Por Gabriela Ortiz Díaz
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular
Un espectáculo dramatizado fue el proyecto que se propusieron Julio Enrique Court y sus invitados Aidita Encarnación y Jesús “Chuíto” Muñoz para la pasada edición de “Vive la Bohemia”, actividad celebrada mensualmente, hace cuatro años, en la sede de la Fundación Nacional para la Cultura Popular. Con acordes de piano, el maestro Cuqui Rodríguez engalana cada velada musical.

El primero en provocar la aparente guerra de amor fue Julio, quien le lanzó la tierna canción “Somos novios” a su amada Aidita Encarnación. Esta cantante y actriz puertorriqueña, disfrazada de mujer incrédula ante las propuestas amorosas que le hacía, le respondió con la interpretación de “Por ti me casaré”, del cantautor italiano Eros Ramazzotti. Luego, y decidido a conquistar el corazón de Aidita, apareció Jesús Muñoz cantando el bolero “El día que me quieras”. Una vez estuvieron los tres cantantes en escena, comenzaron a retarse ambos hombres utilizando como herramienta las letras de los hermosos boleros para, finalmente, probarse quién resultaría victorioso. Sin embargo, el rechazo de Aidita a sus dos pretendientes se hacía evidente con las canciones que escogía para rematarles.
En aquel duelo Julio Enrique sentía ganar la admiración de Aidita y la miraba fijamente para cantarle, entre otras, “Quiéreme mucho”, compuesta por el cubano Gonzalo Roig. Luego, Chuíto le obsequiaba, a la que también consideraba su amada, temas como “La gloria eres tú”. Así, Aidita era una mujer entre dos caminos que, en el fondo, se burla de ellos mediante sus gestos y miradas. Canciones como “Amnesia”, popularizada por José José; “Lo siento por ti” de Rafael Hernández; y “Fuera de mi vida” del repertorio de Valeria Lynch, sirvieron de escudo para detener los aires románticos y de conquista que se desprendían de las interpretaciones de los personajes despechados que representaban Julio y Chuíto. Las ganas y sentimiento que Aidita le añadió a la interpretación de “Fuera de mi vida” provocaron que el público la elogiara a viva voz.
Canciones como “Bajo un palmar”, “Bésame mucho”, “Solo tengo ojos para ti”, “Sabor a mí” también formaron parte de la batalla romántica de la noche.
Toda la velada transcurrió entre la risa del público y la de los artistas. No obstante, la parte más graciosa fue cuando apareció Chuíto Muñoz interpretando a su personaje cómico Culebro Mendoza. Culebro cantó “Los deítos de los pies”, “hit” que popularizó en “Club Sunshine”, programa que se transmitía por WAPA y que era producido por Emmanuel “Sunshine” Logroño. La sorpresa en la trama de la bohemia dramatizada la dio Aidita que, aunque recibió trinos de amor durante toda la noche, decidió quedarse con Culebro.

Luego de este toque jocoso, Julio Enrique cantó a solas con ambos invitados. Con casi una treintena de temas en el repertorio de la noche, Chuíto gentilmente pidió una oportunidad para que su hija adolecente pasara a la tarima y cantase junto a él.
A este momento sublime le siguió el comentario de Julio de que “es temprano y nosotros hemos acabado más tarde”. Así que invitó al escenario a su amigo y colega Edgar Cuevas, quién se encontraba entre los espectadores y sin planear le hizo honor al bolero “Usted”.
Para finalizar la velada musical, pasó al frente el cantante Ricky Santana y junto a Julio Enrique interpretó en tiempo de tango “Alma dentro”, actuación perfecta para un cierre magistral.
Al cierre, “Con quién me quedo”, como titularon la actividad, fue una propuesta que más allá de su formato musical, sirvió para probar el dominio dramático y humorístico que – innegablemente – poseen Julio Enrique Court y sus excelentes invitados en esta ocasión.