Cumple Alberto Cortez

Por Edgar Torres
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular

Llegó con un bastón, caminando con cierta dificultad. Pero, sus ganas de vivir lo llenaron de más fuerza para seguir conquistando al mundo con sus letras y su voz. Hablamos del cantautor argentino Alberto Cortez, quien acaba de visitar a Puerto Rico para presentar su concierto en el Centro de Bellas Artes de Caguas, y que antes se reunió con la prensa en el Hotel Caribe Hilton.

“Buenas tardes, señores”, fue su escueto saludo, para de inmediato excusarse por las tres posposiciones del show, que ya al fin pudo realizar.

“Casi no tengo que venir esta vez, porque me dieron por muerto”, enfatizó con seriedad, para inmediatamente explicar que “un periodista mexicano publicó que yo me había muerto, no sé dónde… Me han matado en varios sitios”.

Cortez dijo sentirse muy triste porque tuvo que suspender el concierto tantas veces. “Es la primera vez que me sucede en mi vida profesional. Pero, claro el hombre propone y Dios dispone… Se me rompió la cadera y me operaron.

Esa operación que aparentemente es algo rápido para los traumatólogos y tan fácil de realizar se complic’o Luego están las reacciones posteriores a eso lo que fastidia todo. Yo no podía caminar, era imposible caminar. Ustedes me han visto entrar con un bastón. He tenido no sé cuánto tiempo en silla de ruedas”.

Comentó con su habitual sentido del humor que “¿quién me iba a decir a mí que iba a andar con una pata al hombro”.
“Les agradezco a todos que hayan tenido la gentileza de olvidar mi pasado trágico de no haber venido tres o cuatro veces que estuve anunciado”, reiteró.

Cada vez que visita al País, la voz de “Eran tres” rememora que “ha pasado mucho tiempo” desde la primera vez que cantó para este público.

“Han pasado muchos amigos que ya no están. Gente que me ha querido mucho y yo he querido mucho. Y de pronto, por uno de esos golpes que te da el destino, desaparecen como ha sucedido con David Ortiz Angleró”, expresó conmovido.

Subrayó que “más que un director de televisión, más que un hombre intelectual, más que un maravilloso ‘decidor’ de cosas, David era como mi hermano. Aquí (en Puerto Rico), en España y en los lugares donde nos encontráramos”.

Durante el concierto Cortez le dedicó su himno “Cuando un amigo se va” a Ortiz Angleró y dijo que fue un amigo de quien podía presumir por su valía.

Alberto Cortez ama profundamente a Puerto Rico, lo que evidenció durante el encuentro con los periodistas que más bien parecía una reunión con amigos, ya que todos rodearon la mesa donde éste se ubicó, abandonando sus sillas. “Yo he sido muy feliz en esta tierra. No veo la razón por no serlo en este concierto que vamos a ofrecer”, puntualizó.

“El Padre de los Cantautores de Habla Hispana” fue sorprendido con la interpretación del himno “Verde Luz” -de Antonio Cabán Vale- en voz de la cagüeña Chabela Rodríguez, quien lo acompañó en el show.

El humortivador Silverio Pérez asistió a la conferencia de prensa para entregarle su libro “Paso a paso por el Camino de Santiago”, inspirado en la ruta que hizo como los peregrinos de todo el mundo para llegar a la ciudad de Santiago de Compostela. Pérez aseguró que dos canciones de Cortez lo acompañaron durante el trayecto.

Ovacionado de principio a fin –

El cantautor Alberto Cortez recibió la primera ovación de la noche tan pronto el público lo escuchó en la noche del sábado entonar el tema “Distancia”, durante su concierto en el Centro de Bellas Artes de Caguas.

Luego de tres posposiciones del show “Como el primer día”, el veterano artista -radicado en España- revalidó que el pueblo puertorriqueño respeta su aportación a la música.

Cortez escogió sus grandes éxitos para la velada, al igual que otros temas que “he encontrado en el camino”.
La concurrencia disfrutó con “A mis amigos”, “En un rincón del alma”, “Mi árbol y yo”, “La miel y las abejas”, “Amor, mi gran amor”, “La vida”, “La Bordadora de Luz”, “Nanas de la cebolla”. “Eran Tres”, “Yo quiero ser bombero” y “El Pequeño Burgués”, acompañado por el virtuoso pianista Néstor Ballesteros. En su mayoría, Cortez explicaba la historia detrás de las letras.

El artista reflexionó sobre el rol de los cantautores, además de aclarar que el lugar donde se dirige a su público -y en el que espera seguir haciéndolo por muchos años- es y será “un escenario y no una tribuna”. Acto seguido, presentó el impactante poema “Soy un ser humano”.

La noche transcurrió entre excusas (por su retraso), bromas de que ya sentía síntomas del Alzheimer -por lo que en ocasiones leía las letras- chistes picantes y sentimiento.

Cortez recordó al inolvidable cantautor Facundo Cabral -quien perdió la vida en julio de 2011 en Guatemala, cuando el vehículo que lo transporta al aeropuerto fue emboscado por unos sicarios- al interpretar “Ella no dice nada”.

El repertorio incluyó, también, “El abuelo”, “A partir de mañana”, “Callejero” -en honor a su amiga, Sandra Zaiter- y “Pueblo”, esta última canción con el compositor Alberto Carrión al piano, ya que fue quien musicalizó el texto de Luis Palés Matos.

“He querido al pueblo de Puerto Rico y me han querido”, subrayó el cantautor después de su acertada ejecución vocal de “Como el primer día”.

La cagüeña Chabela Rodríguez, quien abrió el recital, acompañó a Cortez en “Miguitas de ternura”. La cantante impactó durante su participación al inicio de la velada con “Honrar la vida”, “Anochecer”, “Presencia ancestral” y “Oubau Moin”, poema épico de Juan Antonio Corretjer.

En tributo a su amigo, el declamador David Ortiz Angleró, el protagonista de la noche cerró su travesía musical con “Cuando un amigo se va”, visiblemente conmovido.

La escena inicial se repitió. El pueblo lo ovacionó durante la despedida.

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