Utuado, en

Jayuya, la ciudad donde declararon la “República Libre de Puerto Rico” y en San Juan, donde los nacionalistas hicieron un atentado contra el entonces gobernador Luis Muñoz Marín en su residencia de La Fortaleza.
A pesar de que Isabel no participó en esas revueltas, el Gobierno de Estados Unidos igualmente la acusó. Fue así como los policías llegaron hasta la escuela pública en la cual trabajaba como asistente social y la arrestaron, por lo que también la despidieron de su trabajo y del sistema escolar público.
Las piezas artísticas expuestas en Casa Aboy resaltan la biografía de Isabelita: “La Patriota” de Carlos E. Vélez, “Isabelita” de Carmen Ayala Dávila, “Flor de Maga” de Edward Pérez Pérez, “Cien primaveras” de Ivonne Rivera, “Isabel Rosado; Caribeña y Bolivariana” de Rubén Rodríguez, “Flor de Guayacán” de Rosa Serrano, entre otros cuadros y fotografías, son parte de la exhibición.
Durante los actos de apertura, el pasado jueves 16 la ex prisionera política Alicia Rodríguez impartió el mensaje principal, el cual fue muy emotivo porque habló sobre sus experiencias con Isabelita. Otra de las actividades que complementará la exposición será la proyección, este jueves 30, a partir de las 6:30 de la tarde, del documental ‘¿Hasta cuándo?’.

Este fue realizado en 1995 por el Comité Pro Derechos Humanos de Puerto Rico y ha sido instrumento clave en la campaña de excarcelación de los presos políticos puertorriqueños. Luego de la presentación del filme habrá un panel de discusión con la ex prisionera política Lucy Rodríguez, Rita Zengotita y el Lcdo. Eduardo Villanueva del Comité.
Para continuar con la ardua tarea de acentuar la historia y la cultura de nuestro País, aunaron esfuerzos en este montaje la Fundación Casa Albizu y la Casa Aboy. El mismo se presenta como una contribución al conocimiento cultural de los individuos, herramienta necesaria para arraigarse a una identidad nacional, joya preciada que encontró Isabelita con su perpetuo apostolado de liberación.