Norma Salazar Rivera, folklorista puertorriqueña que fuera descrita por amantes de la cultura como una incansable obrera del arte, entró en la inmortalidad en la madrugada del viernes 23 de mayo en su hogar en el sector Trastalleres de Santurce.
El repentino deceso de Salazar causó pesar en la clase artística que la distinguió como una compañera desprendida que dio el todo en su quehacer por el País.
Folklorista, teatrera, declamadora, pintora, escritora, artesana y educadora, Norma Salazar tenía 20 años cuando, en medio de una convención de abogados en el Hotel Meliá de Ponce, los sonidos de los tambores, los panderos y las maracas despertaron en ella su pasión por las expresiones folklóricas. Desde ese momento la bomba y la plena pasaron a ser parte fundamental de su vida.
Su gran interés por dichos ritmos la llevaron a asistir a casi todos los Festivales de Bomba y Plena que se celebraban en el País. En ellos vio a Petra Cepeda, los Hermanos Ayala, al Grupo Mayombe de Gladys Rivera y a otros.
Poco después, con el propósito de conocer a profundidad sobre el tema, comenzó una investigación sobre los orígenes de las mencionadas expresiones musicales. Sus fuentes de información fueron los especialistas Rafael Cepeda, Samuel Lind y otros expertos que entrevistó.
Por otro lado, sus estudios en la Universidad Interamericana de San Germán la pusieron en contacto con la poesía negrista de Luis Palés Matos y Fortunato Vizcarrondo. En el recinto, Norma Salazar completó un bachillerato en Estudios Hispánicos.
Impulsada por el poder que el conocimiento confiere, Salazar dictó una conferencia sobre la bomba y la plena en el Colegio de Abogados. Ante la visita de un grupo proveniente de Namibia, Norma complementó su presentación con una rutina de baile que ejemplificaba el contenido de la exposición.
Con los participantes que la acompañaron en la conferencia, Norma decidió organizar un grupo de baile, canto y declamación. Se dieron a conocer por el nombre de Kaffir, vocablo que leyó en un libro de Winnie Mandela. La agrupación se dio a conocer porque en su propuesta artística combinaban la poesía negrista, con la bomba y la plena. Con el tiempo a Salazar se le ocurrió la idea de enriquecer su repertorio con poemas de poetas contemporáneos.
En uno de esos días en que todo parece fluir a nuestro favor, Norma Salazar conoció al compositor y poeta Tite Curet Alonso. El encuentro se dio en la calle San Sebastián del Viejo San Juan. En la ciudad amurallada, la folclorista le pedió varios de sus poemas para incluirlos a su espectáculo; él le obsequió una decena de sus obras poéticas. No faltó mucho para que ambos se convirtieran en buenos amigos. De hecho, fue Tite quien le sugirió que sustituyera el nombre original de su grupo (Kaffir) por el más pegajoso de Plenibom.
Dirigida por Norma Salazar, la agrupación se dedicó a promover las manifestaciones culturales afro antillanas en todo el País. También viajaron a los Estados Unidos, América del Sur, Cuba y la isla de Mallorca.
En otras de sus facetas, Norma Salazar se destacó como líder en las comunidades menos aventajadas de Puerto Rico. Trabajó como coordinadora del proyecto de periodismo infantil Los Niños en Acción que concibió con niños estudiantes de Trastalleres, La Perla, Lloréns Torres y Puerta de Tierra.

De su pluma, fueron los libros “Canto a mi hijo” (1975), “Sueños, risas y canciones” (1975) y de “De mi madre lo aprendí” (2000). Igualmente Norma se desempeñó como colaboradora del periódico Claridad, así como en 2010 editó en formato dvd su documental “Promesa cantada a los Tres Santos Reyes” el cual fue producido por el joven cineasta Heixan Robles.
En la noche del 21 de diciembre de 2012 la Fundación Nacional para la Cultura Popular proclamó a Norma Salazar “Abanderada 2013” por sus labor incansable en pro de la cultura en las comunidades. Posteriormente realizó con ellos el taller navideño “Jesús de Trastalleres” y el campamento Verano Cultural con niños de dicho sector capitalino.
Al momento de su partida Norma Salazar se encontraba delineando un nuevo proyecto titulado “Trastalleres sabe a bolero”, actividad pautada a celebrarse como preámbulo al Día de los Padres en dicha comunidad.