Por Gabriela Ortiz Díaz
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular
El año pasado, con motivos de la celebración del centenario del ilustre artista plástico puertorriqueño Lorenzo Homar Gelabert (1913- 2004), en la galería Francisco Oller de la Facultad de Humanidades de la Universidad de Puerto Rico Recinto de Río Piedras, se exhibió la propuesta artística “Lorenzo Homar: tributo gráfico cubano”, con la cual artistas de la isla vecina celebraron la vida y obra de nuestro maestro pintor. Actualmente, parte del portafolio del tributo cubano se encuentra en la biblioteca general del recinto utuadeño de la Universidad de Puerto Rico.

Para reafirmar el compromiso que tiene la Universidad con nuestras artes y con la cultura, en la galería José Antonio Torres Martinó de la Escuela de Arquitectura de este mismo recinto, se inauguró recientemente la exhibición “Lorenzo Homar: tributo gráfico puertorriqueño”, en la que más de una veintena de destacados artistas puertorriqueños de diferentes generaciones, además de estudiantes de arte, agradecieron la iniciativa de sus colegas cubanos.
Anterior a la celebración del centenario, en el Museo de Historia, Antropología y Arte de mencionado campus universitario, se había expuesto “Abra palabra… la letra mágica: Carteles de Lorenzo Homar”, una exposición de la extensa obra cartelística del artista Homar.

Para ejercer la misión educativa de la Universidad, la propuesta del tributo puertorriqueño integró a estudiantes de arte del recinto riopedrense y del de Mayagüez, quienes realizaron grabados inspirados en la obra y la vida del Maestro. Así, está representado el Colegio Universitario de Mayagüez con la obra de Saelene Rivera Ramírez, quien con “Navegando por la vida” quiso simbolizar dos de las facetas de la vida de Lorenzo Homar: la artística y la de gran gimnasta. Además, la Escuela de Artes Plásticas de Puerto Rico – que también se unió a esta iniciativa – está representada con la xilografía “… Y el unicornio en la manigua hundido” de Sharon González Colón, con la cual “intentó mostrar el espíritu apático de los puertorriqueños, su cuestionamiento en la memoria y en el paisaje mismo, todo dentro de un aparente sueño romántico”, según expresó la estudiante.
Por otra lado, forman parte de la exposición piezas como “Lorenzo Homar, artífice de nuestra cultura” de Rafael Rivera Rosa, “Pájaros que sueñan con el Tributo a Homar” de Fernando Santiago Camacho, “De tanto saltar echó alas” de Néstor Millán Álvarez, “Unicorno en la manigua” de Poli Marichal Lugo, “Diálogo” de Orlando Salgado Vicente, “Calle Borinqueña” de Rafael Trelles Sosa y “La idea feliz” de Anna Nicholson Rivera, todos estos artistas puertorriqueños.
Las temáticas de todas las piezas del “Tributo gráfico cubano” y el “Tributo gráfico puertorriqueño” rinden homenaje a la vida polifacética del gran artista puertorriqueño Lorenzo Homar; a ese personaje con curiosidades insaciables, con múltiples intereses como: ser un gran lector, conocedor de música y literatura; estar interesado de modo vital en la política activa; ser creador de caricaturas políticas, hacedor de teatro, de diseño de escenografía y de vestuario; sentir pasión por los deporte y destacarse como entrenador de clavado y gimnasia.

El Maestro murió en 2004 en Puerta de Tierra, San Juan; en el mismo lugar en el cual nació 90 años antes. Mediante estos tributos, se ha querido plasmar lo importante de su existencia para la historia artística del País. Esa importancia se evidencia con los logros que obtuvo: en 1959 fundó el Centro de Arte Puertorriqueño junto a los artistas Rafael Tufiño, José Antonio Torres Martinó y Félix Rodríguez Baez; dos años más tarde, se convirtió en director del Taller de Gráfica de la División de Educación a la Comunidad, desde donde salió gran parte de su obra “cartelística”; y durante esa misma década, creó el logo actual del Instituto de Cultura Puertorriqueña y le dio cara artística al periódico Claridad.
Las aportaciones de Homar a la historia artística del País le fueron reconocidas en vida, sus obras continuarán siendo importantes en ese gran rompecabezas de imágenes de la cultura puertorriqueña y el talento que manifestó es respetado por las generaciones actuales que ven en las creaciones de Homar ejemplos dignos de emular y perpetuar.