Por Gabriela Ortiz Díaz
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular
Además de ser parte del gran espectro de manifestaciones artísticas que existe, la arquitectura también tiene un papel protagónico en el quehacer cultural de un país. Por tal razón, la Fundación Nacional para la Cultura Popular decidió otorgarle este año el galardón de “abanderado nacional” al arquitecto puertorriqueño Fernando Abruña Charneco, quien con sus propuestas de desarrollo eco amigable aporta a la concienciación de la sustentabilidad ambiental en Puerto Rico.

El director de la Fundación, Javier Santiago, expresó que este año se quiso homenajear a una persona que estuviera fuera del mundo de la farándula – como se le conoce – y por eso se pensó en Abruña, que ha sabido hacer patria y llevar la bandera puertorriqueña en alto mediante su oficio. Entre muchas otras razones, este arquitecto fue elegido para el galardón porque en 1977 el edificio que sirve de sede para la Fundación fue restaurado y rehabilitado por él y el también arquitecto Alberto del Toro, que en aquel momento tenía solo 25 años de edad.
Desde 2009, esta institución ha reconocido la labor de los siguientes artistas, quienes con orgullo han cargado la monoestrellada: Ernesto Cordero (2009), Luz Nereida Pérez (2010), Aidita Encarnación (2011), Salvador Rosa hijo (2012), Norma Salazar (2013) y Pijuan (2014).
El domingo 21 se celebró en la sede de la Fundación la víspera del día nacional de nuestra bandera y se llevó a cabo esta actividad de reconocimiento. Para conocer un poco de la fructífera vida del homenajeado, la actriz puertorriqueña Lourdes Morán leyó la semblanza del arquitecto. Tras la sorpresa de escuchar su nombre desde el podio, el Dr. Abruña pasó al frente para expresar su profundo agradecimiento y confesar el orgullo que sentirá durante todo el año 2015 al portar simbólicamente la bandera nacional. Además dio las gracias a la Fundación por considerar la arquitectura una rama del arte: “Me place mucho que se haya pensado en la arquitectura dentro del marco de las artes, que es algo que tradicionalmente no suponen. Este oficio representa un reto enorme para nosotros como arquitectos porque tratamos de convertir cualquier lugar en un entorno saludable, no solo para el ambiente, sino también para el ser humano”.
Aunque desde la década de 1970 Abruña ha contribuido en la restauración o reciclaje de más de 30 edificios del Viejo San Juan y otras viviendas, su carrera profesional realmente despuntó a partir de 2000, cuando después de muchos intentos fallidos construyó la “Casa Ausente” en Vega Baja. Para ese entonces, la predica de la arquitectura sostenible llegó a su máximo nivel con ese proyecto, considerado la primera edificación ecológica de Puerto Rico. Esta casa no contribuye al calentamiento global, no utiliza el servicio de acueductos y alcantarillados ni el de energía eléctrica, además es un espacio casi abierto en el que la naturaleza y el ser humano pueden conversar porque donde hay paredes no hay techos y viceversa. Por otra parte, la Escuela Ecológica Niños Uniendo al Mundo en Caguas y la Escuela Ecológica de Culebra son otras creaciones de este ingenioso arquitecto que han potencializado el imaginario de la viabilidad de la arquitectura eco amigable en el País.
Fernando Abruña contó durante la actividad que “en una ocasión, caminando por el recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico,

recuerdo que vi la sombra de las hojas de un árbol sobre la cuneta. Para mí fue como una epifanía ver el contraste de la sombra de algo natural con algo tan pedestre como un encintado, que es por donde pasan desperdicios y aguas sucias”. Relató que había ingresado a la Universidad para estudiar psicología, pero que al presenciar ese detalle tan simple y sublime a la vez, internalizó que debía estudiar arquitectura.
Luego de que las cámaras fotográficas capturaran aquel memorable acto, las personas que asistieron a la actividad pudieron compartir con el arquitecto en el patio interior del histórico edificio sanjuanero del cual indudablemente el Dr. Abruña forma parte integral. Al igual que en los años anteriores, durante este 2015 nuestra bandera nacional tendrá un custodio que la representará con orgullo y dignidad.