Por Jaime Torres Torres
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular
Comparten la misma visión sobre la conservación del medio ambiente y la protección de la fauna.
Comulgan con los principios de los cuatro elementos naturales como fundamento de la vida.
Creen en la emancipación espiritual del ser humano y se deleitan con la apreciación de la música y los sonidos del Planeta.
Son tantas las vocaciones en común que no deben sorprender las recientes colaboraciones entre el cantautor puertorriqueño Danny Rivera y el prestigioso saxofonista de new age y jazz Paul Winter.

Sin la receptividad y retroalimentación de un gran sector de la industria mediática local, el músico estadounidense, galardonado siete veces con el Grammy, invitó a Rivera a participar en la trigésima edición de su concierto del Solsticio de Invierno que celebró en la catedral gótica St. John the Divine, localizada en la Avenida Ámsterdam, al norte de Manhattan, Nueva York, el pasado 18 y 20 de diciembre.
Poco antes de abordar el avión, Rivera se sintió indispuesto de salud, pero después de la asistencia médica de rigor a última hora pudo viajar para integrarse a un programa en reconocimiento a la música puertorriqueña, particularmente la herencia afroboricua de la bomba.
“Mi experiencia con Paul Winter ha sido la más bella de toda mi carrera porque a través de la música, la sonoridad, la danza y todo lo que es el arte promueve el proyecto de la concientización de un nuevo ser humano con un enfoque de protección hacia sí mismo y su entorno, el Planeta Tierra. No sólo es un músico para tocar un instrumento, sino elevar a través de su sonoridad y conceptos musicales al ser humano a nivel político, social y cívico. Fue más que un espectáculo”, dijo el intérprete de “Amar o morir” en declaraciones exclusivas para la Fundación Nacional para la Cultura Popular.
En el concierto, titulado “A Winter Solstice Celebration: A Salude To Puerto Rico”, presenciado por miles de espectadores, Rivera fue acompañado por la banda de Winter, The Consort; la cantante “góspel” Theresa Thomason y el conjunto de 25 bailarines y percusionistas africanos Force Of Nature.
A la peculiar musicalidad de The Consort, cuya instrumentación consiste de oboe, órgano y chelo, entre otros, se integraron los colores de la música puertorriqueña, representada por el barrilero Nicky Lamboy, el cuatrista Pachito Vega y el guitarrista/acordeonista Ricky Martínez.
“Son músicos, que junto al grupo de Nueva York, que son amigos también, conocen las raíces de la bomba y plena; y en conjunción con lo que es el villancico, la danza y el seis se hizo un encuentro súper explosivo y espiritualmente muy atractivo”, detalló Rivera, quien bailó bomba, plena y danza, además de interpretar estándares de la música boricua, como el “Villancico yaucano” de Amaury Veray.

Danny Rivera y Paul Winter se conocieron por medio de un amigo en común: el cantautor y guitarrista Paul Simon. Winter aspira que en sus presentaciones del Solsticio de Invierno participen artistas en representación de la raza humana. Nunca, en 35 años, había invitado a un talento puertorriqueño.
“Paul me recomendó. Yo invité a Winter a Puerto Rico. Estuvo cuatro días con nosotros. Le preparé un programa de visitas para que conociera la variedad de nuestra música, desde la montaña hasta la costa, con artistas jóvenes, niños e intérpretes de bomba y plena. Él se quedó impactado por la cultura y dijo que desea regresar con su esposa. Nos metimos en un estudio y le grabamos “Villancico yaucano”, el himno nacional de Puerto Rico y obras del folclor. Él preparó una síntesis de todo eso con el aval del conjunto africano de danza”.
Danny Rivera, por sus quebrantos de salud, llegó a Nueva York durante la mañana del 18 de diciembre, integrándose inmediatamente a la producción, a menos de tres horas del inicio de la primera función. La retroalimentación de la concurrencia de norteamericanos y boricuas residentes en Nueva York fue muy entusiasta.
“Las cuatro funciones se llenaron a capacidad. Es un espectáculo que muchos esperan todos los años. No es sólo musical, es muy visual. Lo más parecido con que lo puedo comparar es el Circo de Soleil. Disfrutaron mucho los bailes y el poder de la voz; disfrutaron de una gran integración”.
Paul Winter, quien ha invitado a la presentación en la catedral gótica a exponentes del jazz y la música brasileña, como los cariocas Renato Braz e Iván Lins, profesa un gusto y respeto singular por la bomba. Le impresiona, especialmente, la comunicación o los piquetes que comparten los bailadores y los tocadores de los barriles.
“Lo llevé a Loíza y estuvimos una mañana completa viendo las clases y bailando para él niños, jóvenes y ancianos. Lo llevé también a la Universidad de Puerto Rico para que conociera la nueva camada de jazzistas. Lo recibió un ‘big band’ que le tocó las composiciones de Bach, que es su músico favorito, en el estilo de bomba con un arreglo espectacular y una masa coral que lo impactaron. Él se llevó todo eso grabado”.
Paul Winter ha editado en disco compacto algunas de las presentaciones del Concierto del Solsticio de Invierno. No es seguro que se pueda producir una grabación del espectáculo con Danny, pero ambos artistas se reencontrarán este fin de semana en el escenario del Lincoln Center.
“Él será el invitado especial de la actividad American Songbook que presentaré en el teatrito de jazz del Lincoln Center este sábado 7 de febrero. Vamos a interpretar el disco ‘Obsesión’ y algunas canciones en inglés que son muy similares a lo latino para mostrar, musicalmente, cómo el bolero es el punto de referencia en sus influencias mutuas”.

La colaboración con Paul Winter confirma como, tras casi cinco décadas de trayectoria, nuestro Danny Rivera escribe nuevas y brillantes páginas en su historia artística y discográfica.
El año pasado colaboró nuevamente con el tresista Nélson González, logrando con el cd “Obsesión”, seleccionado entre las 20 producciones más sobresalientes de 2014 por la Fundación Nacional para la Cultura Popular, una joya de la bohemia romántica. En dicho proyecto participaron estrellas como Chucho Valdés y Manny Oquendo.
En marzo cantará con la Orquesta Filarmónica de Caracas, Venezuela. Ese mes participará en la presentación de un libro en La Habana, Cuba. Y a República Dominicana viajará con Chucho Avellanet para la puesta en escena del aclamado concierto “Coincidencias”.