La hora de Nahyra

Por Jaime Torres Torres
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular

Es la voz que Marc Anthony utilizó como referencia en las grabaciones que le produjo Cucco Peña.

Es la cantante oficial de la Banda de Conciertos de Puerto Rico y ha cantado con Jesús Caunedo, Mandy Vizoso, Pedro Rivera Toledo, Quique Talavera y con el ‘big band’ de Javier Fernández, en cuyo primer disco “The Eternal Classic”, seleccionado por la Fundación Nacional para la Cultura Popular entre los mejores de 2014, renueva el éxito “Déjala bailar” de Chico Buarque que casi tres décadas atrás popularizaron Willie Colón y Soledad Bravo.

Hoy se escucha por La Z y en otras emisoras de Puerto Rico, Centro y Sudamérica en la voz de Nahyra. “Esa canción fue un reto. Ese arreglo de Javier es otra cosa. Era retante porque el tema de por sí es complicado melódica y rítmicamente. Para mí fue un privilegio participar ahí. Ha sido súper importante en mi carrera”.

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Nahyra participó en “The Eternal Classic” de Javier Fernández Big Band, producción discográfica que fuera distinguida como una de las más sobresalientes de 2014 por la Fundación Nacional para la Cultura Popular. (Foto suministrada)

Después de una trayectoria de estudio y desarrollo artístico, ha llegado la hora de Nahyra, quien se encuentra inmersa en la preproducción de su segundo disco como solista “A dos tiempos”, en cuyos arreglos se esmera Ramón Sánchez.

“Puedo adelantar que tengo temas actuales y románticos, pero otros bien pueblo y bien calle. Necesitaba un balance para el público que gusta de la salsa romántica y para el de la calle. He rescatado el tema de Rafael Ithier, “El meneíto”. El primero que lanzaré se titula “Préstame tu color” de Fernando Aramis, que más allá del color de la piel, puede ser el color del alma y el corazón”, adelantó Nahyra a la Fundación Nacional para la Cultura Popular.

No hay duda de que la estrella de Nahyra estaba predestinada a brillar en la música. En su niñez en Lomas Verdes, Bayamón, jugaba a cantar en la casa de su abuela Rafaela, quien se deleitaba con los tríos de la época y con dúos como el de Quique & Tomás. Su madre Lydia Esther, amante de la danza y la música clásica, tocaba violín mientras su padre José era un fanático de la música de Nat King Cole, Los Beatles, Mongo Santamaría, Frank Sinatra, Ray Barretto y otros.

Con semejante bagaje era inevitable que Nahyra Pérez se dedicara a la música. “Le dije a mi papá que quería un violín, pero me dijo que era muy caro. Una guitarra de juguete, a los 5 años, dio paso al regalo de una guitarra de verdad, que tuve hasta el otro día. Era tanto mi deseo, que había que buscar quién me enseñara a tocar”, recordó Nahyra en alusión a su instructor Mario Scharrón, musicalmente la inspiración más grande de su vida porque también la motivó a cantar, siendo la danza “Verde luz” de El Topo la primera canción que interpretó públicamente.

Su transición al arte escénico musical discurrió bajo la tutela de Darysabel Isales, Rina De Toledo, Zoraida López, David Cleany, Julio Suárez, Juan Luis Barry, Renee Barrios, Dr. Amílcar Rivera, Leonor Constanzo, Sophy Sanfiorenzo y Joey Chevres.

Así fue que Nahyra, que más adelante incursionó en el merengue como solista en la segunda etapa de Chantelle, ha evolucionado en la canción, particularmente en la salsa, género en el que ha tenido que trabajar duro en busca de una oportunidad.

Pocas cantantes han tenido la dicha de grabar un disco producido por Luis ‘Perico’ Ortiz. Nahyra lo hizo en 1996 para la multinacional Fonovisa. En su disco “De vuelta al sabor”, los arreglos llevan las rúbricas de José Lugo, Eric Figueroa, Papo Lucca y el propio Perico.

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Nahyra Pérez atesora cada experienciua que ha vivido en la música popular. (Foto suministrada)

“Me encantaba cantar salsa, pero no se presentaba la oportunidad. Una noche cantando con Don Perignon, el ejecutivo José Behar, de Fonovisa, se me acercó. Le sugerí que el productor fuera Perico Ortiz y aceptaron”.

Lamentablemente, en ese momento la prioridad de Fonovisa era Enrique Iglesias, por lo que la promoción no fue consistente, lo que justifica su poca trascendencia.

“Ellos tenían una propuesta para mí como de tres discos, pero también tenían a Los Bukis y a El Gran Combo. Fue un proyecto con mucha calidad y musicalidad, en el que tuve en los coros a Wichi Camacho y Domingo Quiñones. Es un proyecto que me enorgullece decir que tengo en mi resumé”.

Con experiencia en musicales, hoteles y como corista de Willie Colón y baladistas como Nydia Caro, Ednita Nazario, Yolandita Monge, Glenn Monroig, Olguita Álvarez, Luisa María Güell y Carlos Vives, Nahyra también incursionó como maestra de música y canto. Hoy, en el Departamento de Música Popular de la Universidad Interamericana, Recinto Metropolitano, ejerce como profesora de voz y co-directora del Conjunto de Salsa en dicha institución e imparte clases privadas en su estudio.

Aunque canta en portugués, inglés e italiano, su pasión como intérprete es la salsa. Se considera sonera y lo demostrará con el disco que ya comenzó a grabar. “Me encanta la salsa. Siento la clave. La canto con todo mi cuerpo. He estudiado a casi todas. A Celia, Yolanda, Graciela y La Lupe, definitivamente”, señala Nahyra, quien fue instructora de técnica vocal de Anthony García, el sucesor de Charlie Aponte en El Gran Combo.

Otro proyecto en la agenda de esta incansable obrera de la música es el concepto “Bohemia urbana”. “Es un cuarteto que me acompaña en el que hacemos una mezcla de temas tradicionales adaptados a otros estilos y ritmos, temas originales y canciones de compositores latinoamericanos y puertorriqueños. En la onda de fusiones de jazz y música caribeña, boleros con flamenco. Ese tipo de experimento donde fusionamos muchas cosas, llevándolas a un estilo propio y personal”.

Tomen nota: Nahyra respira y transpira música.

La oportunidad de esta incansable artista puertorriqueña se avecina.

Este viernes 19 la artista rendirá tributo a La Lupe, a partir de las 7:30 p.m. en Vinissimo, en la calle Calaff de Hato Rey. El 10 y 11 de julio cantará en el Jardín Botánico de Caguas y el 18 de julio con un ‘big band’ en el Congreso Mundial de la Salsa.

No hay duda. Se acerca su hora.

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