Por Gabriela Ortiz Díaz
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular
Una energética “Fiesta de locos” abrió el telón de una noche comandada por el eufórico tumulto. Pero, más que la histeria, los brincos y los coros que, desde el inicio, manifestaron las miles de personas que acudieron al estadio Hiram Bithorn, lo que imperó durante el encuentro fue el aire combatiente y de fuerte crítica social que emanó de los mensajes que lanzaron René Pérez (Residente Calle 13), Ileana Cabra (PG-13), Eduardo Cabra (Visitante) y el resto de la banda durante el concierto “Adentro”, el cual marcó el cierre de la gira mundial “Multiviral 2014”.
En el concierto de casi dos horas de extensión hubo espacio para la concienciación, las palabras de solidaridad con las causas justas, el sentido de identidad nacional y la interconexión entre el público y el joven artista que, sin dudas, ha roto las barreras del insularismo puertorriqueño. Tras la apertura del grupo puertorriqueño de reggae International Dub Ambassador, los sonidos de la banda de Calle 13 le dieron la bienvenida a ese Residente resuelto que sin cantar una palabra ya dispara mensajes revolucionarios.
La ideología social estuvo presente sobre la tarima desde que el público apreció la camisa del aclamado personaje que leía “La crudita está mal cocida”, referente a la reciente aprobación por parte de la Legislatura del alza del petróleo. Las exigencias que René dirigió al gobierno del País (completarles el bono de Navidad que se les rebajó a los empleados públicos, el detenimiento del cierre de escuelas, el aumento de planteles escolares abiertos hasta después de clases para ofrecer cursos de artes y deportes y el seguimiento al proyecto del dragado del Caño Martín Peña), además del contundente mensaje que Clarisa López le envió al presidente de los Estados Unidos para que excarcele inmediatamente a su padre Oscar López, formaron parte de esa ideología constante durante toda la noche.
Un toque de humildad se percibió cuando Calle 13 exhortó a los fanáticos aglomerados en aquel espacio a que soltaran

los celulares y cámaras para que abrazaran al que tenían al lado, aunque no le conocieran. La invitación a Robi Draco para que los acompañara en el coro de la canción “La vuelta al mundo” y la participación del joven guitarrista bayamonés Omar Rodríguez en el número “Pueblo” marcaron dos momentos importantes para el repertorio de la presentación.
Luego de la canción de apertura, se escucharon “Baile de los pobres” y “El aguante”, canción muy bien pensada que expone todo lo que ha tenido que soportar la humanidad a través de las décadas a causa de las injusticias que originan los mismos humanos.
La noche y el escenario al aire libre fueron estimulantes para brincar, pero también para que canciones como “Un beso de desayuno” y “Ojos color sol”, la cual Residente dedicó a los ojos de su hijo recién nacido y a los de su esposa, emocionaran a los presentes. Otro momento tierno dentro de tanta euforia fue cuando Azul, hija de Visitante, desplegó su niñez con habilidad por las teclas del piano para acompañar la canción “Respira el momento”.
El repertorio fue extenso; más de 20 temas. A las ya mencionadas, se sumó la emblemática “Latinoamérica”, canción que denota el apoyo de Calle 13 a la conexión que debe existir entre todos los países de la parte sur del Continente. Con esta interpretación de fondo, lentamente, fue desplegándose de la parte superior de las gradas una gigantesca bandera de Puerto Rico, momento emotivo que provocó un coro de gritos por parte de un público exaltado. En otra instancia, cuando la hija de Oscar López exigió la libertad de su padre, las miles de voces que había en el estadio gritaban al unísono: “¡libertad!, ¡libertad!, ¡libertad!”.
Entre los otros sencillos que el público disfrutó estuvieron: “Tango del pecado” y “Atrévete te- te”, representativos de los inicios de la carrera artística de Calle 13, “La Perla”, la cual popularizó con Rubén Blades en honor al barrio sanjuanero y “Querido FBI”, escrita a raíz del asesinato del puertorriqueño Filiberto Ojeda Ríos.
Al son de la contagiosa “Vamo’ a portarnos mal”, la fogosidad no quería terminar, aunque forzosamente selló el final del concurrido encuentro de personas de todas las edades.
En algún momento de la noche, Calle 13 comentó que “es importante disfrutarse la vida al máximo; no podemos morirnos sin hacer lo que nos gusta”. Sin duda, este exponente de la realidad social que circunda a la humanidad y que afecta contundentemente a “los de abajo”, ha tenido varias etapas durante su carrera. Aunque los cambios de mentalidad que ha manifestado el joven puertorriqueño a través de sus letras lo han convertido en una figura polémica, está claro que él se ha consolidado como pilar de la crítica a los sistemas que nos rigen y con eso “hace lo que le gusta” y es capaz de “vivirse la vida al máximo”. Al menos, eso lo comprueban la energía que proyecta en los escenarios que pisa y los miles de fanáticos de diferentes partes del mundo que lo siguen, compartan o no las ideologías plasmadas en sus letras.