Por Anilyn Díaz Hernández
Para la Fundación Nacional para la Cultura Popular
“¡La piñata está lista!”. Cual niño o niña que espera con ansias romper una, el grupo de música latinoamericana Tepeu avisó en las redes sociales a principios de diciembre que la suya estaba lista para la ya tradicional “Posada Navideña, que marca anualmente el inicio de las fiestas en la Fundación Nacional para la Cultura Popular.
La Posada Navideña fue parte de la quincuagésima novena edición de las Noches de Peña, producidas por Tepeu y el personal de la Fundación los segundos sábados de cada mes a las ocho de la noche. La actividad es usualmente dedicada a la tradición navideña en México, donde esta temporada del año se celebra con posadas, piñatas, cánticos, bebidas y dulces típicos. El ponche mexicano no faltó y rindió de tal forma que el público que abarrotó todos los rincones de la Fundación pudo probarlo.

Las personas que asistieron a esta Posada procedieron de distintos pueblos en y fuera del área metropolitana. Éstas superaron en cantidad al tradicional grupo de amistades y familiares que regularmente apoya las Noches de Peña. Casi no cabía la gente, por lo que rápidamente el patio interior de la Fundación se transformó en una segunda sala donde se vio el espectáculo a través de una pantalla amplia de televisión. El público era mayormente adulto, pero había algunos niños y niñas impacientes por romper la piñata.
El papel chino picado, distintivo del arte popular mexicano, adornó la sala principal donde se presentaron Tepeu, la juglar puertorriqueña Carmen Alicia Morales, el conjunto de música típica Los Hermanos Sanz y Felipe Estrada quien fue el artesano que confeccionó la piñata mexicana. El evento comenzó precisamente reconociendo la labor de Estrada, que un par de horas después provocaría euforia entre los jóvenes de corazón.

Carmen Alicia reside en el estado de Virginia y viaja frecuentemente a presentar sus obras y performances en varios lugares del mundo. Cada vez que viaja a Puerto Rico, Tepeu la incorpora a las Noches de Peña donde figura como una de las artistas favoritas. Su personalidad polifacética incluye la escritura de poesía, obras dramáticas y artículos sobre historia en los que explora rasgos interculturales de personas y lugares en Puerto Rico. “Soy una artista. No importa lo que haga, necesito llevarlo a una expresión artística,” apuntó. Carmen Alicia regresará a Puerto Rico a principios de enero a ofrecer una serie de talleres en el Centro de Estudios Avanzados de Puerto Rico y el Caribe.
Los próximos invitados de la Posada Navideña fueron Los Hermanos Sanz, una agrupación familiar compuesta por la guitarrista y vocalista Lisvette Sanz González, el cuatrista Luis Sanz González, su padre Luis Sanz Suárez quien tocó el güiro y Christian Galíndez en la percusión menor. Este grupo de Toa Alta que a veces se presenta con más de cuatro músicos, ya publicó dos discos de forma independiente, un legado para la historia en 2006 y marcando la historia en 2008. Los Hermanos Sanz provocaron tremenda algarabía al interpretar las piezas “Popurrí navideño”, “Aguinaldo jíbaro” y “El coquí”.

Cuando llegó la hora de romper la piñata casi todos los menores ya estaban dormidos. Fue entonces cuando la ola de público invadió el patio interior de la Fundación y, como en un acto de magia, unas lloviznas leves les devolvieron energía joven y tierna para lanzarse al suelo, recoger dulces y reírse a carcajadas. El brillo en sus ojos fue mi Navidad.
La próxima Noche de Peña será el próximo sábado, 12 de enero, dedicado a los Reyes.