Por Judith Felicié
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular
En los años 70 un cantautor de la música campesina pasquinaba cada rincón de Río Piedras en búsqueda de un público universitario al que pudiera comunicarle sus inquietudes a través de la música. Hoy, ese jíbaro avanza con los tiempos y lanza su ofensiva desde el mundo cibernético. Y no es que este orocoveño haya perdido su esencia. Al contrario… el jíbaro sigue siendo El Jíbaro, aunque se haya insertado a la era digital y al mundo de la cibernética.
Activo a través de las redes sociales, con su página http://www.eljibaro.com, Andrés Jiménez nunca imaginó lo que, a las puertas del siglo XXI sería comunicarse con el mundo por Facebook, ver sus vídeos en YouTube, o vender sus grabaciones y presentaciones a través del internet. Pero aquel trovador nacido en el corazón de Puerto Rico – como buen obrero del arte – ha aprendido a trabajar con las herramientas que están a su alcance. Y aunque ya hayan pasado cuatro décadas de carrera, y la dimensión de su público se haya ampliado tanto en distancia como en edad, su mensaje mantiene su constancia en lo social y en el compromiso con nuestra música campesina.
Así, hoy nos lleva a recorrer cada una de sus décadas en el mundo musical con una nueva grabación y el anuncio de su próximo espectáculo.
De entrada, Andrés celebra con nosotros su travesía por el arte, y en el viaje su verso, queda intachable y su compromiso de preservar y difundir nuestros valores patrios también. Como reflejo de ello es su nueva producción discográfica “Andrés Jiménez ‘El Jibaro’: 40 años después”. Grabado en vivo en concierto celebrado el pasado 30 de diciembre en el Centro de Bellas Artes de Caguas, la obra exalta nuestra puertorriqueñidad a través de cada uno de sus 12 temas.
Así, desde “Mi ruta” establece quién es este orocoveño que aprendió a vivir fiel a sí mismo. El tema “Antonia Martínez”, nos hace retomar la muerte de la joven universitaria a manos de un policía en una de las huelgas de la U.P.R. “De gente buena y gente mala” evoca las lecciones aprendidas en el hogar. “Mariandá para Chuíto” es un homenaje sentido al maestro Jesús Sánchez Erazo por parte de uno de sus discípulos más fieles. En “El nubarrón” Andrés nos hace pensar sobre el valor de la relación entre el hombre y la naturaleza. En “Letanías” recoge la tradición popular de ensalzar la figura de la Virgen como la Madre abnegada. La otra madre, nuestra patria, se extraña en las dimensiones de la distancia, cuando tenemos que alejarnos. Así lo vemos en “Mamá Borinquen me llama”; versos del poeta Che Meléndez al igual que “Al morirme que me entierren”, en el que se enfrentan intérprete y poeta a la realidad inminente de la muerte como un proceso natural. “Canción del campesino” y “Me voy pal’ campo”, ensalzan la vida sencilla en las montañas de nuestro País, la belleza de lo indispensable y nuestra exuberante naturaleza. Y no podía faltar en este recuento musical una semblanza para Andrés en la improvisación de Eduardo Villanueva, con señas y detalles que reafirman 40 años de lucha y honestidad.
Destacamos que esta grabación documentada en vivo goza de la nitidez y claridad sonora como si se tratara de una obra grabada en estudio. Esto gracias a la experiencia y profesionalismo de Berty Rodríguez. Del mismo modo debemos destacar al equipo de músicos que, bajo la dirección del joven cuatrista Christian Nieves, nos lleva por una ruta vibrante con acordes llenos de sabor boricua. Bajo la tutela de Nieves se unifica con precisión la labor ejemplar de John Echevarría en la guitarra, Junior Alvarado en el bajo, Nelson Cintrón en el bongó, Moisés Ramos en la percusión menor, Neftalí Ortiz en el güiro y las voces de Iris Martínez y Eddie Lebrón en los coros. ¡Bravo por Christian y su excelente equipo!
Como consecuencia del éxito alcanzado en 40 años, la secuela de este proyecto continúa con la celebración de Andrés Jiménez en el arte. Así, con el espectáculo “El Jibaro: 40 y pico… ¡ ¡ ¡Seguimos de fiesta!!! el próximo sábado 29 de de diciembre el cantautor tendrá un nuevo encuentro con su público en el Centro de Bellas Artes de Caguas. Apunta Andrés que este concierto dará continuidad al del año pasado, presentando temas de su vasto repertorio que no pudieron incluirse en el anterior. Ante la premisa podemos anticipar que se trata de un evento que estará lleno de sentimiento, enalteciendo los valores de nuestro suelo, justo para estos tiempos y para el disfrute de todos. Gracias, pues, Andrés, por 40 años de voz, compromiso y conciencia… Y que vengan muchos más…