Por Edgar Torres
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular
Con más de tres décadas de trayectoria profesional, la actriz de televisión, cine y teatro, Iliana García, ha llegado a la conclusión de que “las artes son esenciales porque tocan la humanidad”.
García, quien completó una maestría en Gestión y Administración Cultural y un bachillerato en Drama -ambas de la Universidad de Puerto Rico- considera que si queremos un país mejor, “es imprescindible que las artes estén accesibles”.
La profesora de la Escuela de Bellas Artes de Carolina subraya que durante 13 años ha contribuido a la formación de sus estudiantes. “Esto me llena de satisfacción, me da oportunidad de disfrutar la creación, que es lo que más gozo. Veo a esas chicas y chicos desarrollándose y siempre llego a la conclusión de que éste es un proyecto extremadamente importante”, indica la ganadora del premio de Mejor Actriz en el Festival Internacional de Cortometrajes (15/15 Film Fest) en Australia en 2006 por “Día x noche”.
Iliana entiende que todos los municipios deberían tener una escuela de bellas artes. “Si queremos verlo desde el punto de vista práctico, entre comillas, se ha probado que las bellas artes inciden en lo que son las otras clases académicas. Lo forman mejor en la línea del español, matemáticas y ciencias”.
Al evaluar sus años de trayectoria, García asegura que “han sido muy buenos, productivos y expansivos. Me han dado la oportunidad de diversificarme en muchos sentidos. En el teatro empecé como actriz, pero he hecho trabajo de utilería, dirección que me apasiona y he producido”.
Entra al mundo de “Sueño eterno” –
En estos momentos, Iliana está en la piel de “Marta Jiménez” , personaje que se presenta en distintas etapas en la pieza “Sueño eterno” de la dramaturga Adriana Pantoja, en cartelera desde este viernes 19 en la Sala Carlos Marichal del Centro de Bellas Artes de Santurce.

Entusiasmada por estar en la piel de “Marta”, Iliana menciona que “ella se convierte en una evangélica bien aferrada. No quiero decir que es fundamentalista, porque tiene sus quiebres; tiene sus cosas por otros lados”.
La artista resalta que entre los personajes existen varios pactos, pero que no son conocidos entre ellos. “Entre ‘Elena’ y ‘Marta hay un pacto, al igual que existe otro entre ‘Elena’ y ‘Enrique’, que ella no conoce’. Hay unos pactos en torno al destino de la vida. No puedo entrar en muchos detalles porque revelaría el nudo de la trama”.
Al profundizar en la vida de un personaje, Iliana destaca que este no muere al concluir la puesta en escena. “Eso no sucede así necesariamente. De hecho pienso que, también, los personajes son una oportunidad de reconciliación personal y social. Una oportunidad de entendimiento de la humanidad. Así que para mí es esencial no juzgar mis personajes. En todo caso busco ellos esa humanidad que a veces está escondida. Y trato de que mi humanidad se encuentre con la de éste. En ese sentido me permite ampliar mi visión de vida”, expone convencida.
Iliana insiste que “no es esencial que un personaje no me domine. Yo creo mucho en implicarme y permitir que, lo que a lo mejor Iliana no se permite hacer, el personaje le dé permiso”, acota.
Aciertos de una carrera escénica –
La actriz busca en su baúl de recuerdos antes de seleccionar los personajes que la han impactado. Así, casi de inmediato, confiesa que no olvida a “La novia”, que caracterizó en la producción “Bodas de sangre”. “Ese proyecto me apasionó tanto. Yo hacía mis rituales y todo invocando a (Federico) García Lorca, quien es el poeta del teatro. Es un autor extraordinario que toca tanto el alma, sobre todo, de las mujeres”.
García comenta que, con el paso del tiempo, ha procurado ser más selectiva con los proyectos que trabaja. Sin embargo, entiende que la necesidad económica puede obligar a cualquier actor a aceptar una oferta más liviana en las tablas. “Nos apasiona actuar y por el afán, a veces, aceptas propuestas que luego te arrepientes. Cuando es tu único trabajo, también te obliga la necesidad económica. A esto he procurado buscarle un balance. Mi trabajo implica para mí un compromiso de carácter ético”.
En su vasta trayectoria sobresalen obras como “Animas de día claro”, “Tres historias del mar”, “Bastante amargo”, “La casa de Bernarda Alba”, “El caballero del milagro”, “Dos perdidos en una noche sucia”, “Simplemente mujeres”, “Bodas de sangre” y “Etiquetas para machotes de caché”, entre muchísimas otras.
La también directora teatral prefiere que el período de estudio y ensayo de un personaje sea extenso. “Me gusta ensayar mucho. Esa es una de las premisas que establezco cuando dirijo. Yo voy a ensayar sobre dos meses… Es un compromiso. El trabajo del arte es un compromiso ético. No solo me encargo de mover, sino entrar en diálogo con ese colega para que si no entiende a nivel conceptual el trabajo o su personaje por las razones que sean, pues yo voy a estar en un tome y dame. Entrando los dos y jugando a los detectives”.
La cofundadora de la corporación Palanganas Incorporado sostiene que el proceso de forjar un personaje antes de la presentación en escena “es sumamente indispensable”. En este proceso se aprende, se vive la experiencia real. Ya después se completa ese intercambio con el público. Pero todo ese período de ensayo es la riqueza para mí de los ensayos”.
García reflexiona sobre la nueva generación de actores, a la que en un algún momento pasará el batón, y apunta, “hay un interés tremendo de exponerse al proceso creativo. Pero, desde mi punto de vista, todo es cuestión de ver qué información se le está dando para que vayan por el buen camino”.
Iliana García pone punto final a la entrevista definiendo lo que para ella es ser actriz o actor. “Es difícil poner eso en pocas palabras. Yo no creo en absolutos. Pero, siento que es esa persona absolutamente comprometida con comunicar y tener una búsqueda. Tener curiosidad de presentar lo que quiere comunicar de una manera que no sea solo el mensaje, sino el modo”.
Llena de entusiasmo y enamorada de su profesión, esta dama de la actuación confiesa que le faltan muchas vidas que encarnar… Pero del plano esotérico al escénico ya está lista para dar el paso convirtiéndose en “Marta Jiménez” en esta historia que produce en Bellas Artes la compañía Cuarzo Blanco.