Por Miguel Diffoot
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular
Cuando nos adentramos en nuestra tradición teatral tenemos por fuerza -y por justicia- que recurrir a íconos que, por su sabiduría, disciplina y rigor, marcaron un camino fértil que aún continúa dejando frutos. Este es el caso de Gilda Navarra, actriz, bailarina, profesora de pantomima, especialista en la “Commedia dell’arte” italiana y creadora del Taller de Histriones. Según Gilda Navarra, “La disciplina no es una obligación, es sólo la gloria de pertenecer a un arte sagrado al cual uno sirve; es una religión”; y, de esta manera, ejercía su oficio produciendo un sinnúmero de trabajos artísticos de gran belleza y perfección.
Siguiendo este ejemplo, un grupo de ex alumnos se dio a la tarea de honrar esta obra homenajeando a la “Maestra” durante la presentación de la pieza teatral “Secretos prohibidos”, de Tere Marichal Lugo. Unos visuales de la trayectoria del Taller de Histriones sirvieron como preámbulo al hecho teatral: un homenaje más que merecido a la excelsa profesora.
La interesante propuesta de Marichal presenta los usuales personajes de la Commedia dell’arte italiana para crear un texto de gran comicidad. Temas como el desempleo, el hambre, los amores ocultos y la obsesión por el dinero son trabajados con ritmo certero por la autora, pero imbuidos por comentarios muy típicos de nuestra época y nuestra geografía puertorriqueña.
Si valiente es el hecho de adaptar a nuestra realidad actual un estilo poco frecuentado como el de la Commedia dell’arte, mayor fue el aplomo con que la dirección y los actores se enfrentaron a él.
El histrionismo de veteranos como Ramfis González, Gerardo Ortiz, Julio Ramos, Iliana García, Evelyn Rosario y Leslie Van Zandt, se hizo notar con creces durante la presentación. Con excelentes voces y mejores destrezas corporales lograron enriquecer un ya excelente texto. Dignos y ejemplares hacedores del legado de Gilda Navarra.
Los más jóvenes no se quedaron atrás a la hora de interpretar sus partes: Thais Rivera, Jonathan Amaro, Martin Alicea, Yaizamarie Figueroa y Juan “Rosko” Jaime hicieron muestra de versatilidad, buen decir y buen ritmo en sus partes.

Todo lo antes mencionado no podía tener un mejor marco que un hermoso telón de fondo al estilo de la época diseñado por otro de los Maestros del teatro, el gran Checo Cuevas. Aparte del telón, la sencillez del montaje requería un solo mueble que fuese transformándose dependiendo de las necesidades de la escena. ¡Ingenioso y práctico! De esta manera, la acción recaía solo en los intérpretes… como debe ser.
La música, como en toda muestra de teatro popular, es importantísima, de modo que se añadieron unas canciones, también de la autoría de Marichal: “¡A la porra!”, “Amores van, amores vienen” y “La luna esconde un secreto” son sus títulos, con instrumentación grabada por Luis Ángel Nieves en la guitarra y Herinaldo Torres en la percusión.
Felicitamos, a su vez, a la directora Rosabel Otón quien conoce los vericuetos y las peripecias de este estilo como para darle luz y sabor con un movimiento calculado, ágil y estéticamente pleno.
Ficha técnica
Dirección: Rosabel Otón; Diseño y realización de Escenografía: Checo Cuevas; Diseño y realización de Vestuario: Vilma Martínez; Coreografías: Maritza Martínez; Arreglos musicales: Luis Ángel Nieves. Fotografías: Sheril Loiz, Daril Sánchez y Marian Alexandra.
Elenco: Ramfis González, Gerardo Ortiz, Julio Ramos, Iliana García, Joealis Filippetti, Evelyn Rosario, Leslie Van Zandt, Yaizamarie Figueroa, Juan Rosko Jaime, Thais Rivera, Martín Alicea y Jonathan Amaro. Regidora de escena: Verónica Rivera. Una producción de Teatro Libre, Inc y ¡A la porra!, Inc. Productoras Asociadas: Lusiann Iturbe, Raquel Cordero e Iliana García.