Por Gabriela Ortiz Díaz
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular
El pasado sábado la Fundación Nacional Para la Cultura Popular en el Viejo San Juan fue sede del homenaje que le obsequió la puertorriqueña y cantaora de flamenco Ana del Rocío a quien fue su admiración desde pequeña, la cantante española Rocío Dúrcal.
Tras las palabras introductorias del director de la Fundación, Javier Santiago, una voz resonó fuera de los predios del escenario: Ana del Rocío apareció por la parte trasera del salón y, mientras atravesaba por un espacio estrecho que dividía en dos bandos el público presente, cantaba “Volver a verte”, uno de los temas que popularizó Dúrcal en su carrera. Al frente, le servían de cómplices en la música el guitarrista acústico Pedro López, el también guitarrista y director musical Félix Feliciano y la percusionista Mariela Mendoza.
Ya en tarima y con la alegría que provoca celebrar la exitosa carrera de esta cantante española fallecida en 2006, Ana del Rocío comentó que durante su niñez estuvo expuesta a las películas que protagonizaba Dúrcal y fue capaz de hacerlas suyas aunque no fueran de su época. La energía con la que Ana del Rocío interpretó cada tema fue evidencia de la admiración que siente por la que fue homenajeada esa noche.
Un preámbulo coqueto por parte de Ana del Rocío dio la bienvenida a “Cartel de publicidad”, segunda canción de la velada que narra la utopía que vivió una mujer que, al caminar por la Gran Vía de Madrid, se enamoró del hombre que estaba en un anuncio publicitario.
Acto seguido, sonaron “Un muchacho formal” y “Más bonita que ninguna”, canciones con tonalidad nuevaolera de

temáticas similares: la importancia que tiene el aspecto físico tanto para hombres como para mujeres o la necesidad de lucir bien ante el sexo opuesto.
Antes de cantar el quinto número de la actividad, Ana del Rocío narró que siempre ha querido pilotear un avión, aunque le de miedo. Así que, la cantante puertorriqueña lució un sombrero de piloto para interpretar “Amor en el aire”, tema que lleva el mismo título que la película musical co-producida por España y Argentina, estrenada en 1967 y protagonizada por Rocío Dúrcal, Palito Ortega, Amalia de Isaura y Fernando Rey.
El fin del intermedio y el sonido de las copas de vino en el salón anunciaron “Trébole”, parte del repertorio de canciones de la película española “La chica del trébol”, la cual se estrenó en 1963 y en la que actuó a la que también denominaron “La reina de las rancheras”. En esta ocasión, Ana del Rocío hizo gala de sus dotes flamencos al bailar y cantar este género con mucha entrega.
La intensidad de la noche seguía subiendo. Edgardo Martínez acompañó con el violín a la exponente puertorriqueña en la canción “La gata bajo la lluvia”, balada que siempre arranca aplausos del público por la calidad interpretativa que tiene que tener el que la canta. La llegada inesperada de la cantante del patio Yaire provocó un magnífico acoplamiento de voces y a dueto estas dos puertorriqueñas, cautivaron al público.
“Amor eterno” marcó la novena ejecutoria de la noche y fue dedicada por Ana del Rocío al guitarrista Alex de la Cruz.

Luego, una interpretación en flamenco de “En mi viejo San Juan” fue dictando el final del encuentro entre boleros y baladas, entre los aires románticos que caracterizan a muchas de las canciones que popularizó Dúrcal, entre amigos y entre fanáticos de la “española más mexicana”. Finalmente, el cantante Joel Ortiz cantó a dúo con Ana del Rocío el éxito “Acompáñame”, tema musical incluido en la película española con el mismo título en la que actuaron Rocío Dúrcal, Enrique Guzmán y Amalia de Isaura.
Al ser el cumpleaños de Ana del Rocío, un “feliz cumpleaños” cantado en varios idiomas le dio un toque jocoso a la despedida, que se extendió al patio interior de la Fundación donde no faltaron los comentarios de satisfacción de muchos por el espectáculo que habían presenciado.