Por Alina Marrero
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular
El teatro para hacer reír no solamente es válido, también es necesario. Y si el discurso de la comedia se preocupa por comentar, o presentar, aquello que nos atañe en la realidad, nos reímos de nosotros mismos. Esta acción resulta terapéutica. Con este estilo tropezamos cuando el pasado sábado 9 fuimos a Punto Fijo en el Centro de Bellas Artes de Santurce, a ver “La síquica Virgen” de Marian Pabón, dirigida por Julio Ramos.
Corillo Eventos Inc. estuvo a cargo de la producción de esta obra. El grupo funciona como autogestión. Se trata de un corillo de reconocidos actores profesionales que hicieron junte para presentar eventos. Wanda Sais, Lily García, José Manuel Díaz, Linnette Torres, Marian Pabón y Julio Ramos son los productores de esta autogestión. Por lo regular, ellos mismos son los actores y se reparten las tareas propias del montaje y producción. “La síquica Virgen” es la quinta producción que presentan. En esta ocasión, invitaron a la actriz Marisol Calero para encarnar a la protagonista.
La función estaba pautada para comenzar a las ocho y media de la noche, conforme la propaganda, pero comenzó después

de las nueve de la noche, a casa llena. Mientras esperábamos, nos entretuvimos mirando en las pantallas del local, comerciales retro. El público comenzó a cantar los estribillos de “Esta es mi escuela” y “Los colores de mi tierra”, comercial de una marca de pintura. En el escenario, lucían una mesa con dos sillas y un altar ecléctico que compartían un buda de barriga grande, Yemayá y unas cuantas otras deidades de religiones y creencias que no tienen nada que ver las unas con las otras. Soltamos una carcajada. El comentario sobre las confusiones ideológicas en cuanto a religión, nos pareció necesariamente apropiado. Después que una voz masculina, de manera muy simpática, anunciara la tercera llamada, apareció la Síquica Virgen reprendiendo al espíritu de una mujer, un alma en pena, que la perseguía día y noche. Aclaramos, la síquica no era virgen, la síquica se llamaba Virgen, era cubana y estuvo magistralmente interpretada por Marisol Calero, hasta en los pensamientos. Calero no perdió el acento cubano ni en los suspiros, y las reacciones que tuvo a lo que pasaba a su alrededor hicieron que las palabras fueran el personaje secundario. La actriz, quien no salió del escenario durante las un poco más de dos horas que duró la función, logró un trabajo sensacional.
La trama de la obra es muy real. Acudir a brujas y a síquicos forma parte de la tradición global, posiblemente desde el neolítico. En Puerto Rico, esta práctica ocurre con más frecuencia de la que pensamos. Existen muchos charlatanes que hacen lucro con las supersticiones y debilidades de los demás. Pero también existen personas serias bien intencionadas. El arte de mirar el interior de las personas y proyectar el presente hacia el pasado y el futuro ha ganado tanto respeto que hasta la policía consulta estos dones para ciertos asuntos de crímenes difíciles de resolver.
En el caso de Virgen, protagonista de esta obra, se combinan el lucro con la sinceridad. La buena mujer cobra por sus servicios, pero es, de hecho, una buena síquica, a pesar de su confusión ideológica. Dura y severa con los muertos, con los vivos, Virgen sabe mantener la compostura, a pesar de que sus clientes eran locos de atar. Si algún personaje nos pareció cuerdo, ese fue el de Virgen, centrada, responsable, organizada y más clara que la luz del día.
La síquica es víctima del espíritu de Matilde, quien en vida había cometido tantos errores que está emperrada en ser perdonada por las personas a quienes dañó antes de “caminar hacia la luz”. Al comienzo de la obra, nos enteramos que a ninguno de los vivos les interesa perdonar a Matilde, porque la síquica ha intentado en vano comunicarse con cada uno de ellos. En la medida de la obra, vamos descubriendo que los clientes que llegan ese día tienen que ver con Matilde. Todos la perdonan al final y el espíritu de la mujer redimida “avanza hacia la luz” mientras otros espíritus van apareciendo para reclamar los servicios de la síquica. Se ha corrido la voz entre los muertos de que Virgen es la mejor.
Los actores que hicieron sus entradas y salidas con sus distintos personajes al pequeño escenario de Punto Fijo,

sobresalieron. Marian Pabón nos enloqueció con Maribel, la mujer celosa, y estuvimos a punto de darle un trofeo a Amanda, por soportar las estupideces de Eileen, su pareja lesbiana. Julio Ramos como el muerto Antonio que buscaba el perdón de su hija nos arropó de ternura. Lucía muy guapo, además. Linnette Torres como Teresa la que busca el amor de su vida, bordó a una perfecta guaynabita; como Amelia, la mejor amiga de Myrna, Torres logró establecer las diferencias y nos convenció. Wanda Sais marcó las líneas entre Laura, la hija del muerto, y Eileen, una mujer lesbiana que se comporta como cualquier mujer que quiere tener una boda con motivo de Disney. ¡Muy bien! Lily García estuvo deliciosa como Yahaira, la estilista, pero su interpretación de Myrna, la mujer que el marido engaña con otro hombre, superó lo anterior.
La dirección de Julio Ramos, de quien también fueron la escenografía y las luces, fue sencilla en el tráfico escénico, y efectiva en su trabajo con los actores. El sonido y el diseño gráfico estuvieron a cargo de José Manuel Díaz.
Dada la duración de la obra, un poco más de dos horas sin intermedio, deberían, tal vez, considerar ciertos cortes. Sugerimos, además, un programa de mano, aunque sea una sola página, simple y sencilla, sobre todo porque se trata del estreno de una dramaturga puertorriqueña y de un elenco de alto calibre. Dondequiera que nos presentamos creamos nuestra historia, algo de suma importancia para quienes siguen nuestros pasos. El programa de mano colabora con esa vital posteridad.
Corillo Eventos Inc. demuestra que funciona la alternativa de autogestión. Una casa llena que disfruta de una obra de teatro, nos entusiasma con felicidad. “La síquica Virgen” se presentará en Lenel Royal Room en Arecibo este sábado 16 de mayo las 8:30 de la noche y regresará a Punto Fijo el domingo 17 a las 6:00 de la tarde.