Por Adriana Pantoja
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular
Con el Coliseo de Puerto Rico José Miguel Agrelot lleno a capacidad, la cantante Ednita Nazario realizó el pasado viernes su primer concierto de la temporada 2012, presentando su nuevo disco compacto, “Desnuda”. Sin embargo, en el repertorio de la noche que incluyó 20 temas hubo también espacio para los éxitos que la han llevado al estrellato. Y es que, como bien mencionó la artista, meses antes del concierto, ya se había realizado una encuesta a través de las redes sociales, en la cual el público indicó las canciones que quería escuchar. Y atenta a la demanda del soberano ella llegó al encuentro dispuesta a complacerlo.
A las 8:55 p.m., el grupo Ánima 5 abrió el concierto de la cantante. Siguiendo la línea de colectivos como el grupo norteamericano Backstreet Boys (tanto en su estilo musical como en baile y canto), los boricuas agradecieron a Ednita la oportunidad de abrir por segunda vez uno de sus conciertos. Y luego de una participación relativamente corta, en la que irradiaron chispa y energía, el grupo dio paso a los preparativos finales para la entrada de Ednita media hora después.
En medio de un ambiente de algarabía, la cantante comenzó su espectáculo con la promesa de “mostrarles todo lo que soy”. Juegos de luces, una pantalla LED, vídeos e imágenes computadorizadas… y la potente voz de Ednita cantando “Voy”, de su nuevo disco, enardecieron al público asistente al punto de la histeria. Vestida con un corto traje rojo fuego, Nazario encendió la tarima que reproducía su imagen en pantallas cual si fueran hologramas. Y antes de interpretar la segunda canción de la noche, “Cuando no te queden lágrimas”, le hizo una invitación a los presentes: “mantén abierto tu corazón”.
La euforia expresada por su fanaticada paralizó a la artista que, entre aplausos y vítores, observaba de lado a lado a un “Choliseo” que la ovacionaba de pie… “Oh, my God!”, fueron las palabras que se le escaparon ante este gesto de aprobación masiva. Y sin poder contenerse, irrumpió en llanto, hecho que enardeció más el fervor de la multitud presente.
En pleno uso de las ventajas tecnológicas computadorizadas y la pantalla LED al fondo del escenario, (en la cual se proyectaban telones, bailarines a contraluz, diseños geométricos, estatuas, dibujos, lluvia y fuego, montajes de videos digitales de la artista), el espectáculo continuó con dos mosaicos musicales, en los cuales abordó éxitos de diferentes épocas. Primeramente interpretó “La fuerza de un te quiero” y “Lloviendo flores”, para luego darle paso a los recordados “A que no te vas”, “Después de ti” y “Alma de gitana”. Posteriormente presentó “Tócame” de su nueva cosecha, a la que le siguió otro popurrí de temas, esta vez incluyendo “Cadenas de fuego”, “Lo que son las cosas”, “Mi corazón tiene mente propia” y la interpretativamente exigente “A que no le cuentas”. Con esta última, Ednita volvió a enardecer al público logrando un cierre ejemplar en el que demostró su pasión, alcance vocal y fuerza interpretativa.
Luego de la canción “Tu medicina” -otro nuevo corte del disco “Desnuda”-, Ednita tomó un pequeño descanso y le abrió paso a la agrupación Black Guayaba, quienes en 2008 ganaran el Grammy al Mejor Álbum Latino de Rock por su disco “No hay espacio”. El público los recibió con beneplácito y aplaudió su nueva canción “Tú lo sabes bien”, de su más reciente disco “La conexión” (2012). Entonces, reapareció Ednita, vestida con un conjunto de chaqueta dorada, “hot pants” negros y botas altas, atuendo que le lucía muy bien. La intérprete se unió a Black Guayaba para cantar el tema “Sin pensar”, el cual se incluye en el más reciente álbum de la ponceña. Reforzando el estilo pop-rock de esta canción, se vio en la pantalla LED una grabación de Nazario tocando en un grupo de rock compuesto por mujeres, lo que hizo recordar al famoso conjunto norteamericano The Go-Go’s, de la época de los ochenta. Lamentablemente, la sincronización estaba un tanto atrasada y la voz no concordaba bien con el movimiento de los labios en la grabación… esto se arregló casi al final de la canción.
Temas nuevos como “La pasión tiene memoria” y “Caída libre” -para la cual, Ednita vistió un traje largo color blanco y estuvo rodeada de efectos digitales de estrellas fugaces y explosiones traslúcidas-, acompañados de temas de siempre como “Vengada” continuaron el espectáculo. Pero la Diva Ponceña volvió a enloquecer al público cuando cantó “Más grande que grande”, máxime cuando gritó: “¡Te amo, Robi!”, tanto al comienzo como casi al final de la interpretación musical, la cual estuvo llena de mucho sentimiento. Y entonces, la artista tuvo su segundo descanso, el cual aprovechó para presentar a lo más querido en su vida: su hija Carolina, quien hacía su debut en el escenario con este concierto cantando el tema en inglés “Dangerous”.
Entonces, vestida con un corto traje blanco, con adornos negros en la cintura, Ednita apareció por la parte de atrás de la arena y, acompañada únicamente por un asistente -aunque vigilada a distancia prudente por el personal de seguridad del lugar-, llegó hasta una tarima en medio del Coliseo, establecida especialmente para este momento. “Es que yo quería estar más cerquita de ustedes… de todos ustedes”, le dijo a su fanaticada. Allí, la artista cantó lo que denominó un ‘Medley Karaoke’, un conjunto de éxitos en su carrera, escogidos por el público a través de las redes sociales. El público en arena se acercó a esta segunda tarima, buscando tener una mejor visual de su artista favorita, poder fotografiarla de cerca y cantar con ella; ¡hasta los guardias de seguridad no pudieron evitar bailar y cantar!
Con su regreso a la tarima principal, Ednita entró a la etapa final del concierto, interpretando con toda la fuerza y la sensualidad que le caracteriza canciones como “Sé que voy a reír”, además de tres “medleys” adicionales que incluyeron “Más mala que tú”, “Confesados”, “A que pides más”, “Si no me amas”, “No te mentía”, “Tú sin mí”, “Sin querer” y “Quiero que me hagas el amor”. Cabe señalar que para este último tema, las bailarinas trajeron a un chico del público, le vendaron los ojos y lo amarraron a una silla en el escenario. Ednita, con movimientos candentes, sensuales y muy atrevidos, le cantó como si estuviese haciéndole un “streep tease”, arrancando gritos y vítores por parte de los espectadores.
Como nota al calce cabe destacar que la cantante, a través de toda la noche, incluyó constantemente en su repertorio y en sus interlocuciones la señal manual de ‘I love you’, usualmente utilizada por la comunidad sorda, pero también aceptada mundialmente como símbolo del amor. ¡Bravo Ednita!
No cabe duda que el público asistente a este primer concierto de Ednita en 2012 es fiel seguidor de los innumerables éxitos de la Diva Ponceña. Y ante un público completamente heterogéneo el Coliseo de Puerto Rico se hermanó para acompañarla cantando. Esta artista de reconocimiento internacional – cuyo primer disco fue ‘Al fin… Ednita’, en 1973- tiene un excelente control del público y un espectacular dominio de la escena. Sabe lo que el público quiere y lo complace; y se ve la empatía en ambas vías. Tiene un singular histrionismo, el cual pone en función a su música, a su espectáculo, a su verdad como artista; y nos hace recordar aquella corta incursión actoral que tuvo en Broadway con “The Capeman”, en 1999… Pero el centro de Ednita, lo que la mantiene viva, es la música… Y lo dejó demostrado, una vez más: su voz de siempre, una fuerza y una energía que no se apagan nunca, una sensualidad, honestidad y entrega únicas. Y aunque el tiempo haya pasado, su voz, su histrionismo, su fuerza y su firmeza siguen intactas. ¡Tenemos Ednita para rato!