Por Alina Marrero
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular
Edna Lee Figueroa es una mujer valiente, sincera y transparente. No se esconde para decir lo que siente. La diferencia entre las quejas por las realidades de la vida que se perciben en el ambiente inmediato y lo que manifiesta Edna Lee, es que ella habla de sí misma sin señalar ni juzgar a los demás.
Lo primero que dice es su edad. Figueroa nació el 26 de septiembre de 1973, en Humacao. Se educó en las escuelas públicas de su pueblo. Después, pasó a la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras, donde completó un Bachillerato en Drama. Años más tarde, hizo una maestría en Administración de las Artes en el Colegio del Turabo.

Edna Lee no ha perdido su tiempo. Lo más que le interesa es la actuación, no obstante, posee experiencia en todas las facetas profesionales del teatro, del cine y la televisión. Siempre quiso vivir en Nueva York, y es en esa ciudad donde vive en estos momentos.
Nos acercamos a conversar con Edna Lee Figueroa con motivo del estreno de la película “Medardo” en Ecuador y descubrimos a una sorprendente mujer de corazón abierto, de alta sensibilidad. Nuestra conversación fluyó con mucha naturalidad. A continuación la compartimos.
ALINA MARRERO (AM): ¿Cuánto y en qué circunstancias diste ese primer paso profesional?
EDNA LEE (EL): Mi primera experiencia profesional fue en 1994 con “Eréndira” de Rafael Rojas, quien también dirigió. En esos momentos, yo estudiaba todavía. Me sentí muy honrada porque trabajé junto a mi profesora Idalia Pérez Garay. También, participé del Teatro Rodante en la Universidad que dirige Dean Zayas, y en los trabajos de Rosa Luisa Marques. Adquirí mucha experiencia como regidora de escena, productora, coordinadora de vestuario. Me gustaba hacer esos trabajos, pero dejaron de llamarme como actriz, así que un día decidí cortar con esos trabajos. No fue fácil, me decían que pocas personas podían hacer lo que yo hacía. Así que no corté con esas facetas del todo, pero no las hice con frecuencia. Entonces comenzaron a llamarme como actriz.
AM: Al principio de nuestra conversación, Manifestaste que siempre quisiste vivir en Nueva York y hacer tu vida profesional en esa ciudad. ¿Cómo fue que diste el paso para irte de Puerto Rico?
EL: Me he ido de Puerto Rico en muchas ocasiones.
AM: Debemos entender que te has ido y has regresado.
EL: Te voy a contar. En 1999 conocí a mi primer esposo, Alejandro Croatto, mientras trabajaba como regidora de escena. Viajamos a Nueva York con el grupo “El timbre” para presentarnos en Repertorio Español, como parte de un internado de dirección. Estuvimos un mes. Esta era mi primera vez en Nueva York. ¡Imagínate! Me enamoré de la ciudad. Quería mudarme de inmediato, pero el amor me mantuvo en Puerto Rico.
AM: ¿Qué hiciste cuando regresaste de Repertorio Español?
EL: Empecé a trabajar en televisión, en un programa que producía Pedro Muñiz, “Micasa.com”. También hice “Ven a ver”, un programa para niños con Tony Croatto. Alterné esos dos programas con el teatro. Para esa época me uní a Pedro Rodiz, Joselo Arroyo y Julie Mercado para producir. Formamos la compañía Deikelestai, Inc. (Como dato curioso, informaremos que Deikelestai es una palabra griega que significa aquellos que montan obras. Hubo una compañía llamada Deikelestai, en Megara, provincia de Grecia, en 581 AC. Desarrollaban un género teatral llamado Farsa Dórica.)

AM: ¿Qué pasó con Deikelestai?
EL: Esta compañía empezó en 1999 y se mantuvo activa hasta 2006. Durante esos años pasó de mano en mano. Yo me iba a Estados Unidos y regresaba, aunque siempre estuve envuelta con Deikelestai. La compañía se disolvió, pero antes de que esto pasara, también se disolvió mi matrimonio con Alejandro. Entonces me refugié en el teatro. Una que otra vez, trabajé con el Taller Dramático de Radio de la Corporación de Puerto Rico para la difusión pública. En medio de todo eso, conocí a mi segundo esposo, norteamericano y militar de la fuerza aérea. Doy estos datos porque tienen que ver con lo que pasó con mi carrera. Cuando me casé por segunda vez, tuve que irme de Puerto Rico.
AM: ¿De qué año hablamos?
EL: De 2002. Nos fuimos a Carolina del Norte, a Charlotte. Mi carrera se detuvo, me puse a estudiar inglés conversacional, gramática en inglés y tomé clases de actuación. Me interesaba actuar en inglés.
AM: Hiciste alguna obra de teatro.
EL: No. Por el trabajo de mi esposo, tuvimos que mudarnos a Kansas. Este cambio fue muy dramático para mí, me deprimí. Tenía demasiados problemas, así que regresé a Puerto Rico en 2004. Y aunque reanudé mi carrera, ya no era la misma. Estaba llena de inseguridades, aterrada del escenario. Un día, Anamín Santiago me pidió que interpretara un personaje en su obra “Farsa: Identidad”. Acepté porque Anamín me dio ánimo, y salí muy bien. Después hice otra obra y otra, y fui perdiendo el miedo.
AM: ¿Hiciste televisión en ese momento?
EL: Ya no se hacía tanta televisión, me fui a estudiar. Hice una maestría de Administración de Arte en la Universidad del Turabo. Hice esto porque una de mis metas es ser dueña de un teatro en Nueva York.
AM: Perdona que te interrumpa, ¿qué pasó con el militar?
EL: Nos divorciamos, pero somos grandes amigos. Con el tiempo, conocí a otra persona, también de la Fuerza Aérea. Nos casamos y regresé a Carolina del Norte,esta vez a Stadford. Me sentía más segura. Di clases de español conversacional en Raleigh. Fui a una audición en una compañía de la ciudad, Burning Coal Teatre Company. Estuve con ellos dos años. Una de las obras que hice fue “Camino al cielo” de Juan Mayorda, la hice en inglés y en español. Esa es la ventaja de saber los idiomas. También, trabajé en una escuela pública como maestra de español. Yo hacía bien este trabajo y todos me querían, pero no estaba contenta. Quería mudarme a Nueva York y me sentía miserable. Recuerdo que escribí en mi agenda que abril sería mi último mes en la escuela, y así sucedió. Recibí una llamada de mi agente en Carolina del Norte para asistir a la audición de la película “Main Street”. Me seleccionaron y aunque el personaje tenía una sola escena me sentí feliz. Esa película se filmó durante el receso de primavera. A través de Berlitz, donde daba clases de español, pedí un traslado para Nueva York. También tuve mucha ayuda de amigos que viven en la ciudad. El asunto es que dejé todo en orden en la escuela y me mudé y aquí estoy desde 2009. Por supuesto, mi relación se desmoronó.
AM: ¿Te va bien en Nueva York?

EL: Mejor que en Puerto Rico. ¡Me encanta! Trabajé con Teatro Círculo como regidora de escena tan pronto llegué y ahora soy artista asociada. Se hizo “La casa de Bernarda Alba” de Federico García Lorca, dirigida por Dean Zayas, y yo interpreté a Magdalena. Me nominaron para un premio ATI, como actriz de reparto por ese personaje. Llevo dos años trabajando en Repertorio Español, en un programa de subtítulos. Edito las obras, las corrijo, las traduzco, las corro. Con Repertorio Español también trabajo como actriz. Estoy fija en dos obras: “La casa de Bernarda Alba” (Angustias) y “La zapatera prodigiosa” (vecina y beata), ambas de Federico García Lorca.
AM: ¿Cómo ves la situación del teatro en Puerto Rico?
EL: Fatal. No quiero volver, aquí no tengo que hacer nada como actriz. En Nueva York el teatro paga mis cuentas.
AM: ¿Qué crees le hace falta al teatro en Puerto Rico?
EL: Que lo vean como industria, como empresa, hay que darle importancia. El teatro es una carrera, una profesión. Eso no pasa en Nueva York. Hay muchas compañías, muy variadas. Yo no siento rivalidad entre los hispanos que hacen teatro acá, y alterno con muchas nacionalidades. Siento que, porque estamos en un país que no es el nuestro, nos unimos. Acá nos respetan más como profesionales.
AM: En 2014, ganaste dos premios por “Carmen Loisaida”, ¿nos hablas sobre eso?
EL: “Carmen Loisaida” es una obra de Cristina Vázquez basada en la ópera Carmen de Bizet. Obtuve de los premios HOLA (Hispanic Organization of Latin Actors) y ACE (Asociación de Cronistas de Espectáculos de Nueva York) por mi interpretación del Bartender. Eso me dio mucha exposición en los medios, algo que no me ha pasado en Puerto Rico. En Nueva York la prensa lo cubre todo, le dan importancia al teatro y a los que trabajan en el teatro. Lo que pasa en un escenario no se queda en el ambiente de teatro. Yo he criticado mucho a la prensa en Puerto Rico, le dan importancia a lo que se haga en Estados Unidos, aunque el actor tenga una línea o sea un extra, hacen reportajes increíbles sobre eso. Estoy actuando desde 1994 actuando y esta es la primera entrevista que me hacen sobre mi trayectoria. En Puerto Rico las personas no saben quién soy, yo he hecho trabajos internacionales, he ganado premios. Eso me molesta.
AM: Hablemos ahora sobre tu próximo estreno, la película “Medardo”. Entiendo que estrena en Guayaquil, Ecuador, el 5 de junio.
EL: Mi historia con esta película es digna de contarse, porque primero fue una obra de teatro del dramaturgo ecuatoriano Julio Ortega. Cuando él la escribió tomaba un taller con la dramaturga puertorriqueña, Carmen Rivera, autora de “La gringa”. Ella le dijo que la obra parecía más bien un guión de cine. De todos modos, Julio produjo y protagonizó su obra, en español traducida al inglés. En esa producción yo estaba trabajando con los súper títulos. Cuando Julio fue a hacer la película, me pidió que hiciera el personaje de la muerte, acepté y todo se dio. Estuve en Ecuador en febrero y marzo, filmando en Guayaquil. La directora de la película se enamoró de mi personaje y lo hizo crecer. Mi personaje es protagónico.
AM: ¿Eres la única puertorriqueña en esa producción?
EL: Sí. Los actores somos de diferentes nacionalidades, aunque muchos son ecuatorianos. Esta película tiene muchos actores y extras. La directora es cubana.
AM: También eres productora asociada de la película.
EL: Como soy teatrera, cuando no estaba filmando, me ponía a ayudar. Tomaba fotos, dirigía el tráfico, aguantaba en ‘zoom’, ayudé en ‘casting’. Así terminé como productora asociada.

AM: ¿Presentaron la película en Nueva York?
EL: Se hizo un pre estreno el 13 de mayo para prensa y actores. Fue estupendo.
AM: ¿Cuándo la veremos en Puerto Rico?
EL: Están en la etapa de buscar distribuidores en Puerto Rico y festivales de cine.
AM: ¿Algo que desees decir, antes de terminar nuestra conversación?
EL: Yo necesito lograrlo, ser una actriz que trabaja en todos los medios. Quiero ayudar a las tres personas más importantes en mi vida: mis padres y mi hermana autista severa. Necesito mantenerlos, darles todo, que nada les falte… y quiero decir algo más… en el pasado, a veces pensaba que los demás no merecían lo que lograban. Veía que personas de menos talento lo conseguían y me llenaba de ira, de envidia; envidia de la verdadera. Fue así por inseguridad. Con los años he aprendido que no importan el talento ni los medios que use una persona, esa persona está tratando de lograr lo mismo que yo. No se puede vivir con frustración. Si antes pensaba por qué ella sí y yo no, ahora pienso que ella sí y yo sí.
Medardo (una historia basada en hechos reales)
Duración: 90 minutos
Ambientada a principios del siglo XX, la película Medardo nos transporta a conocer detalles íntimos de la interesante y corta vida del poeta guayaquileño Medardo Ángel Silva: su poesía, llena de pasión y profundidad, su atracción por la muerte, su amor, su conflicto con una sociedad hipócrita y conservadora, y su suicidio lleno de misterio.
Algunos de los actores que completan el elenco son Julio Ortega (Medardo), Lupita Ferrer (Doña Rosita), Edna Lee Figueroa (Muerte), Fátima Mayorga (Rosita), y Gloria Ospina. La película está dirigida por la Nitsy Grau. El productor general es Julio Ortega.